Volvo S60: apurando sus últimos días
El Volvo S60 lleva en el mercado desde el año 2010 y, aunque recibió un restyling en 2013, se le notan los años lo mires por donde lo mires. Aunque ya se han filtrado las imágenes del que será el nuevo S60, aún no tenemos información ni características, por lo que nos vamos a centrar en el modelo que la marca tiene actualmente a la venta.
Con rivales como el BMW Serie 3, Mercedes Clase C, o el recién llegado Jaguar XE, es complicado sacar pecho. No hay que mirar las cifras de ventas del sueco para ver la clara desventaja que sufre el modelo; la renovación es completamente necesaria.
Diseño exterior del Volvo S60
El Volvo S60 siempre ha sido un coche bonito, pero ocho años recorriendo nuestras calles pesan demasiado, y más aun viendo las nuevas líneas de la marca, mucho más atractivas y modernas.
El frontal sigue el dibujo de los modelos de anteriores generaciones, con unos pilotos muy sencillos y una pequeña parrilla. Aunque derrocha calidad en los materiales, sus curvadas y sencillas formas nunca despertaron demasiado interés.
La parte trasera es mucho más arriesgada, con unos pilotos muy reconocibles y unos bajos que transmiten cierto aire deportivo al coche.
Su principal rival es el Jaguar XE, un modelo con una presencia mucho más potente, algo necesario para entrar en el prestigiosos club de las berlinas premium.
Diseño interior y habitabilidad
Si por fuera se le notan los años a este Volvo S60, por dentro se nota con más claridad. El cambio que han recibido los salpicaderos en los últimos años ha sido notable, con la pérdida de casi todos los botones, y con unas líneas más limpias y ordenadas.
A nuestro protagonista de hoy, aunque dotado de lo último en tecnología e infoentretenimiento, le sobran gran cantidad de mandos, lo que haría el coche más intuitivo. Aun así, la disposición es acertada y la pantalla central se encuentra en una magnífica posición.
El espacio delante es generoso, con unas butacas amplias y cómodas, algo muy común en la marca, y el tacto de los mandos hace que el habitáculo sea mucho más acogedor que el de un Clase C.
Detrás es donde empiezan las complicaciones para el S60, con un espacio más propio de un compacto que de una berlina. La anchura a la altura de los hombros sí es correcta, lo que permite utilizar la quinta plaza en trayectos largos.
El maletero es uno de los aspectos que más ventas le ha restado al Volvo S60. No comprendemos cómo se ha podido aprovechar tan mal el espacio en un coche de 4,63 metros de longitud. Los 380 litros de los que disfruta le dejan excesivamente lejos de la media del segmento.
Dinámica y motores
Dinámicamente es uno de los modelos más equilibrados de la marca, ya que, a pesar de los años, la configuración del chasis y las suspensiones le proporcionan un equilibrio general muy bueno.
En vías rápidas es todo un Volvo, que no es decir poca cosa. El confort del que hacen gala los modelos de la marca en vías como autovía o autopista es para quitarse el sombrero, con un silencio a bordo y un aislamiento de las irregulares sobresaliente.
En tramos de curvas es donde suelen sufrir más de la cuenta, pero eso no le ocurre al S60. No llega al nivel de un BMW Serie 3, pero se defiende sin problemas entre sus competidores; solo al entrar a velocidad alta en curvas muy lentas notaremos un ligero subviraje, pero perfectamente controlable.
En cuanto a las mecánicas diésel, todos los niveles de potencia se extraen del mismo bloque de dos litros, con 120, 150, 190 y 224 CV de potencia disponibles. Las más equilibradas y aconsejables son las dos intermedias por la buena relación entre prestaciones y consumo.
Las mecánicas de gasolina son menos numerosas, ya que dispone de tres opciones: 190, 245 y 367 CV, todas ellas también con dos litros de cilindrada y turboalimentadas. La última opción viene con el acabado específico R Polestar, con unas variaciones estéticas muy acertadas y una preparación deportiva especial muy recomendable.
Precios y conclusión
Parte de 30 800 € que vale el diésel de 120 CV con el acabado básico Kinetic, hasta los 63 900 € que cuesta el modelo de gasolina de 367 CV. A estos precios hay que quitar unos descuentos muy generosos por parte de la marca, lo que hace que, hasta la llegada del nuevo Volvo S60, sea una buena opción adquirir el modelo actual.
Por el precio de una berlina de marca generalista te puedes llevar este S60. El único problema es que la mayoría de esas berlinas le dan una lección en casi todos los apartados a este Volvo, algo que con la nueva generación no ocurrirá.