Te contamos qué es un coche sleeper

Un coche "Sleeper" es un coche modificado para rendir mucho más de lo que originalmente lo hacía. Es un lobo con piel de cordero, por ejemplo, se emplean modelos como el Volkswagen Golf Mk 1, al que se le sustituyen determinados componentes para convertirlo en una bestia capaz de competir incluso con vehículos deportivos.
Te contamos qué es un coche sleeper

Escrito por Juan

Última actualización: 29 octubre, 2022

En muy pocos años, en el mundo del automóvil, lo de tener más potencia que el vecino ha conducido a una escalada de potencia sin igual. Sin embargo, fuera de la legalidad siempre se pueden encontrar casos en los que un coche mundano, sin parecerlo, es capaz de plantar cara a un superdeportivo. Es lo que se conoce como sleeper.

¿Qué son los coche tipo sleeper?

Un coche sleeper es esencialmente un coche sobrepotenciado, preparado hasta el último tornillo, para ofrecer un rendimiento bestial. No obstante, a simple vista no lo parece.
Sleeper en español significa durmiente, y es por eso que este tipo de coches se conocen por este mote. Una vez los despiertas no dan opción alguna a los demás.

En nuestro continente lo más común es ver preparaciones extremas sobre la base de modelos de Volkswagen y Opel entrado en años. A estos vehículos se les modifica por completo su tren motriz o se les introduce uno, de otro coche, completamente nuevo.

Más lejos de Europa lo que se destila son las preparaciones en coches americanos y japoneses de los noventa. Se les suele acoplar un monstruoso motor V8 o el conocido motor 2JZ procedente del Toyota Supra. Este motor es capaz de soportar preparaciones extremas sin apenas refuerzos extra.

Toyota Camry Sleeper Concept 2014: frontal

Un ejemplo mucho más profesional es el Alfa Romeo 164 Pro-Car que ilustra este artículo. Bajo la carrocería de la berlina de representación del fabricante italiano, se escondía el chasis, motor y suspensión de todo un Ferrari de Fórmula 1. Podría considerarse el sleeper definitivo, pero su creación tenía un objetivo muy distinto.

En el caso del Alfa Romeo 164 Pro-Car su creación fue un globo sonda mostrado a la FIA para proponer la creación de un campeonato de monoplazas carrozados que fuera telonera de las carreras del Mundial de Fórmula 1. Esta categoría debía sustituir al entonces popular campeonato de BMW M1 ProCar, pero todo quedó en un sueño.

Carreras ilegales

El creciente número de preparaciones consideradas sleeper se debe en mayor medida al submundo de las carreras ilegales. Este tipo de competición no oficial va desde el típico pique en carretera abierta hasta quedadas organizadas. En ocasiones se promocionan en aparcamientos o, en algunos países, en aeródromos abandonados.

Esta última práctica es muy común en países como los Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Alemania. Precisamente en Alemania es donde el Volkswagen Golf Mk.1 del vídeo anterior se ha ganado una reputación considerable. Este es un perfecto ejemplo de lo que es y debe de ser un coche sleeper de manual.

Volkswagen Golf Mk1 1977: frontal

Tomando como base un pequeño Golf de los setenta, cualquiera diría que su preparación no va más allá de un juego de ruedas de grandes dimensiones. Ahí está el truco, porque las mejoras van mucho más allá. Un modesto motor de cuatro cilindros alcanza los 1 152 CV, y una velocidad punta de 380 km/h.

Dragsters, un nuevo mundo

En la tierra de los sueños, Estados Unidos, llevan haciendo este tipo de preparaciones desde mucho antes que nadie. Su cultura por el automóvil es mucho más avanzada y arraigada. Así, la locura de los sleeper comenzó a controlarse mediante la introducción de normas.

Con los años esta práctica se profesionalizó y terminó siendo lo que actualmente se conoce como NHRA (National Hot Rod Association), es decir, carreras de aceleración. Para estas pruebas se crearon pistas especiales y diversas divisiones. En la más alta corren los conocidos Dragsters, pero los amateur es posible ver a un simple Honda Civic derrotar a un Ferrari. Es esa motivación, la victoria, lo que se esconde tras el espíritu de los sleeper.