Volvo S90, el coche de representación sueco

El salto del nuevo Volvo S90 respecto al anterior S80 ha sido espectacular; no cabe duda de que se trataba de un gran coche, pero su imagen se quedaba muy atrás respecto a sus competidores
Volvo S90, el coche de representación sueco

Escrito por Alberto Fuentes

Última actualización: 06 junio, 2018

En un segmento donde llevan más de 20 años reinando las berlinas de lujo alemanas, Volvo no ha tirado la toalla y lanza al mercado el nuevo Volvo S90, una enorme berlina con uno de los interiores más tecnológicos que puedes encontrar.

La guerra contra los todopoderosos Mercedes Clase E o Audi A6 en cuanto a ventas ya la tiene perdida, por lo que su principal rival es el Jaguar XF, otra que se encuentra entre las berlinas incomprendidas.

Diseño exterior del Volvo S90

Con este cambio radical de diseño, en el que ha sido modificado hasta el nombre, Volvo ha conseguido un vehículo con una imagen poderosa y convincente.

Volvo S90 de frontal.

 

El frontal cuenta con enorme morro y una parrilla en posición casi vertical, esto le añade ese carácter que antes no tenía. La limpieza de sus líneas consigue que la elegancia predomine sobre la deportividad, algo muy distinto a lo que le ocurre a un BMW Serie 5, por ejemplo.

Lateralmente, podemos ver una silueta con tres volúmenes muy definidos, algo que siempre ha gustado en una berlina de lujo, pero hace que parezca más largo de lo que realmente es.

La parte posterior es la más compleja y peculiar, con unos pilotos que son claramente Volvo, pero que no llegan a encajar del todo con la estética general de este Volvo S90. Aun así, en tema de gustos no hay nada escrito.

Diseño interior y habitabilidad

Nada más entrar en las plazas delanteras te invade esa sensación de calidez que solo un Volvo puede transmitir, todos los materiales empleados son muy agradables al tacto y lucen la combinación perfecta entre lujo y practicidad. El espacio en estas plazas es sobresaliente, y personas de gran altura se pueden acomodar sin problema.

Interior del Volvo S90.

El salpicadero destaca por la combinación de materiales diferentes que aportan un aire hogareño muy acogedor, pero a la vez, una enorme pantalla colocada en posición vertical nos recuerda que estamos en un automóvil con lo último en tecnología y conectividad.

En las plazas traseras no falta espacio para que dos adultos viajen con total comodidad, la plaza central es mucho más incómoda que las laterales pero, en este aspecto, está mejor resuelto que la mayoría de sus rivales. La calidad de materiales también está a muy buen nivel en la zona posterior y mantiene ese aspecto tan agradable que envuelve al S90.

El maletero tiene 500 litros de capacidad, una cifra un poco justa para tratarse de un coche de 4,95 metros de longitud, pero suficiente para acomodar el equipaje de la familia.

Dinámica y motores

Como ocurre con toda la gama actual de la marca, este Volvo S90 destaca por su buen hacer en carreteras rápidas. La insonorización del habitáculo y la suspensión inteligente hacen que afrontar largos viajes sea un verdadero placer. La sensación de aplomo es notable, al igual que el refinamiento en marcha, aunque no llega a la exquisitez de un Mercedes Clase E.

En vías lentas se nota mucho la longitud y el peso del vehículo, y un BMW Serie 5 le supera en todos los sentidos. Con esto no queremos decir que el Volvo S90 sea un coche torpe, pero la mayoría de sus rivales resuelven mejor los cambios de apoyo entre curva y curva, y cuentan con direcciones más informativas.

Respecto a las motorizaciones disponibles, la marca pone a disposición una escala de potencias muy bien estructurada, con la inclusión de una versión híbrida enchufable muy interesante.

Diseño del Volvo S90.

En gasolina parte de un bloque de 2,0 litros con turbo y 254 CV llamado T5, una opción muy recomendable por la buena relación entre prestaciones y consumo. Por encima, con la denominación T6, encontramos el mismo bloque pero con 320 CV, la opción más deportiva del modelo.

En diésel, la opción más asequible es el D3, que cuenta con dos litros de cilindrada y 150 CV. Proporciona un consumo de tan solo 4,3 l/100 km y unas prestaciones correctas. El D4 mantiene bloque pero aumenta la potencia hasta los 190 CV, quizás la opción más recomendable: acelera de 0 a 100 km/h en solo 8,2 segundos y mantiene el consumo del D3.

Con ese mismo motor, la marca también ofrece una opción con 235 CV (D5), con el que convierte al S90 en un coche muy veloz, capaz de completar el 0 a 100 km/h en siete segundos y ajustar el consumo a 4,8 l/100 km.

Como última opción tenemos el T8, la variante híbrida enchufable del Volvo S90. Viene de la unión del propulsor gasolina de 320 CV unido a motores eléctricos, con los que se ve aumentada la potencia hasta los 408 CV. Con él, pasa de 0 a 100 km/h en solo 5,2 segundos y es capaz de mantener un consumo medio de 1,9 l/100 km, una auténtica proeza.

Precio y conclusión

El Volvo S90 parte de 44 911 € que vale el D3 con el acabado Momentum y cambio manual, una opción muy recomendable por el buen equipamiento base que equipa. El tope de gama, con 76 627 €, es el T8 de 408 CV.

Son precios ligeramente superiores a sus competidores más directos, a excepción del Mercedes Clase E. Parte de esa diferencia la puede justificar con un equipamiento más completo pero, en un segmento donde el estatus de la marca es primordial, aumentar sus malas cifras de ventas no va a ser tarea fácil.