El problema de encontrar aparcamiento en las ciudades
Encontrar aparcamiento en las ciudades se está convirtiendo en un problema nacional. Según la Encuesta de Calidad de Vida y Satisfacción 2017, estacionar está entre los diez problemas que más agobia al conductor madrileño.
En Barcelona, ocho de cada diez encuestados aseguran que es estresante encontrar estacionamiento en el centro de la ciudad. Añadido a esto, 98% de los conductores aseveran que el parking es muy costoso. Valencia y Sevilla van por el mismo camino.
Las vías anchas y con cinco canales permiten la salida de muchos coches y los estacionamientos se llenan rápido; en las calles más concurridas, el tráfico se acumula y la situación puede ser tensa para los usuarios. ¿Cuál es el problema de raíz?, muy sencillo: hay poco espacio para tantas ruedas.
Encontrar aparcamiento en las ciudades ahora es más difícil
La irrupción de las ciclovías y la ampliación de las zonas para peatones tienen parte de responsabilidad en el asunto. La adecuación del espacio público a las normas de accesibilidad, está generando efectos segundarios.
Aunque la realidad sigue siendo que hay muchos coches y pocas plazas. Según estadísticas, las áreas de estacionamiento regulado en Madrid han otorgado más de 234 000 tarjetas a residentes. No obstante, solo existen 153 916 espacios disponibles, por tanto, ¿dónde aparcar si visitamos la capital de España?
Una de las soluciones está en la creación de aparcamientos en las afueras de las ciudades. Esta alternativa no siempre cuenta con total aceptación de los usuarios, entre otras cosas porque a veces no están asfaltados, por su lejanía respecto del centro de la ciudad, e incluso por tratarse de zonas con cierto riesgo en cuanto a la seguridad.
Los motoristas también están en problemas
Por lo general se habla solo de los automóviles, pero la problemática también es agridulce para los motoristas. Por ejemplo, en Barcelona se ha acabado la tolerancia para quienes dejan su moto en las aceras de la ciudad; actuará la grúa municipal y habrá multa.
Según la ley, solo se puede aparcar motos en las aceras que miden entre tres y seis metros de ancho. Este es un ejemplo más sobre los conflictos de interés que genera la adaptación a las normas de accesibilidad.
En Madrid también hay nueva Ordenanza de Movilidad. Un inconveniente cultural es que el motorista español está acostumbrado a aparcar en la acera; pero más allá de las costumbres, los espacios son cada vez más reducido.
Las dificultades para encontrar aparcamiento en las ciudades tienen que ver con un aspecto estructural de las mismas.
¿Cuál es la solución?
Desde los ayuntamientos pareciera cada vez se generan ordenanzas más restrictivas contra coches y motocicletas. La perspectiva es clara: la contaminación, el embotellamiento y la falta de puestos se debe a la proliferación de vehículos.
Llegados a este punto, fomentar el uso del transporte público, la bicicleta y las piernas se ha convertido en política pública prioritaria.
¿Son los ciudadanos quienes deben cambiar o la infraestructura de las ciudades? Presupuesto, espacios, política y derechos son temas centrales de este controvertido debate.
Claro que ya hay quienes están pensando en soluciones innovadoras: las nuevas Apps para facilitar el parking y automóviles autónomos podrían ser las alternativas más atractivas. Parece que en el futuro estarán los coches, pero no sus propietarios.
Dos soluciones
Las empresas de automóviles están tratando de dar soluciones y parece que eso será parte de sus servicios a futuro. En este orden de ideas, la compañía alemana Bosch está presentando dos alternativas innovadoras.
Lo primero es aprovechar la conectividad de los coches para crear mapas de aparcamiento colectivo. Esta lógica no es tan nueva, ya que Google Maps tiene una función para encontrar aparcamiento en las ciudades. En Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Alicante serán las primeras en disfrutar el servicio.
La otra solución de Bosch podría cambiar el parking en su totalidad; la marca está pensando en la creación de coches que localicen por si solos estacionamiento, después de transportar a sus dueños; una vez aparcado, el conductor sabría dónde encontrar su automóvil.
Desde aquí, el software se presenta como la solución a casi todos nuestros problemas. Pero el espacio disponible en las grandes ciudades no será superior por el hecho de que haya modernas aplicaciones informáticas.
Corresponde a las administraciones públicas favorecer una convivencia eficaz entre peatones, conductores de vehículos y el urbanismo público.