¿Se puede conducir con chanclas en España?
¿Se puede conducir con chanclas en España?
Cada año, cuando empieza el verano, surge la misma duda. ¿Está permitido conducir con chanclas en España? Las teorías y consejos son múltiples y contradictorios, y es que realmente la respuesta es un tanto ambigua.
Aunque conducir con este tipo de calzado no está formalmente prohibido por la ley, el conductor podría recibir una multa por hacerlo. A continuación, veremos algunos elementos de la legilación para tratar de aclarar las dudas que genera este tema.
¿Qué dice la Dirección General de Tráfico?
Ante la ola de rumores y dudas que surgen siempre en esta época sobre la prohibición de conducir con chanclas, la Dirección General de Tráfico hace algunas aclaraciones. Para ello, ha emitido diferentes circulares, donde explica algunos puntos importantes sobre el tema.
En sus comunicados, la DGT señala cuáles son las actitudes que están prohibidas según el reglamento. También explica cuáles son los hábitos que, a pesar de no estar formalmente prohibidos, pueden llevar a una situación que sea susceptible de ocasionar una sanción.
La Dirección General de Tráfico explica que el Reglamento General de Circulación no puede prever todas las situaciones en cuanto a este tema. Señala que es imposible predecir todas las posibilidades de vestimentas, de actitudes y actividades humanas. Esto sería absurdo.
Si el reglamento tuviera contemplada la prohibición de conducir con chanclas, tendría primero que definir con exactitud qué tipo de calzado se considera una chancla. Se podría decir que una chancla es un calzado que se sujeta al pie a través de una o varias tiras.
Siguiendo con la tipología del calzado, una alpargata también podría estar en esta categoría. Y si el zapato cuenta además con tiras que lo sujetan al tobillo o al talón, y está asegurado con firmeza al pie, entonces ¿seguiría siendo considerado una chancla?
Sin embargo, lo que sí puede hacer el reglamento es dejar a criterio del agente la posibilidad de sancionar a un conductor por su actitud al conducir. Y es esto lo que ocasiona incertidumbre entre los conductores.
Lo que sí dice el Reglamento
El Reglamento de Circulación, en su artículo 18.1, estipula ciertas obligaciones que el conductor de un vehículo debe cumplir para garantizar su propia seguridad y las de los demás ocupantes.
Entre estas obligaciones se determina que el conductor debe “mantener su propia libertad de movimiento, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción”. De acuerdo con este artículo, el conductor también debe “cuidar especialmente de mantener la posición adecuada”.
En este artículo no se menciona en ningún momento el tipo de vestimenta o de calzado que el conductor puede o no llevar. Sin embargo, se abre la posibilidad para cuando un agente considera que alguna de estas actitudes entorpecen la conducción; según su criterio, el agente puede sancionar al conductor.
Por lo tanto, en ningún caso se podrán extender multas o sanciones por conducir con chanclas. Hacerlo no está prohibido ni constituye por sí sola una actitud susceptible de sanción.
Pero en la medida en que este tipo de calzado puede contradecir la obligación de “estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos”, y comprometer la seguridad de la conducción, sí puede llevar a un agente a sancionar esa situación.
¿Por qué las chanclas no son el calzado ideal para conducir?
Las chanclas en los pies de un conductor pueden ser la causa de muchos accidentes. Aunque resulta muy tentador usarlas para conducir en un día de sol y calor, puede no ser una buena idea. Este tipo de calzado, a pesar de resultar muy cómodo para algunas personas, no es el más indicado por razones de seguridad.
El calzado ideal para conducir con seguridad debe ser ergonómico, cómodo y flexible y tener una buena sujeción y una suela que proporcione un buen agarre. Esto permite garantizar que se puede pisar el acelerador y el freno con precisión.
El principal problema de las chanclas es que no sujetan firmemente el pie. A la hora de conducir, esto implica una menor sensibilidad con los pedales. Se puede pisar mal el acelerador o el freno, o perder el control del pedal.
En caso de requerir realizar una maniobra o actuar con rapidez, las chanclas se pueden enganchar con los pedales y esto puede resultar extremadamente peligroso.