Los nuevos Smart EQ mejoran en lo estético y lo tecnológico, pero no en lo mecánico
Daimler se ha volcado con la hibridación y electrificación de sus coches. Ya no desarrollarán más motores de combustión; lo invierten todo al ambicioso y necesario proyecto de ecología que hace falta para cumplir las futuras normativas anticontaminación. Parte de este proyecto fue la electrificación del fabricante Smart, que presenta su nueva gama Smart EQ: 100 % eléctricos.
Desde 2020 los urbanos más pequeños del mercado solo podrán adquirirse como eléctricos. Para este cambio de ciclo tan importante para la marca, se ha aprovechado la renovación de medio ciclo de las presentes generaciones. Mejoran en lo tecnológico y lo estético, pero yerran en lo más importante, la mecánica.
Menos de 160 kilómetros de autonomía… en 2019
Para el cliente que piensa en adquirir un eléctrico hay un factor clave que, según el caso, supera en importancia al precio de compra: la autonomía. El principal handicap de los eléctricos ha ido resolviéndose con el avance de la tecnología, por lo que se esperaba un paso al frente en este aspecto para los nuevos Smart EQ.
Lamentablemente, esto no ha sido así; se ha mantenido el mismo paquete batería-motor de la primera generación de Smart eléctricos. Para un uso eminentemente urbano cumple con un suficiente raspado, pero en 2019 hasta para trayectos urbanos se demanda mayor autonomía y capacidad de batería.
Puede que no se haya mejorado mecánicamente ante una posible falta de espacio en la plataforma. Quizás sea un problema que se enmiende en la próxima generación o, al menos, debería.
El motor de 60 kW ofrece en equivalencia 82 CV de potencia y 160 Nm de par, pero sus 17,6 kWh de capacidad se antojan más que escasos. Promete 159 kilómetros de autonomía bajo el antiguo ciclo de homologación NEDC, por lo que con el nuevo WLTP y en la práctica serán apenas un centenar de kilómetros como mucho.
Las prestaciones de este tipo de vehículos son irrelevantes, por lo que las dejaremos a un lado. Más importante es el tiempo de carga, el cual va desde las 3,5 horas en enchufe doméstico hasta los 40 minutos que tarda en cargar el 80 % en un punto de recarga rápida.
El sistema de refrigeración puede calentar la batería hasta su temperatura óptima cuando esta esté fría.
Diminutos y agresivos
Visualmente, los cambios han servido para introducir el nuevo lenguaje de diseño de la marca, aquel que se ha visto en los prototipos más recientes. Generalmente hablando, los ‘pequeñines’ de la ciudad ahora aparentan mayor deportividad, con una parrilla de mayores dimensiones situada más abajo, acompañada de aberturas en los extremos del paragolpes.
La iluminación cambia, con grupos ópticos con tecnología Full LED delante (opcionales) y un nuevo patrón para las luces traseras, ahora divididas en cuatro módulos triangulares cual ‘quesito’ del Trivial. Además, el frontal de cada modelo –Fortwo y Forfour– cuenta con su propia identidad.
Para el modelo de cuatro puertas, la parrilla es invertida, y cuenta con los antinieblas integrado. Por su parte, el biplaza coloca la parrilla a modo de sonrisa, con los focos antinieblas situados fuera, a ambos extremos.
La Edition One solo estará disponible durante un año, y se diferencia por los vinilos, el difusor trasero y el uso extendido del negro brillante.
Nuevo sistema de infoentretenimiento
Una vez revisado el exterior de los nuevos Smart EQ, nos topamos con la sorpresa de que el habitáculo no ha cambiado ni un ápice. Más allá de la personalización estética a la que acostumbra la marca, la única novedad en este espacio pasa por la llegada de un nuevo sistema de infoentretenimiento.
Esta actualización agrega un extra de conectividad con smartphones para una mejor adaptación a las necesidades del usuario. Del mismo modo, el funcionamiento y los menús del sistema se han simplificado para un manejo más intuitivo y sencillo, lo que reducirá las distracciones al volante.