Hyundai Tucson N-Line, el acabado deportivo hace acto de presencia
El Hyundai Tucson 2021 ha roto todos los esquemas y pasa a ser una de las opciones más atrevidas y extravagantes de un segmento ya explotado, como es el de los SUV compactos. Aun así, hay un público para el que este modelo no es suficiente, por lo que se hacen necesarios acabados como el del Tucson N-Line.
Como ocurre en varios modelos de la gama del fabricante coreano, el acabado N-Line presume de un exterior más deportivo y agresivo, mientras que el habitáculo apenas recibe ligeros retoques. Sin embargo, al contrario de lo que sucede con el Hyundai i10 N-Line y demás modelos, el Tucson N-Line no recibe motorización específica con la que destacar.
Novedades del acabado N-Line
El Hyundai Tucson ya es deportivo en su imagen. Para enfatizar aún más este carácter, el acabado N-Line presenta un diseño más elaborado y agresivo. La nueva parrilla con patrón de diamante incorpora el distintivo N-Line, mientras que el paragolpes presenta mayores tomas de aire y un aspecto más rectangular para la zona de las ópticas principales.
Estas ópticas prescinden del fondo cromado típico y lo reemplazan por unos biseles negros. Aunque de lejos no llegue a apreciarse, la zona baja del paragolpes frontal está pintada en color plata brillante. Lo más destacado de la vista lateral son los plásticos protectores, pintados del color de la carrocería.
El modelo también estrena llantas de diseño exclusivo, de 19 pulgadas de diámetro. Tanto los retrovisores como el techo en el Phantom Black de serie permiten la combinación bitono para el acabado exterior, tan de moda actualmente.
Los colores disponibles para la carrocería del vehículo son Shadow Grey —exclusivo para el N Line—, Polar White, Engine Red, Sunset Red, Dark Knight, Shimmering Silver y Phantom Black. La tonalidad de gris del Shadow Grey es muy similar al Nardo Gray de Audi.
Cambios en interiores
Por su parte, la zaga se distingue por el nuevo paragolpes, más marcado y con un difusor que recoge una doble salida de escape y una banda reflectante horizontal. En cuanto al interior, las novedades del Tucson N-Line son unos revestimientos de cuero negro con costuras oscuras y detalles de tela gris.
Otros cambios reseñables son el volante específico N —tapizado del techo en negro—, un pedalier deportivo metálico y unos peldaños de las puertas también metálicos. Como en cualquier Tucson, se incluye el nuevo sistema Bluelink, basado en un sistema de infoentretenimiento con pantalla de 10,25 pulgadas e instrumentación digital de idéntico tamaño.
El spoiler trasero crece con el beneficio aerodinámico que conlleva, pero el techo en negro oculta su presencia.
Mejoras de conducción en el Tucson N-Line
El Hyundai Tucson N-Line se ha desarrollado y testado en Europa. Ofrece una suspensión con control electrónico (ECS) y amortiguación adaptativa. Gracias a este sistema —el cual trabaja de forma autónoma—, la suspensión del vehículo está preparada para cualquier situación con gran versatilidad.
El ECS controla la amortiguación de cada rueda de forma individual, lo que reduce el balanceo, cabeceo y movimiento vertical. Además, los ingenieros del Centro Técnico de Hyundai en Europa han desarrollado configuraciones específicas de la suspensión para cada motorización disponible, según los parámetros necesarios para ofrecer el mejor rendimiento.
De la misma forma, se ha optimizado la suspensión para una mejor absorción de las vibraciones y que muestre un comportamiento más reactivo y ágil. Así pues, con varios modos en carretera se ha logrado mantener un confort suficiente para una conducción tranquila y/o urbana, pero que a alta velocidad se vuelva firme y controlable al límite.
Otra mejora consecuente de los cambios en la suspensión y la respuesta electrónica del ECS tiene que ver con la dirección. Esta tiene un centrado más marcado y ofrece una mejor conexión al conductor de lo que ocurre en las ruedas. Igualmente, el guiado de la dirección se ha endurecido ligeramente.
Especificaciones del Tucson N-Line
En el apartado mecánico, el nuevo Hyundai Tucson aporta una fresca oferta de diferentes niveles de electrificación en motores gasolina (1.6 T-GDI) y diésel (1.6 CRDi). Sorprendentemente, y en contra del resto de versiones N-Line que ofrece la marca, no existe una motorización exclusiva, así que comparte en todo caso las mismas opciones del resto de la gama.
Dichas opciones son 4: un diésel microhíbrido de 136 CV como variante de acceso y un gasolina disponible con 3 niveles de hibridación y potencia. En configuración microhíbrida de 48V ofrece 150 CV, cifra que aumenta hasta los 230 CV del híbrido convencional, Como el más potente de la gama, tenemos al híbrido enchufable de 265 CV.