Volvo XC90, primera clase sueca

Con una gran calidad de rodadura en carreteras de alta velocidad, este sueco trae consigo, por fin, un diseño a la altura de competidores; fino y elegante, ofrece una imagen portentosa
Volvo XC90, primera clase sueca

Escrito por Alberto Fuentes

Última actualización: 22 mayo, 2018

La última actualización del Volvo XC90 se llevó a cabo en el año 2015 para sustituir a un modelo que había sido todo un éxito para la marca. Como no podía ser de otra manera, el recién llegado trae una dotación tecnológica y de seguridad de primer nivel, algo a lo que nos tiene acostumbrados la marca en sus últimos lanzamientos.

Estamos ante un todoterreno con escasas capacidades fuera del asfalto, algo muy habitual hoy día y que limita los beneficios off road a la tracción total y a una altura libre al suelo superior a la de una berlina. Si lo que estás buscando es un vehículo con grandes virtudes camperas, pero con cierto aire lujoso en su interior, las opciones se reducen al Toyota Land Cruiser y alguno más.

Diseño del Volvo XC90

El salto en cuanto a imagen se refiere respecto a la generación anterior es espectacular. Ha sido el primer modelo en enseñarlos la nueva filosofía estética de la marca y, hasta la fecha, sigue siendo el más bonito entre sus hermanos.

Con 4,95 metros de longitud, 1,92 metros de anchura y 1,77 metros de altura, estamos ante un vehículo muy grande, pero, a pesar de sus líneas suaves y elegantes, irradia una imagen muy poderosa.

El diseño de la parte delantera es el más novedoso, con una brillante parrilla redondeada y unos focos pequeños que dan ese aire minimalista que traen todos los Volvo de última generación.

Volvo XC90: trasera
Trasera del Volvo XC90.

La parte trasera hace un guiño a la anterior generación con la forma de los pilotos, pero con unas líneas mucho más elegantes y trabajadas. El conjunto del coche reúne lujo, poderío y elegancia por partes iguales. Todo un acierto de la marca sueca.

Diseño interior y habitabilidad

Nada más sentarte en las plazas delanteras, el Volvo XC90 te envuelve con esa sensación de lujo de la que hace gala la marca. Lo primero que llama la atención son las dos enormes pantallas, una en el cuadro de instrumentos y otra colocada en posición vertical en el centro del salpicadero.

Todos los controles se manejan a través de la pantalla principal, con una respuesta rápida y precisa, pero con un sinfín de funciones que abruman en los primeros minutos de uso.

El tacto del volante, los asientos, los reposabrazos… Todo está hecho para hacerte sentir como en casa, con una calidad de acabados a la altura de una gran berlina.

Volvo XC90: interior
Interior del Volvo XC90.

La segunda fila de asientos está en la media del segmento, con un espacio para las piernas notable y una anchura suficiente para albergar a tres adultos con cierta comodidad.

Opcionalmente, podemos equipar al Volvo XC90 con una tercera fila de asientos, aunque su uso se limita a niños o personas de no más de 1,70 metros de estatura, ya que son bastante justas y su acceso es incómodo.

El maletero tiene 671 litros de capacidad, un buen dato para acomodar el equipaje de toda la familia. Además, cuenta con numerosas soluciones para acomodar la carga y el acabado es sobresaliente.

Dinámica y motores

A pesar de sus grandes dimensiones y de poseer un centro de gravedad bastante alto, el Volvo XC90 se desenvuelve bastante bien en tramos de curvas para tratarse de un coche de su segmento. Aunque no llegue al nivel dinámico de un BMW X5, el sueco no defrauda, y nos permite afrontar puertos de montaña con garantías.

Aun así, la marca no creó este coche para buscar el límite de su chasis, sino para entregar el máximo confort a sus ocupantes. En carreteras rápidas es todo un prodigio de refinamiento. El sonido de rodadura apenas se deja oír en el interior y la suspensión filtra las irregularidades a las mil maravillas, aunque el rey del refinamiento sigue siendo el Q7.

En el apartado mecánico, Volvo ha echado toda la carne en el asador y ha dotado al XC90 de una amplia gama de motores gasolina, diésel y una híbrida enchufable.

  • Gasolina: parte de unos generosos 254 CV que extrae de un bloque de 2,0 litros turboalimentado. Con ese mismo motor también ofrece una variante con 320 CV, con el que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos.
  • Diésel: con dos litros de cilindrada, el motor de acceso de este modelo cuenta con 190 CV de potencia. Esta es la versión más vendida, gracias a la extraordinaria relación entre prestaciones y consumo. Por encima, y con el mismo motor, podemos aumentar la potencia hasta los 235 CV.
  • Híbrido enchufable: a la configuración 2,0 litros gasolina de 320 CV, Volvo ha añadido otro eléctrico de 88 CV para alcanzar juntos una cifra de potencia de 408 CV. Con semejante arsenal, este XC90 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 5,6 segundos, nada mal para un coche de 2 343 kilogramos de peso.
Volvo XC90 híbrido enchufable
Volvo XC90 híbrido enchufable.

Precio

Parte de 54 900 € que vale el Volvo XC90 con el acabado Kinetic y la versión D4 con 190 CV, hasta las 124 160 € que pide la marca por el modelo T8 con la configuración híbrida y el acabado Excellence con sus cuatro asientos de lujo.

Son cifras dentro de la media del segmento, pero los datos de ventas de momento no acompañan al modelo sueco. Luchar con rivales de la talla del Range Rover Sport, el Audi Q7 o el BMW X5 no es nada fácil y, hasta ahora, estos son los que se llevan la mayor porción del pastel.

Argumentos no le faltan y, ahora sí, la estética está al nivel de sus competidores, por lo que mercado tiene. Otra cosa es que los británicos y los alemanes estén de acuerdo.