Infiniti Q60, un cupé a la japonesa

Si buscas un coche deportivo pero con cierta practicidad para el día a día, los primeros que te vienen a la mente son modelos alemanes, pero si quieres algo exclusivo y que no lo tenga ningún vecino, este es tu coche
Infiniti Q60, un cupé a la japonesa

Escrito por Alberto Fuentes

Última actualización: 15 septiembre, 2018

La gama de la marca no estaría completa sin un cupé deportivo con el que plantar cara al Audi A5 cupé, BMW Serie 4 cupé y compañía. El Infiniti Q60 es uno de esos coches que rara vez te encuentras por la calle pero que cuando lo ves te llama gratamente la atención. Entonces, ¿por qué no se vende?

Diseño exterior del Infiniti Q60

Se parece bastante al coche del que procede, el Infiniti Q50, pero le sienta la mar de bien esa aire deportivo. Es seis centímetros más bajo que la berlina y diez centímetros más corto, pero sus aerodinámicas líneas le hacen parecer más largo de lo que es.

Infiniti Q60.

Para parecerse tanto al Q50 es sorprendente lo que mejora a primera vista, los pasos de rueda están más marcados, la parrilla es más grande y los focos más estilizados. La vista lateral es la de un auténtico cupé, con un gran capó y una caída del techo muy suave y gradual; toda una belleza.

La parte trasera es la más musculosa del modelo, con unos pilotos horizontales muy afilados y unos pasos de rueda muy traseros muy marcados que aumentan la sensación de anchura del coche. Estéticamente no tiene nada que envidiar a sus competidores de Mercedes, BMW o Audi.

Diseño interior

Por dentro es prácticamente el mismo coche que el Q50, con sus virtudes y sus defectos. Para empezar por la parte buena, es un interior de calidad y bien rematado. Todo está cuidado al detalle, con muchas superficies acolchadas.

Interior del Infiniti Q60.

La posición de conducción es bastante deportiva, lo que obliga a ir con las piernas bastante estiradas, pero cuenta con el espacio suficiente para que dos adultos de cualquier talla viajen con comodidad.

El punto negativo que más me preocupa es el sistema de doble pantalla del salpicadero, ya que es confuso y poco intuitivo. Además, la resolución es diferente entre ellas y se nota a primera vista; un detalle poco cuidado por los japoneses.

En cualquier caso, la comodidad aquí dentro no es inferior a la de sus rivales y solo se ve superado por el Mercedes Clase E cupé en este aspecto. A diferencia de los alemanes, no puede llevar extras como el cuadro de instrumentos digital, cosa que da un toque de modernidad al interior del coche.

Las plazas traseras del Infiniti Q60, como ocurre en este tipo de coches, son las más perjudicadas. El espacio para entrar y salir es muy reducido y la altura libre al techo hace que solo sea apto para niños o adultos de pequeña estatura.

El maletero tampoco es algo de lo que pueda estar orgulloso el Infiniti Q60, ya que cuenta con 342 litros, una cifra muy inferior a los 445 litros del Serie 4 Cupé o los 465 litros del A5 Cupé. Aun así, el portón hace que sea bastante aprovechable.

Motores y dinámica

El Q60 no cuenta con versiones diésel como si tienen sus adversarios más directos, ni con un sistema híbrido como algunos de sus compañeros de marca. Este tipo de estrategias solo consigue restar ventas.

Aun así, lo que ofrece no está nada mal para sacar jugo al coche. Está disponible con dos motores de gasolina, uno de cuatro y otro de seis cilindros. El de menor potencia es un 2.0 turbo de 211 CV que destaca por unas buenas prestaciones y una suavidad de funcionamiento de primer nivel.

Diseño del Infiniti Q60.

Con él, pasa de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanza los 235 km/h, por lo que potencia para pasar un buen rato tiene de sobra. Además, el consumo es muy ajustado para un coche con estas características y es fácil rondar los 8 l/100 km.

Por encima está un 3.0 biturbo de 405 CV de potencia, con el que consigue mejorar el sonido y la capacidad de aceleración a partes iguales. Pasa de 0 a 100 km/h en 5,0 segundos y alcanza los 250 km/h. Un BMW M4 de 431 CV es claramente más rápido que el Q60, pero también es casi 30 000 euros más caro.

Dinámicamente es donde más flojea el japonés, con una dirección demasiado artificial, incapaz de transmitir al conductor la información necesaria para llevar una conducción deportiva con seguridad. El peso tampoco está a su favor, y se ve superado por los alemanes en cuanto la carretera se retuerce.

Precio y conclusión

Parte de 48 400 euros, un precio similar al de un BMW Serie 430i automático de 252 CV. Esa es, sin duda, otra de las explicaciones de sus malísimas cifras de ventas. Si quieres competir con rivales más asentados que tu y ofreces menos por el mismo dinero…

Aun así, hay un detalle que poca gente valora, y más si te estás planteando un coche de estas características: la exclusividad. En eso pocos ganan al Infiniti Q60.