
La crisis mundial despertó la imaginación de los jóvenes más emprendedores, que se las ingeniaron para inventar maneras de ganar…
Gracias al renting no es necesario descapitalizarse y van incluidos en la cuota gran parte de los gastos asociados al uso del automóvil
Si se quiere realizar una planificación para la adquisición de determinados activos basada en el ahorro, el renting de vehículos es una buena solución. Hay muchos activos importantes para el día a día de pymes, empresas de cualquier tamaño, y en nuestra vida como particulares, como son los coches. No solamente contamos con el coste de estos, sino su mantenimiento y actualización.
El renting es un contrato financiero de arrendamiento de bienes muebles donde la propiedad la conserva el arrendador. En términos generales, se trata de una figura legal que permite el uso de activos de alto coste sin adquirirlos.
Esta modalidad de disfrute de bienes tiene muchas ventajas, tanto para las empresas como para los particulares, que van desde lo económico hasta lo operativo. Sin embargo, eso no implica que no deban hacerse los cálculos para garantizar los mejores costes en la opción seleccionada.
Básicamente existen en el mercado siete tipos de renting, de acuerdo a las necesidades del usuario final. Estos son: vehículos, tecnológicos, maquinaria y utilería, equipamiento y proveedores. También están las opciones Rent to Rent y Rent Back.
El renting implica liberación del tiempo empleado en los coches, para ser dirigido a otras áreas de interés. Entre otras cosas, porque todo lo relacionado con averías, seguros, revisión y gestión en talleres está dentro de la renta.
Esta modalidad de financiación está dirigida a clientes de todo tipo, tanto jurídicos o empresariales, como particulares. Para las empresas que requieren pocos vehículos para mantener en marcha sus procesos operativos, este mecanismo facilita el manejo de sus recursos financieros.
La principal ventaja que trae a particulares es que les permite tener acceso a un vehículo de última generación, sin tener que realizar el gran desembolso inicial que implica adquirirlo como propio en una concesionaria.
Incluso en el contrato de arrendamiento se puede dejar abierta la posibilidad de que el usuario tenga la opción de comprarlo, al final del período establecido.
El pago de la cuota mensual incluye los gastos de mantenimiento del coche. Los usuarios deben hacerse responsables del combustible, así como cancelar el uso de autopistas de pago (peajes) y las multas que se pudiesen generar.
Además, de manera opcional se pueden incluir coberturas de seguro a todo riesgo, así como la posibilidad de sustitución del coche en caso de accidentes.
Las ventajas del renting para coches que disfrutará un particular no son diferentes a las de uno convencional en España. En realidad, los servicios que la empresa de renting nos suministrará serán los mismos.
Entre estos servicios, están: una póliza de seguros que suele ser a todo riesgo, revisiones y mantenimiento del coche durante todo el período, posibilidad de inclusión del cambio de ruedas, y la tramitación de impuestos y tributos.
La modalidad del renting de particulares suele diferenciarse del que se utiliza con empresas básicamente en lo que se ofrece. Normalmente, a las empresas se les exige una aportación al comienzo del contrato, a modo de entrada o depósito; para el renting de particulares, no suele existir esta exigencia de aportación inicial.
También hay que destacar las diferencias en lo referido a la duración del contrato. De los cuatro años que suele durar como mínimo el renting para empresas, será un año en el caso de particulares.
Como se puede suponer, no todo son ventajas. En el supuesto de clientes particulares no se podrá disfrutar de las ventajas fiscales que suelen tener las empresas y sociedades mercantiles, o incluso los autónomos.
Entre estas ventajas está la posibilidad de deducirse incluso la totalidad de lo abonado en las cuotas de algunos impuestos, como sería el Impuesto de Sociedades. Estas cuotas generadas por las pólizas se consideran gastos derivados de la actividad profesional y, por ello, generan el derecho a la deducción.
Otros inconvenientes del renting de coches para particulares son estos: