Mazda cuida su patrimonio y producirá recambios originales para el Mazda RX7
Mazda es un fabricante pasional, que cuida del comprador y utiliza sus emociones para atraerlo hacia sus productos. A contracorriente del resto de marcas —mientras que los nuevos clientes pueden elegir entre una gama cuidada y actualizada—, Mazda también ha comenzado a preservar su patrimonio automovilístico. El Mazda RX7 es la prueba de ello.
Como la mayoría de firmas niponas, tiempo atrás Mazda gozaba del reconocimiento de toda la industria, pues forjó a una generación de conductores a base de deportivos de ensueño. Además de diseños muy característicos y en algunos casos atemporales, estos modelos eran asequibles, potentes y, sobre todo, dados a mejorarse con piezas de aftermarket.
Mazda es de las veteranas del sector, con más de un siglo de historia que se remonta a una factoría de corcho, desde motocicletas de trabajo hasta el famoso motor rotativo de tipo Wankel. Son los deportivos que portaron el Wankel, en forma de las generaciones FC y FD del Mazda RX7, los que ahora recibirán un cuidado especial por parte de la marca.
Programa Heritage
Aunque no lo parezca, el tiempo vuela. Aquellos años noventa que hace nada eran recientes, ahora son cosa de un pasado más lejano de lo que parece. De esta etapa nacieron deportivos muy valorados entonces —y mucho más ahora—. Para cuidarlos, Mazda ha creado un programa de mantenimiento, el Heritage Program.
Este consiste en la fabricación y comercialización de componentes originales de modelos clásicos que, hasta ahora, estaban descatalogados. El primero en contar con este apoyo de la marca —y con el que se estrenó este programa— fue el modelo de la primera generación del Mazda MX5, para el que hay un catálogo de 1100 piezas disponibles.
Ahora, tras la gran demanda por parte de los aficionados, Mazda apoyará también a sus deportivos con motor rotativo. Para estos se pondrán en catálogo un total de 91 componentes, de los cuales 30 corresponden a la segunda generación, el RX7 FC. Los 61 componentes restantes son para la tercera y última generación, el FD3S.
Comparado con la amplia lista de piezas del MX5 NA, queda claro que los 2 nuevos integrantes del programa de mantenimiento apenas han comenzado y, con el tiempo, seguro que se ofertarán más recambios. Con todo, el objetivo es mantener en el mejor estado posible a estos coches con piezas originales, una solución perfecta para restauraciones.
La lista de piezas disponibles para los Mazda RX7 va desde simples tornillos y juntas hasta manguitos e, incluso, el sensor de posición del acelerador. No solo hay piezas mecánicas, pues también se incluyen elementos estéticos y del habitáculo.
Tendencia al alza
Con la llegada de los RX7, serán 3 los modelos que Mazda tendrá en su programa de mantenimiento, pero no son los únicos. El boom actual de los deportivos japoneses ha motivado que los propios fabricantes dediquen esfuerzos a mantener en buen estado su propio patrimonio, por lo que cada vez son más los coches con un programa dedicado de este tipo.
El primero de ellos fue el Nissan Skyline GT-R en sus generaciones más modernas. Comenzando por el R32, la lista de piezas ya abarca la posterior R33 y el idolatrado GT-R R34. Los de Nissan además se apoyan en Nismo, por lo que no solo proveen de recambios sino de mejoras también, pues estos modelos remozados incluyen motores completos y forjados.
Con un método completamente diferente está Acura, la firma de lujo de Honda en Estados Unidos. Bajo esta marca se vendió el Honda NSX al otro lado del charco y, dada la exclusividad del modelo, se ha ideado un plan de restauración con varios niveles de atención. El primero es una revisión en profundidad, pero se llega hasta un extremo bastante caro.
La creación del Mazda RX7 y otros vehículos de restauración: un proceso caro
Rehacer el motor por completo supera los 20 000 dólares americanos, importe similar al reacondicionamiento de todo el sistema de suspensión. Si en su defecto se quiere devolver el exterior a un estado como el de fábrica, la factura roza los 40 000 dólares.
El paquete más completo requiere el desmontaje total del vehículo y reconstruirlo a mano con componentes nuevos. El coste de este proceso puede ser incluso superior al del propio coche. A cambio, su valor aumenta notablemente, además de tener la garantía de una restauración oficial.
En el caso de Acura, el coche hay que entregarlo durante el proceso, mientras que Mazda y Nissan proveen las piezas directamente al consumidor.