Porsche 718 Cayman GT4 RS: el sueño de los puristas

Porsche al fin se ha atrevido a radicalizar su deportivo de entrada aplicando directamente el motor del 911. Nace así el tan reclamado Cayman GT4 RS.
Porsche 718 Cayman GT4 RS: el sueño de los puristas

Escrito por Juan

Última actualización: 25 agosto, 2022

Porsche lo ha hecho. Desde que el primer Cayman R viese la luz en 2010 la demanda por una versión más prestacional ha sido incluso exagerada. La segunda generación trajo consigo la variante deportiva GT4 que contentaba a algunos, pero siempre se quiere más.

Al fin ocurrió. Saluda al Porsche Cayman GT4 RS, la nueva bestia de Stuttgart.

Con elementos tomados directamente del Porsche 911 GT3, este pequeño matagigantes llega destrozando el crono en Nürburgring y una etiqueta que supera los 160 mil euros sin incluir extras ni el estupendo Weissach Package. Podemos referirnos a él como el último canto del cisne del Cayman antes de que llegue la tercera generación, esta vez en formato 100% eléctrico.

Porsche 718 Cayman GT4 RS: superior.
Vista cenital del Porsche 718 Cayman GT4 RS.

Aerodinámica al cuadrado

Visualmente el GT4 RS destaca por la revisión aerodinámica recibida que lo convierte casi en un coche de carreras sacado directamente del circuito. De hecho, se asemeja a la variante Clubsport que compite en la categoría GT4 de la FIA. También se inspira en el 911 GT2 RS, al que replica incluso en la librea utilizada en la presentación.

Para comenzar, el frontal recibe un nuevo splitter más agresivo con cortinillas laterales. Las nuevas tomas de aire del capó liberan parte del aire aspirado por la parrilla frontal, el cual también se desvía para refrigerar los frenos. Con tanto aire en las ruedas, se han introducido branquias de alivio en las aletas delantera, un detalle propio de los RS de Porsche.

Otros detalles característicos son las ventanas traseras sustituidas por branquias de admisión, el nuevo difusor posterior y un alerón de mayores dimensiones con anclajes de cuello de cisne. Las llantas, de 20 pulgadas, ahora se anclan a un buje monotuerca con tuerca central, como en la competición.

La nueva amortiguación lo coloca 3 centímetros más cerca del suelo que un Cayman normal.

Opcionalmente (casi de compra obligada) se puede equipar el paquete Weissach. Con el Weissach se añaden elementos tan interesantes como una jaula de seguridad fabricada en titanio, colas de escapea de titanio, llantas de magnesio forjado y más fibra de carbono (capó, retrovisores, tomas de aire del capó y laterales, alerón).

Porsche 718 Cayman GT4 RS: interior.
Interior del Porsche 718 Cayman GT4 RS.

Habitáculo

Repasando el habitáculo del GT4 RS los cambios que ha aplicado Porsche se centran en convertir este espacio en uno más deportivo y de calidad, con un talante más exclusivo. En esta ocasión se ha tenido que mejorar el interior casi por necesidad; el coche no será barato para ser el Porsche pequeño y el interior debe estar a la altura de la factura.

Con el ahorro de peso en mente se han suprimido las plazas posteriores quedando una estricta configuración de dos plazas. También se han sustituido los tiradores de las puertas por simples cuerdas y se ha utilizado menos cantidad de material insonorizante.

Los asientos deportivos tienen estructura de carbono y canales por los que colocar unos arneses de seguridad.

Sin contar el departamento Exclusive que hará realidad los deseos del comprador usando cualquier material que se desee, las molduras ahora son de fibra de carbono. Material que se combina a la perfección con el extendido uso de alcántara, el cual roba todo el protagonismo al cuero, quedando relegado este a parte de las puertas y asientos.

Porsche 718 Cayman GT4 RS: trasera.
Vista posterior del Porsche 718 Cayman GT4 RS.

Motor de 911, una joya

Tras la nueva fachada se esconde la joya de la corona, el propulsor. El GT4 RS monta el mismo bloque bóxer de 6 cilindros 4.0 atmosférico que utiliza Porsche  en el 911 GT3 y su variante de competición, el GT3 Cup. En el caso del GT4 la potencia se queda en 500 CV y 450 Nm de par, tan solo 10 CV menos que su hermano mayor.

Esta diferencia existe para mantener la supremacía del 911 y que no sea eclipsado por un modelo menor. Pese a todo, supone un incremento de 80 CV y 20 Nm respecto al GT4 tradicional. Lamentablemente para los más puristas tan solo se podrá pedir con la excelente transmisión de doble embrague PDK de siete velocidades.

Alcanza los 100 km/h en 3,4 segundos y una velocidad máxima de 315 km/h. Iguala así al GT3 en aceleración, y se queda a 3 km/h de distancia del mismo en punta. También se ha llevado a cabo una buena dieta a base de fibra de carbono para el capó y aletas, lunas más delgadas y menor insonorización. Con todo se ahorran 35 kg respecto al GT4.