Toyota GR86, el hermano pequeño del Supra mejora a su predecesor
La Toyota pasional de hace 30 años está de vuelta. Sin grandes alardes, una nueva era dorada de deportivos japoneses ha surgido y la llegada del nuevo Toyota GR86 es la confirmación de esta tendencia. Este es el tercer modelo en cartera de la firma de Aichi, que se suma al Toyota GR Yaris y el Toyota GR Supra.
Como en la generación anterior —conocida como GT86— el desarrollo del modelo ha corrido a cargo de Toyota y Subaru a partes iguales. A diferencia de la primera generación, esta vez solo el Toyota será comercializado en Europa. Las bajas ventas en este territorio no justifican traer también al nuevo BRZ, que por ejemplo, sí se venderá en el mercado americano.
La presencia de Gazoo Racing se deja notar en el nombre de todos los deportivos de Toyota.
El Toyota GR86 es el pináculo de la madurez estética
Visualmente, la agresividad de su predecesor ha dejado paso a una estética mucho más madura y suave, sin dejar de lado ese estilo característico de los japoneses. El frontal cambia la expresión por una gran boca central con 2 cortinillas laterales. Las ópticas muestran una forma más sencilla, pero son Full LED, con firma diurna en forma de boomerang.
Visto de perfil, lo más destacado del vehículo es el paso de rueda trasero marcado y la salida de ventilación de la aleta delantera. Este recurso estético permite extraer el exceso de aire del paso de rueda, con el fin de mejorar el comportamiento del coche. Curiosamente, la forma aplicada recuerda a la del Lexus RC F, hermanastro del GR86.
Por último, la zaga repite para las ópticas el diseño de boomerang visto en el frontal, mientras que la matrícula pasa del portón al paragolpes, que queda remarcado por una doble salida de escape. Pese a los cambios, las dimensiones se mantienen, con 4,26 metros de largo, 1,77 metros de ancho y 1,31 metros de alto, respectivamente.
Las llantas pasan a ser de 18 pulgadas, aunque siguen siendo estrechas para el tipo de coche que es, con apenas 215 milímetros de ancho de rueda.
Habitáculo para conductores modernos
Pasando al habitáculo del Toyota GR86, este modelo sigue la filosofía de «menos es más» y de que lo más importante es la experiencia de conducción sobre todo el resto de cosas. Por ello, las florituras decorativas —en las que cada vez invierten más los fabricantes— no tienen cabida en este coche.
Plásticos tirando a duros, nada de molduras de colores, freno de mano auténtico y controles físicos para la climatización son algunos de los rasgos distintivos de este modelo. No se necesita más para disfrutar al volante, pues el público al que está enfocado este coche valora precisamente que sea así y Toyota lo sabe.
Concebido como un 2+2, las plazas traseras de este coche son para adultos pequeños o niños. En la práctica, es un biplaza con maletero tras los asientos.
De todas formas, no perdamos de vista que es 2021. Incluso al conductor más quemado le gusta poner su música, guiarse con el Google Maps o consultar diferentes datos relativos al motor. Por ello, el modelo cuenta con un sistema de infoentretenimiento con pantalla TFT de 7 pulgadas —y conectividad con smartphones— y una instrumentación digital novedosa.
Toyota tampoco se olvida de la seguridad y, dado que Subaru ha colaborado en el proyecto, se aprovecha del equipo de asistencias EyeSight que la marca ofrece en todos sus modelos. En él se engloban todas las asistencias a la conducción necesarias, desde unas luces automáticas simples hasta la frenada de emergencia autónoma.
Un motor bóxer que por fin está a la altura
La pasada generación siempre adoleció de un propulsor muy poco voluntarioso, del que parecía que se extraían bastantes menos de los 200 CV anunciados. Criticado por esto hasta la saciedad, este fallo se ha corregido para el modelo de segunda generación. Ya no hará falta llevar el motor altísimo de vueltas en todo momento para que este responda bien.
Para comenzar, se ha instalado un propulsor completamente nuevo (D-4S). Sigue siendo un 4 cilindros bóxer producido por Subaru como parte del acuerdo entre ambas entidades, pero para ganar respuesta, la cilindrada aumenta hasta los 2,4 litros. De todas formas, se mantiene la aspiración natural.
La potencia del Toyota GR86 aumenta hasta los 235 CV y el par pasa a ser de 250 Nm a apenas 3700 revoluciones.
Con todo, la mejora de prestaciones es más que notable. El modelo supera los registros previos en más de un segundo en el 0-100 kilómetros/hora, pues para el crono en 6,3 segundos. Por su parte, se ofrecerán 2 cajas de cambios, manual y automática en opción, ambas de 6 velocidades.
Toyota ha trabajado en la rigidez torsional del chasis, con una mejora cuantificada de un 50 % respecto al GT86. Además del aumento de rigidez, el uso de materiales ligeros ha permitido reducir el peso total del coche, cifrado en 1270 kilos. Para comparar, son apenas 180 kilogramos más que un Mazda MX5 RF, mucho más pequeño.