Así es el desarrollo de un coche, desde la primera idea hasta producción
Desde que nace la idea de un nuevo modelo de coche hasta que llega a las calles, se lleva a cabo un desarrollo que está compuesto por varias fases. En algunos casos, el ciclo no se completa al descartarse el proyecto o simplemente porque era un ejercicio de diseño para mostrar al público.
El ciclo de desarrollo solía ser bastante largo y tedioso, pero la evolución de la técnica ha permitido reducir los plazos hasta el punto de haberse creado automóviles desde cero en apenas un año. En casos extremos, hablamos incluso de meses, pero no es lo normal.
Ahora bien, mientras que la técnica ha permitido acelerar el proceso, el aumento en complejidad de los coches por desarrollar ha vuelto a retrasar el ritmo. En la actualidad, es habitual que un desarrollo completo se demore entre 2 y 5 años, dependiendo de los medios puestos por la marca para el modelo y la urgencia de colocarlo en el mercado. Indaguemos más sobre el tema.
Las fases del proceso de desarrollo de un vehículo
Sin importar el modelo o la marca, el proceso de desarrollo y elaboración de un vehículo implica la ejecución de varios pasos o fases, las cuales te compartimos a continuación.
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Estudio de diseño
El primer paso es el estudio de diseño. Una vez se decide que tipo de coche se va a desarrollar —berlina, descapotable, SUV, etc.—, lo que sigue es recoger un gran número de ideas. Si se trata de un vehículo internacional, suelen llevarse a cabo lluvia de ideas, con múltiples propuestas hechas desde estudios que son repartidos por todo el globo.
Por lo tanto, estudios europeos, asiáticos y americanos trabajan al unísono para buscar el mejor diseño, el cual debe adaptarse a las tendencias del mercado y, sobre todo, al gusto del consumidor. En la actualidad, gracias a la digitalización en el proceso de diseño, es posible diseñar conceptos más atrevidos y plasmar más variedad de opciones en menos tiempo.
Modelos de arcilla
Tras evaluar los mejores diseños, se pasa a la siguiente fase, la cual también hace parte del estudio de diseño. Aquí se deja el papel y el ordenador y se pasa al formato 3D con el modelado en arcilla. Diferentes propuestas son moldeadas en este material para tener una mejor visión del diseño del vehículo, prestando especial atención a los detalles y proporciones.
Puede darse el caso de que en una misma maqueta se graben diferentes diseños para compararlos rápidamente. Si quiere comprobarse el efecto de las líneas y la reflexión de la luz sobre ellas, se suele cubrir la arcilla con un vinilo brillante que simula el acabado final de pintura.
Las escalas de las maquetas varían según lo avanzado que esté el proyecto. En principio, con más opciones abiertas, se suelen trabajar en maquetas de escala 1:10, 1:5 o similar. Cuando el proyecto madura y se está cerca del diseño final, se pasa a maquetas a escala real.
Al igual que para el diseño exterior, se realizan maquetas en arcilla para el diseño del habitáculo.
Mula de pruebas
Paralelamente al proceso de diseño, cuando el proyecto sigue aún muy verde, pero se quiere comprobar la viabilidad técnica del coche en cuestión, se utilizan lo que se conoce como mulas de pruebas. La mula se trata de un vehículo equipado con componentes aún en fase de pruebas para evaluar su correcto funcionamiento.
En el caso de las mulas de prueba, al no tenerse el diseño final del coche, no pueden usar la carrocería del mismo, por lo que se suelen utilizar carrocerías modificadas de otros modelos. Estas se adaptan para simular aspectos del funcionamiento del producto final, como la capacidad de refrigeración y el ancho de vías.
Como ilustra la imagen, durante el proceso de desarrollo del Chevrolet Corvette C8 —el primer «vette» de motor central— se utilizó un Holden Ute bastante modificado.
Concept
Según el caso, puede o no producirse un prototipo de show que es conocido como concept. En ocasiones, una marca muestra un concept muy próximo al producto final, solo por cortesía. Esto se hace para comprobar la aceptación del público al nuevo diseño. Si no es necesario, para ahorrar costes, este paso se omite.
En contrapartida, hay veces que la marca tan solo quiere mostrar una nueva idea, un prototipo loco que no tiene intención ninguna de llevar a producción. En ese caso, una vez se concluye el proceso de diseño en el estudio, se pasa al montaje de un prototipo, sin mula de prueba de por medio.
Cuando ocurre esto, de nuevo encontramos al presupuesto como condicionante, ya que el concept puede ser incompleto (sin interior), completo (con interior a la vista) o funcional, con un tren de rodaje tomado de un coche ya existente para pruebas esporádicas de prensa.
Preproducción
Cuando ya se han quemado todas las fases de desarrollo y tan solo queda poner a punto el coche antes de lanzarlo a las calles, es cuando las unidades de preproducción se testan completamente camufladas. Con más o menos tino puede adivinarse el diseño final, el cual aún no ha sido visto por nadie.
Al inicio, las formas finales del automóvil se ocultan a través de añadidos falsos. Con ellos, se consigue engañar a los fotógrafos espías, algunos profesionalizados en la persecución de lanzamientos de coches y quienes tienen el único objetivo de filtrar, cuanto antes, el diseño final del producto.
De un tiempo para acá, las marcas han sacado provecho de la situación y en modelos demasiado deseados, caso del Toyota Supra de la imagen y otros, se anuncian ciertos datos del futuro modelo y se adjunta una galería oficial del coche aún camuflado.
Casos como el del Lexus LFA son una rara avis que llevaron una década de desarrollo. ¿La razón? Cambios técnicos con el proyecto ya muy avanzado.
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Procesos que marchan sobre ruedas
Todos los grandes modelos que conocemos hoy en día pasaron por este proceso de desarrollo antes de pasearse por las calles, lo que les permitió hacer ajustes y acomodar aquellos detalles que fueran necesarios.
Sin este proceso, no podríamos contar con aspectos como la seguridad y el confort a los que hemos llegado a la actualidad, lo que debemos recordar cada vez que disfrutemos del placer de manejar un buen coche.
Créditos de imagen principal: The News Market.