3 diferencias entre un subviraje y un sobreviraje

Son dos de los problemas más comunes que nos podemos enfrentar en carretera, dependiendo de nuestro vehículo es posible que notemos uno de ellos de forma aguda en el paso por curva
3 diferencias entre un subviraje y un sobreviraje

Última actualización: 10 julio, 2018

Por más que contemos con los avanzados sistemas de seguridad en la conducción, siempre podremos experimentar un subviraje y un sobreviraje. Ambas son situaciones de pérdida del control del vehículo, y el resultado de la maniobra dependerá de nosotros.

En cuestión de segundos, podríamos pasar de un simple derrape controlable a derrapar el vehículo bruscamente. En el peor de los casos y circulando a gran velocidad, el coche podría incluso volcar. Una maniobra en falso puede terminar en un siniestro con desenlaces catastróficos.

Lo importante es saber que esto puede pasar y entender de qué se trata. A continuación, trataremos un poco el problema y entenderemos ambas situaciones. La siguiente información podría ayudarnos a entender lo que ocurre cuando cogemos una curva con piso mojado y a cierta velocidad.

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Es aconsejable hacer una revisión extraordinaria de la presión de los neumáticos en caso de condiciones climáticas adversas.

En el subviraje se pierde control en la parte delantera del coche

Pasamos una curva sin precaución y pisando con intensidad el acelerador. De repente, las ruedas delanteras derrapan y perdemos el control del coche, sin poder lograr el giro. A este derrape delantero es a lo que se le conoce como subviraje.

Cuando esto sucede se genera un recorrido más abierto del deseado, no pudiendo entrar más pegados hacia la curva. Básicamente, lo que ocurre es que la parte trasera se sale de la dirección dictada por el tren delantero.

En el sobreviraje el derrape ocurre en las ruedas traseras

De igual forma, el sobreviraje ocurre cuando aceleramos demasiado en una curva, solo que las ruedas que derrapan son las traseras. Por lo general, se produce un movimiento o giro excesivo hacia adentro y esto nos hace perder control en la maniobra.

Esta situación ocurre más en cierto tipo de coches y ya veremos que el tipo de viraje dependerá en parte en cada automóvil. Cabe destacar hasta aquí, que un subviraje y un sobreviraje son peligrosos porque perdemos control en el volante. El mayor riesgo en ambos casos: que el vehículo se vuelque tras hacer un trompo.

El subviraje ocurre más en vehículos de tracción delantera

Los coches que tienen tanto el motor como la tracción en la parte delantera, son más propensos al subviraje. Por lógica, esta situación es mucho más común por que la mayoría de los coches comerciales tienen este sistema. Los SUV en su mayoría son así.

Por todo ello, es más común que al tomar una curva notemos que nuestro vehículo continúe una trayectoria recta. Al conducir automóviles comerciales, debemos recordar que casi todos en su mayoría generan la fuerza en la parte de adelante.

El sobreviraje es más común en coches deportivos y de alta gama

Los coches de competición casi siempre tienen la tracción y el motor en el extremo trasero del vehículo. Esta disposición se realiza para favorecer la aerodinámica, aumentando el riesgo de sobreviraje. Por eso vemos en competencias de Fórmula 1 que cuando un competidor pierde el control, su bólido gira sin parar.

Ahora bien, no solo las veloces máquinas de competencia corren peligro. En la calle circulan deportivos y pseudodeportivos de tracción trasera, teniendo la misma probabilidad.

Los vehículos con propulsor también son propensos a este tipo de riesgos. Incluso se puede sobrevirar en un coche de tracción delantera bajo ciertas circunstancias.

Un subviraje y un sobreviraje: como actuamos en ambos casos

Afortunadamente, existen formas de maniobrar en medio de ambos fenómenos técnicos. En el subviraje, lo correcto es pisar el freno de forma progresiva y dejar que el automóvil baje velocidad en recto.

Lo importante es dejar de pisar el acelerador incrementalmente y dar pequeños toques en el pedal de frenado. Las reacciones abruptas y el ‘contravolanteo’ solo empeorarán las cosas.

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En el caso del sobreviraje, la mejor alternativa si será hacer el contravolante. Mientras realizamos la maniobra, tendremos que ir quitando el pie del acelerador, aunque nunca en su totalidad. Al recuperar algo de control, reduciremos el giro del volante para estabilizar y aceleraremos un poco para ganar en tracción.

Como vemos, salir ilesos de un subviraje y un sobreviraje es totalmente posible. Lo primero que necesitamos es paciencia y actuar con dominio, en milésimas de segundo. El asunto no es tan sencillo, pero con estos consejos que hemos visto ya sabemos como hacerlo.