Mercedes-AMG SL 63 / 65

Dura competencia es la que tienen el Jaguar F-Type R o los Aston Martin Vantage o DB11, entre otros, con este gran turismo de elevada potencia –ronda los 600 CV– que permite que luzcamos dos variopintas versiones: la elegante y ostentosa, o la deportiva y 'bruta'
Mercedes-AMG SL 63 / 65

Escrito por Juan

Última actualización: 29 octubre, 2022

De igual forma que en la práctica totalidad de la gama de Mercedes, el gran turismo descapotable por excelencia de la firma, el SL, también se presenta con sus mejores galas una vez ha sido modificado por los ingenieros de AMG, la filial deportiva de la marca.

Se trata de un vehículo completamente pasional, de una compra sin razón como quien dice. Si bien es un excelente coche y cumple a la perfección su cometido, tal vez se encuentra un paso por detrás de sus rivales, como el M6 de BMW, el F-Type R de Jaguar o los Vantage y DB11 de Aston Martin, entre otros.

¿Lo quieres bruto u ostentoso?

Exteriormente, las principales diferencias con respecto a cualquier otro SL convencional son un kit de carrocería específico más deportivo, aerodinámico y con mayor refrigeración, diferentes diseños para las llantas y algún detalle más como los emblemas.

Sin embargo, es de agradecer el hecho de que existen dos posibilidades de personalización totalmente opuestas. Por un lado, el coche puede lucir deportivo y ‘bruto’, o bien puede configurarse para tener apariencia lujosa hasta lo ostentoso.

Todo depende de la versión que se elija. El look deportivo se lo queda el AMG SL 63, ya que todas las molduras decorativas van pintadas en negro brillante, un color que combina a la perfección con la idea de un vehículo de altas prestaciones.

En cambio, para el AMG SL 65 se han sustituido todas las molduras negras por un acabado cromado, que casa con un vehículo de representación y lujo; si bien entendemos que para un deportivo de más de 600 CV no termina de convencer, y más cuando vemos la factura que toca pagar.

Mercedes AMG SL 63 o 65: trasera
La trasera del Mercedes AMG SL muestra su deportividad con su imponente sistema de escape, de cuatro salidas.

Un habitáculo que invita a conducir

Otro cantar es el interior, que al brillante trabajo realizado en el SL corriente se le ha añadido un volante más grueso y unos asientos de corte deportivo firmados por AMG, que recogen muy bien el cuerpo y dotan al habitáculo de una apariencia mucho más juvenil y ‘racing’. Como no podría ser de otra forma, se han añadido materiales como la tela alcántara y la fibra de carbono.

Motores V8 y V12 turboalimentados

Es conveniente reseñar que, al igual que sucede en otros modelos de la firma, la versión AMG está disponible en dos niveles de motorización; y como detalle clave no cuentan con el mismo bloque.

La versión de acceso, el AMG SL 63 monta un propulsor V8 biturbo de 5,5 litros de cubicaje, que entrega una potencia total de 585 CV  y unos escalofriantes 900 Nm de par. La transmisión elegida es un cambio automático de 7 velocidades denominado AMG SPEEDSHIFT MCT.

Sus prestaciones son de infarto, y es que cubre el 0-100 km/h en tan sólo 4,1 segundos, cifra que podría ser ligeramente inferior de no tener una entrega de potencia más lineal, pero lo cierto es que tanto par se hace notar. Por su parte, la velocidad máxima está limitada a 250 km/h electrónicamente.

En lo que respecta al AMG SL 65, equipa un enorme propulsor V12 biturbo 6.0 —una especie en extinción— y este entrega la brutal cifra de 630 CV, y alcanza la barrera de los 1 000 Nm de par. Toda una bestia para quemar neumáticos. A diferencia de los SL convencionales, esta versión cuenta con una transmisión diferente al otro modelo, en este caso la caja AMG SPEEDSHIFT PLUS 7G-TRONIC.

Mercedes AMG SL 63 o 65: lateral
Elegante y deportivo al mismo tiempo, la combinación de colores del Mercedes AMG SL puede darle un toque lujoso y juvenil al mismo tiempo.

Las prestaciones del AMG SL 65 no son mucho mejores que las del AMG SL 63, y es que no se reflejan en sus cifras. La aceleración apenas mejora una décima (ahora 4,0 segundos exactos) y la velocidad se mantiene limitada a 250 km/h. De nuevo, tal cantidad de par pasa factura si la potencia no se transmite de forma controlada, así que la tracción total 4Matic sería perfecta para este coche.

Disponible a partir de 195.325 euros

La lista de precios es un tanto interesante en el caso del coche que nos concierne, y es que la diferencia entre la versión V8 y la V12 es de casi 100.000 euros. Con un AMG SL 65 partiendo de los 290.350 euros, es difícil encontrar alguna razón por la que elegir este y no el pequeño, ya que como hemos visto anteriormente, las diferencias se limitan a un extra de potencia que apenas repercute en el rendimiento real y algún detalle estético menor.

En general, tanto por sus prestaciones como por el rango de precios en el que milita este SL tan especial, es un duro rival para un compañero de casa, el espectacular AMG GT. ¿Cuál elegir? Depende de varios factores, sin contar que uno pueda gustarte más que el otro visualmente.

Entre estos factores se encuentra el equipamiento de tecnología más moderna y un superdeportivo biplaza que es perfecto para circuito o un cómodo gran turismo con el que tener la posibilidad de correr todo lo que se quiera y más. En caso de querer esto último, el AMG SL es tu coche.

Datos del Mercedes-AMG SL

  • 2 puertas
  • 2 plazas
  • Maletero: 356 litros (235 litros con la capota bajada)
  • Tracción trasera
  • Motores V8 5.5 y V12 6.0 con potencias de 585 CV y 630 CV, respectivamente
  • Consumo y emisiones: desde 9,8 l/100 km y 229 g/km de CO2
  • Cambio automático de 7 velocidades
  • Precio: desde 195.325 euros