Riesgos de cambiar las ruedas delanteras por las traseras
La rotación de los neumáticos constituye una práctica muy recomendable para alargar su vida. Sin embargo, es importante saber hacerlo correctamente y así evitar los diferentes riesgos que pueden surgir al cambiar las ruedas delanteras por las traseras.
Los peligros de cambiar las ruedas delanteras por las traseras
Esta técnica de la rotación de neumáticos es recomendable para igualar el desgaste de las ruedas. Pero, ¿es peligroso cambiar las ruedas delanteras por las traseras?
Si el cambio se hace correctamente, no debería representar un peligro para el conductor y demás pasajeros. Sin embargo, es fundamental cumplir con ciertas reglas básicas para no poner en entredicho la seguridad.
Hay que recordar que, generalmente, las ruedas que más se desgastan son las delanteras. La razón se debe a que las ruedas del eje delantero soportan más peso que las posteriores por la dirección, tracción del vehículo y motor en la mayoría de casos, entre otros motivos.
Consejos para una óptima rotación de las ruedas
Neumáticos nuevos a la parte posterior
Una de las principales recomendaciones al momento de rotar las ruedas es colocar las más nuevas o menos gastadas en la parte posterior del vehículo. Con este cambio se logrará un desgaste más homogéneo de las cuatro ruedas, sin alterar la seguridad de las personas a bordo.
Independientemente de si el coche es de tracción trasera o delantera, las ruedas que se encuentren en mejor estado deben ser colocadas en la parte posterior del vehículo.
Con este cambio se asegura una mayor estabilidad del mismo; de hacerlo al contrario, poniendo las mejores ruedas en la parte delantera, el vehículo puede tornarse sumamente peligroso en situaciones de frenadas rápidas.
Si se colocan los neumáticos más desgastados en la parte posterior, el vehículo será más inestable en situaciones de sobreviraje, reventón y aquaplaning.
Por otra parte, al colocar los neumáticos más desgastados en la parte delantera el balance se traduce en mayor seguridad y estabilidad, especialmente en momentos en los que el agarre puede marcar una gran diferencia.
Cambios según el tipo de vehículo
Un aspecto muy importante a tomar en cuenta es el tipo de vehículo. En este sentido, cuando el coche es de tracción delantera, lo más recomendable es cruzar las ruedas traseras con las delanteras.
También se suele cambiar la rueda trasera derecha a la posición delantera izquierda y viceversa. Por otra parte, las ruedas delanteras pueden cambiarse de forma cruzada o recta, de acuerdo al desgaste.
Si el vehículo es tracción total o trasera, también se puede hacer un cambio total de las ruedas en forma de cruz; también de atrás hacia adelante y viceversa.
En el caso de poseer un neumático de repuesto del mismo tamaño, también es posible incluirlo en el sistema de rotación; hay opiniones contrarias sobre esta acción por el poco desgaste de esta rueda de repuesto en comparación a los otros neumáticos, además de que probablemente esté más cristalizada.
Respetar las dimensiones de cada eje
Este aspecto es fundamental para garantizar la seguridad y estabilidad del vehículo. El respeto a las dimensiones de cada eje se aplica única y exclusivamente si las dimensiones de cada eje son del mismo tamaño.
Si, por el contrario, el coche tiene neumáticos de diferentes dimensiones en los ejes traseros y delanteros, el intercambio solo será posible entre estos.
En el caso de ejes de dimensiones diferentes, es indispensable respetar lo que llevan cada uno. En este sentido, se pueden intercambiar ambas ruedas traseras entre ellas y lo mismo se aplica a las delanteras.
Pese a lo que muchas personas puedan pensar, este cambio con ruedas de distintas medidas puede equilibrar el desgaste que ocurre en las partes internas y externas de la banda de rodadura.
Alineación
Para alargar la vida útil de las ruedas es necesario alinearlas, especialmente cuando han sufrido algunos golpes conocidos como ‘bordillazos’. Cuando las ruedas reciben golpes en el bordillo o cuando se aprecia una tendencia del coche a desplazarse de un lado al otro sin estabilidad, será necesario alinear y equilibrar las ruedas.
Los riesgos de cambiar las ruedas delanteras por las traseras dependerán en gran medida de las características del vehículo. Si dicho cambio se hace de forma correcta, representará un cambio positivo a nivel de la seguridad del vehículo.