¿Qué hacer con tu coche en caso de siniestro total?

Cuando un coche se declara siniestro total, es habitual que una aseguradora intente 'colarnos' una indemnización menor a la que debería, bien como causante o como víctima del accidente
¿Qué hacer con tu coche en caso de siniestro total?

Última actualización: 29 octubre, 2022

Después de sobrevivir a un fuerte accidente de tráfico, la frase que da más miedo escuchar es ‘siniestro total’. La experiencia dice que este estatus puede ser más beneficioso para las aseguradoras que para los asegurados.

Pero… ¿por qué la mala fama de esta frase? En un universo perfecto, esto debería significar que la compañía de seguros nos compre otro coche, o que repare el nuestro. En la práctica, no existe cosa más lejana a la realidad y a continuación explicaremos el porqué.

Declaración de siniestro total, ¿qué implica?

Pasado un accidente de tráfico, lo primero que hacemos es contactar con la aseguradora y reportar el suceso. A partir de aquí, se activan una serie de trámites que llevan a la compañía a determinar el valor de los daños. Esto lo realiza un perito especializado, que por supuesto trabaja para quienes nos ofrecieron la póliza.

Cuando los daños son demasiado graves, estos especialistas suelen declarar que el automóvil está en estado de ‘siniestro total’. Muchos creerán que esto significa que el daño es irreparable y, por eso, recibirán un cheque.

La verdad es que este status de siniestro total solo significa que el valor de la reparación supera la cantidad que fijada por el seguro para este tipo de incidentes.

El problema está en que la compañía de seguros no nos dará más de lo pactado en la póliza. Es entonces cuando el asegurado se da cuenta de que recibirá menos de lo que necesita para tener su coche de vuelta. Lo peor es que las aseguradoras pueden asumir una responsabilidad monetaria aún menor.

Choque de dos coches con graves daños.

El problema de la letra pequeña

En la práctica, en España la declaración de siniestro total suele ser algo favorable para las aseguradoras. El problema está en las estipulaciones que estas empresas colocan en medio de la contratación de los planes. Muchas veces, las disposiciones desfavorables están escritas en letras pequeñas o enredadas.

A decir verdad, una aseguradora puede declarar siniestro total cuando el valor de la reparación supere el 75 % de lo estipulado. Es decir, que incluso no siendo ‘total’ el daño, pueden darnos menos de lo que necesitamos.

También está la opción del reembolso para comprar un coche nuevo, pero aquí las desventajas pueden ser mayores. Difícilmente la compañía nos dará la totalidad del coste del coche como nuevo en el mercado. Siendo sinceros, las cantidades que ellos dan también se fundamentan en conceptos favorables para sus negocios.

Valor venal o lo que vale tu coche para la aseguradora

El inconveniente siempre está en lo que vale nuestro automóvil para la compañía de seguros. Para nosotros, el valor se puede acercar a lo que el concesionario pide por el coche. Pero para la compañía de seguros suele valer mucho menos que eso.

Todo esto nos lleva al concepto de valor venal, el cual suele ser la base de las compañías a la hora de pagar indemnizaciones. Este es el precio que tiene un vehículo si se comprara considerando su antigüedad.

Recordemos que los coches se deprecian con el tiempo; queda claro que de alguna forma es justo que las compañías no paguen el precio como si fuera un vehículo recién sacado de la casa.

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Hay otros conceptos que pueden ser aplicados por la aseguradora, como el valor venal mejorado. Aquí viene el dilema: con el dinero que nos dan… ¿pedimos la reparación o la indemnización?

Lo importante es revisar de nuevo

Hasta aquí debemos tener claro que la aseguradora siempre buscará la manera de darnos menos. Lo siguiente es que nosotros velaremos siempre por no quedarnos sin coche, o con uno de menor calidad. Así que lo primero es escuchar lo que nos darán y realizar consultas en el mercado.

Hay que recordar que no tenemos que quedarnos con la revisión realizada por el perito de la compañía de seguros. Siempre está la alternativa de acceder a la opinión de un perito independiente; con esto podemos realizar otro tipo de reclamación y acceder a la vía legal.

Para finalizar, no es igual ser el que ocasionó el accidente que la víctima. En el primer caso, ocasionar un siniestro total podría significar que parte del coste de reparación corra por nuestro bolsillo.

Añadido a todo lo anterior, siempre habrá otros gastos que tendremos que asumir, incluso siendo las víctimas. Por todo lo dicho, nunca está de más tener la asesoría de un abogado.