¿Por qué miente tu velocímetro?

El velocímetro nos ayuda a medir y controlar la velocidad al conducir, su finalidad es indicar la velocidad a la que circulamos en cada momento, pero lo cierto es que siempre nos engaña
¿Por qué miente tu velocímetro?

Última actualización: 05 marzo, 2022

Un buen conductor siempre está pendiente del panel de control, para observar la temperatura del motor, el nivel del aceite y las revoluciones del motor. Es importante prestar atención sobre todo el velocímetro.

En algunos ámbitos se dice que este instrumento miente, pero con buena intención. Las industrias de automóviles cuidan a sus clientes y cumplen con las leyes de tránsito establecidas.

En ocasiones sucede que vamos transitando por vías interurbanas y al entrar en centros poblados, observamos una señal luminosa que indica la velocidad a la que circulamos. No te extrañes si te señala que vas a 46 km/h, a pesar de que momentos antes hemos visto el velocímetro que indicaba 70 km/h.

De esta forma, surge la duda: ¿el velocímetro está dañado? Al consultar, nos enteramos que el velocímetro miente, lo cual es parte del plan.

Límite de velocidad en los coches.

El hecho es que, por ley, ningún velocímetro debe marcar una velocidad menor a la que estamos circulando verdaderamente. Por esa razón, los fabricantes convienen en añadir cifras en vez de restarlas.

La industria del automóvil cuida de sus clientes

Los fabricantes de automóviles no desean que tengamos accidentes por mostrar en el velocímetro una velocidad más baja de lo normal. Es mejor pensar o imaginarnos que vamos rápido cuando en verdad vamos más lento de lo que pensamos.

Por otra parte, ir a menos velocidad de la señalada nos protege de multas que son detectadas por lo temidos radares. Gracias a este arreglo de los velocímetros, evitaremos las referidas multas,

¿Cuál es el margen de error de los velocímetros?

El margen de error del velocímetro de tu coche varía en función de la normativa que aplique. Por ejemplo, los coches estadounidenses y japoneses emplean una normativa que aceptan el 4%, por encima o por debajo de la velocidad real.

Pero, las marcas aseguran que la velocidad real siempre está por debajo a la señalada por el velocímetro. En el caso de la Unión Europea, exige que la velocidad real nunca sea inferior a la indicada por el velocímetro en su límite inferior, de acuerdo a la norma UN ECE.

Los radares con más multas de España

Razones que explican esa mentira piadosa

Entre las razones de este desajuste tenemos las siguientes:

  • La más importante es que la Ley lo contempla. Como lo dijimos anteriormente, la norma europea sobre la homologación de coches contempla que la velocidad señalada por el velocímetro de un coche nunca será inferior a la velocidad real.
  • En realidad, debe haber un margen de error máximo por arriba de la velocidad real de 10% + 4km/h. Por ejemplo, para una velocidad de 100 km/h, el límite de error máximo de nuestro coche será 14 km/h.
  • Otra manera de verlo es que, si nuestro coche indica 114 km/h nuestra velocidad real será entre 100 km/h y 114 km/h, pero jamás inferior a 100 km/h.
  • El propio funcionamiento del velocímetro es otro factor importante. La velocidad a la que anda un coche no se calcula midiendo el tiempo empleado en llegar dese un punto A hasta un punto B.
  • El velocímetro del coche, habitualmente, mide la rotación del eje secundario de la caja de velocidad o de cambios o de la rueda del coche; a partir de allí extrapola una velocidad por medio de una fórmula matemática.

La referencia del fabricante

Por lo general, los fabricantes se orientan por la medición a partir de una de las ruedas; sucede que el diámetro de las mismas se altera por exceso o defecto de presión, lo que genera que el cálculo de la velocidad finalice equivocado.

  • Razones emocionales. Si pensamos que vamos más despacio de la velocidad real, ello nos puede inducir a pisar el acelerador más de lo debido, incrementando el riesgo de accidente. Una cuarta parte de los accidentes automovilísticos se producen por exceso de velocidad, y multa.
  • La clave de aceptar este engaño está en reconocer que los cambios son por nuestro bien, por cuidarnos, por precaución, protección y seguridad en la conducción. Tenemos que ser conscientes de que esta pequeña mentira es seguridad, amparada por la Ley, para todos los que conducimos.

Para finalizar, aunque ahora sepamos que el velocímetro nos engaña y probablemente indique cifras superiores a las reales, no debemos arriesgarnos a pisar el acelerador más de lo debido.