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El primer inconveniente ante el mal estado de los limpiaparabrisas no es una posible multa, sino la falta de seguridad en casa de lluvias por una posible reducción de la visibilidad
La falta de visibilidad es la causa principal por la que los conductores toman decisiones equivocadas durante un viaje en automóvil. De hecho, el 82% de los accidentes en carretera suceden por la noche o en malas condiciones de visibilidad.
Los días de lluvia, los choques aumentan en un 15% y casi el 20% de los accidentes mortales ocurren cuando nieva, llueve, graniza o hay neblina. De ahí la importancia de tomar medidas responsables por la seguridad de todos.
En las revisiones anuales al automóvil los limpiaparabrisas son clave; aunque no multan por no tener líquido, el mal estado de los limpiaparabrisas es considerado una falta grave y el resultado de la inspección es desfavorable.
No obstante, es importante mantener el depósito del agua en los limpiaparabrisas lleno por algún imprevisto meteorológico. Además, se recomienda no llenarlo con agua calcificada, porque puede llegar a obstruirse el dispositivo de salida.
Es preciso tener a punto el funcionamiento de los limpiaparabrisas, y observaremos algunas señales de su desgaste:
Cuando el vidrio queda completamente limpio o aparece un máximo de tres rayas en él, significa que están en buen estado.
Antes de cambiar el limpiaparabrisas, se aconseja comprobar si efectivamente están gastados o solo sucios. Si solo está sucio, la limpieza se realiza desmontando la escobilla del brazo del limpiacristales y limpiándola con un trapo humedecido con alguna de las mezclas propuestas a continuación.
Aunque los fabricantes recomiendan líquidos limpiaparabrisas especializados, la mayoría de estas sustancias comerciales contienen metanol, un químico tóxico y peligroso incluso en mínimas cantidades.
Y por ser un componente dañino para la salud y el medio ambiente, algunas personas prefieren evitar el metanol y fabricar ellas mismas sus líquidos limpiadores. Otra ventaja es que son de fácil elaboración y los materiales utilizados suelen ser de uso doméstico normal.
A continuación, veremos dos opciones de limpiaparabrisas caseros amigables con la salud y el medio ambiente, que podemos preparar en casa:
Verter el agua en el recipiente y agregar la taza de líquido limpiacristales. Mezclar muy bien los ingredientes y añadir la combinación al coche. Para comprobar su efectividad primero se puede hacer una prueba; esta se realiza humedeciendo un paño con la mezcla preparada y limpiando una esquina del parabrisas.
Verter el agua en el recipiente y luego agregar el detergente. Antes de manipular el amoniaco hay que ponerse los guantes para proteger la piel y elegir un lugar donde circule el aire. Una vez agregado el amoniaco, cerrar el recipiente y agitarlo muy bien hasta que se mezcle todo.
Para evitar que las mezclas propuestas se congelen en invierno, hay que agregar una taza de alcohol isopropílico o una taza de vodka de alta graduación. Como prueba de la efectividad del anticongelante, dejar un poco de la mezcla a la intemperie durante la noche. Si amanece congelada, agregar otra taza de alcohol o vodka.