Luis Moya
España tiene historia en el Rally y parte de ella reposa en el “asiento de al lado”, ocupado por Luis Moya. No conforme con ser pionero, el coruñés formó un dúo dinámico con el reconocido piloto Carlos Sainz. En total dos campeonatos mundiales y 81 podios, son apenas la punta del iceberg.
La historia del Campeonato Mundial de Rally no la escriben solo los pilotos. Para muestra está Luis Moya, quien fuera decisivo en las proezas de Sainz. Este último es considerado aún el mejor piloto español de la disciplina, además recientemente ganador de su segundo Dakar.
Además, en el ranking histórico de rallys Carlos Sainz es el segundo con más podios, con 97, y el tercero con mayores números de victorias (26). Evidentemente, Luis Moya ha sido determinante en estos logros, que fueron de dos compañeros.
Inicios en el deporte del Rally
El 1987 fue el año en el cual Moya llegó al Campeonato Mundial de Rally para acompañar a Sanz. Pero mucho antes de eso, Luis había iniciado su carrera en la disciplina en el año de 1983. Lo hizo puntualmente en Rally Rías Baixas junto al piloto José Mariñas, cuando tenía unos 23 años de edad.
El ascenso llegaría apenas dos años después. En 1985 y 1986 acompañó a José Mora en su bicampeonato del Campeonato Gallego de Rally. Esto y un segundo puesto en la Copa de España, le valieron para llegar al equipo oficial de Renault en 1987.
Fue aquí donde el copiloto hizo su transición hacia las altas esferas del automovilismo, aunque primero lo hizo al lado del piloto Guillermo Barreras. El éxito mundial y el estrellato comenzarían a gestarse desde 1988, al formarse el inseparable dúo Sanz-Moya.
Esta unión sería el comienzo de una serie de éxitos y aventuras, y encumbraría la historia del deporte en nuestro país y dejaría una huella en el escenario en la disciplina.
Moya-Sanz: El dúo dinámico que dominó la competencia en los años noventa
En el año 1988 se formó la base para el dominio de la década de los 90’. El ascenso a nivel mundial llegaría en 1989, cuando a Sanz fue contratado por la Toyota. Todo comenzó de un Celica ST165, producido por la marca nipona.
Ese fue un año de experimentos, aprendizajes y fallos con el coche. Esas primeras carreras sirvieron para que la dupla pasara, de ser el tercer coche, al primero del equipo asiático. La suerte no estuvo siempre de su lado, sobre todo durante ese año de dificultades en plena competición.
Todo sería compensado un año más tarde y después, en 1992; en esos años lograron dos campeonatos mundiales. Pero los títulos solo representan la cima de la montaña: fueron cuatro veces subcampeones y cinco veces en el tercer lugar.
En la realidad fueron el dúo dominante de los años noventa, y Luis Moya fue determinante en la gesta; los datos y curiosidades que ambos acumulan, hablan por sí solos.
Luis Moya y su destacada cruzada como copiloto oportuno
La dupla compitió durante 15 años, desde la segunda mitad de 1987 y hasta el 2002. Incluso después de una retirada oficial, llegaron a correr juntos en algunas presentaciones y competiciones especiales. Esto ocurrió por ejemplo durante el Rally Shalymar del 2007.
En 2003, la carrera de Moya en el automovilismo toma un giro distinto como en el equipo Subaru. Con esta escuadra se consiguió el campeonato mundial de pilotos en el año 2003. Petter Solberg fue el piloto que lo ayudó a concretar este título.
Al llegar el año 2010, Moya fue contratado como director deportivo del equipo privado Nupel Global Racing y tuvo fuertes malentendidos con el piloto Sergio Vallejo. No obstante, el equipo se estrenó en competencia internacional durante ese año.
Actualidad y emergencia médica
Tras retiro, Luis Moya participó en algunos actos benéficos y también continuó ayudando a organizaciones relacionadas con el Rally. Pero su lucha más importante ocurrió hace menos de dos semanas; a finales de enero el experimentado copiloto es ingresado el hospital HM Modelo de la Coruña por un aneurisma cerebral.
El 30 de enero Moya salió del hospital en buen estado. Justo en ese momento compartió un vídeo en el cual sentenció: “Aquí he vuelto a nacer”. Sin duda alguna, él ha demostrado ser una persona de acción en los momentos difíciles.
Su valía y carisma se pudo ver en uno de los episodios más emblemáticos del Campeonato Mundial. Fue en 1998, en el Rally de Gran Bretaña; 500 metros de la meta, su coche sufrió una avería improvista.
En la televisión podía verse a Luis exclamando “¡Trata de arrancarlo Carlos! ¡Trata de arrancarlo, por Dios!”. No pudieron ganar su tercer título, pero Moya quedará en la historia como uno de los copilotos más representativos de la disciplina.