Peugeot 408, en busca de nuevas modas

El Peugeot 408 luce un aspecto SUV, pero gracias a su baja carrocería mantiene las virtudes dinámicas de una buena berlina.
Peugeot 408, en busca de nuevas modas

Escrito por Alberto Fuentes

Última actualización: 16 febrero, 2023

La firma Peugeot te puede gustar más o menos, pero no se puede negar que suelen arriesgar en sus diseños. El nuevo Peugeot 408 trae consigo un tipo de carrocería que está a medio camino entre una berlina y un SUV, con un diseño muy trabajado que no te dejará indiferente.

El rival lógico de este crossover lo tiene en su propia casa: el Citroën C5 X, con el que comparte plataforma y motores, pero su objetivo no es ese, sino arrebatar ventas a SUV de estilo deportivo, como el Cupra Formentor y el Renault Arkana. Lo cierto es que el diseño agresivo y la posición de conducción transmiten cierta deportividad, pero, ¿un aspecto imponente será suficiente?

Diseño exterior del Peugeot 408

Como ya se ha demostrado una y otra vez, lo que más vende es una buena imagen, mucho más que otros detalles más racionales. Por así decirlo, de estética llamativa, este Peugeot va sobrado, al más puro estilo Honda con su Civic. La parte frontal destaca por una parrilla muy trabajada, con inserciones del mismo color que la carrocería y con el espectacular nuevo logo de la marca en el centro. También hay que mencionar los famosos colmillos verticales, ahora mucho mejor integrados que en otros modelos del león.

Peugeot 408, trasera.
Trasera del Peugeot 408.

La vista lateral también tiene su parte de protagonismo, con una silueta de estilo cupé y con una caída del techo muy progresiva, pero que va a condicionar el espacio para la cabeza de la fila posterior. En cuanto a la parte trasera, un spoiler deja entrever un tres volúmenes y eleva notablemente la altura de los pilotos. Otro detalle que llama poderosamente la atención es el enorme protector del paragolpes trasero, en plástico negro sin pintar, que sirve únicamente para potenciar su aspecto campero.

Diseño interior

Si por fuera es diferente a sus rivales, por dentro lo es mucho más. Su posición de conducción con el famoso i-cockpit es idéntico al que encontramos en el Peugeot 308, con sus pros y sus contras. Como punto positivo hay que decir que tiene una calidad por encima de la media del segmento, con unos ajustes sólidos y con detalles muy cuidados. Por contra, la pantalla sigue englobando la mayor parte de las funciones, lo que nos hace desviar la vista de la carretera más de lo deseado.

Es cierto que la marca ha incluido unos mandos táctiles que hacen más rápida la elección de las funciones que más utilizas en el día a día y, además, estos accesos directos son configurables, pero nada proporciona la intuición que se consigue con un mando físico. Quitando ese detalle y que el cuadro de instrumentos sobreelevado no encaja con la posición de conducción de todo el mundo, la experiencia general es muy positiva.

Peugeot 408, interior.
Diseño interior del Peugeot 408.

En cuanto al espacio en la segunda fila, el Peugeot 408 supera claramente al 308, con un espacio magnífico para las rodillas y una anchura decente, aunque la altura al techo es un tanto justa para personas de más de 1,80 metros de altura. El maletero, por su parte, posee unos generosos 536 litros en la versión de gasolina y 471 litros en las híbridas enchufables; suficientes para el equipaje medio de una familia y con un enorme portón que te hace la vida más fácil.

Motores

La oferta mecánica de este Peugeot 408 nos parece escasa pero acertada, con un motor de acceso de 1.2 litros de gasolina con 131 CV y dos opciones híbridas enchufables con 180 y 225 CV. Incluso desde la opción más básica el francés se mueve con dignidad (hace el 0-100 km/h en 10,4 segundos), pero echamos en falta una motorización de gasolina o híbrida convencional con una potencia que ronde los 160 CV; no se puede tener todo…

La transmisión es automática en todos los casos (no hubiera venido mal una manual para el motor de 130 CV que abaratara la gama de acceso) pero, aunque Peugeot la otorgue el mismo nombre comercial, no es la misma caja de cambios en los tres casos: el 1.2 lleva un convertidor de par, mientras que las versiones híbridas utilizan un embrague multidisco.

Lateral del Peugeot 408.
Peugeot 408, vista lateral.

En cuanto a la autonomía de los Peugeot 408 híbridos enchufables, los 63 km teóricos en modo 100% eléctrico lo posicionan como una de las referencias del segmento, aunque todos sabemos que rara vez alcanzaremos los 50 km. En cambio, el consumo de carburante de la versión de 130 CV es de 6 litros cada 100 km; nada destacable.

Por último, y no por ello menos importante, según están las cosas, el precio de este 408 arranca en 33.350 euros con el acabado Allure y con el motor de combustión de 1.2 litros. ¿Lo bueno? Que es más económico que un Cupra Formentor. ¿Lo malo? Que un Arkana con 140 CV tiene un precio más competitivo.