Mazda CX-3, la belleza por encima de todo

Mazda ha puesto todo el peso en una estética muy lograda, diferente al resto con un toque deportivo que no alcanzan sus competidores
Mazda CX-3, la belleza por encima de todo

Escrito por Alberto Fuentes

Última actualización: 17 abril, 2018

Este es el segmento de moda, los SUV urbanos como este Mazda CX-3 reinan en nuestras calles. Son pocas las marcas que no tienen uno, o incluso dos representantes en sus filas para exprimir al máximo esta nueva tendencia.Con rivales como el Peugeot 2008, Opel Mokka X o Fiat 500X, no te puedes dormir.

Diseño

Con 4,27 metros de longitud, está ligeramente por encima de la media, pero no es el más grande de la categoría. El Opel Mokka X mide lo mismo, pero un Toyota HR-V sube hasta las 4,29 metros.

Frontal del Mazda CX-3.

El frontal del Mazda CX-3 es la parte más espectacular del coche. Con un morro de grandes dimensiones (para las medidas del vehículo) y unos focos muy afilados, da una sensación de deportividad impropia de este segmento, donde predominan las formas suaves y curvas, como en el Renault Captur.

La vista lateral también sigue la tendencia cupé del coche, con una caída muy pronunciada del techo. Los pasos de rueda muy marcados y protegidos en plástico negro dejan entrever un cierto toque todoterreno, algo que desde luego no es.

La parte trasera es parecida a la del Mazda 2, con aspecto deportivo y agresivo. Añade un protector de plástico en la parte baja del paragolpes, muy al estilo SUV.

Interior

Como sus hermanos de gama, este Mazda CX-3 sigue una línea minimalista en el interior. Tanto es así, que a primera vista parece que le faltan componentes básicos en todos los salpicaderos, pero están.

Interior del Mazda CX-3.

Por ejemplo, la salida de ventilación central derecha. Todo se controla mediante la pantalla central táctil del salpicadero, colocada en una posición inmejorable.

En las plazas delanteras todo va bien, son espaciosas y todo está en su sitio. Aquí es fácil conseguir una posición de conducción cómoda por los amplios reglajes de sus buenos asientos y del volante. La calidad de materiales del habitáculo está por encima de la media, con unos ajustes muy conseguidos.

En las plazas traseras es donde empiezan los problemas: es, con diferencia el SUV de sus dimensiones menos espacioso en esta fila de asientos. En todas las cotas destaca por la falta de espacio, con cifras más propias de un coche de 3,5 metros de longitud.

En el maletero, con 350 litros de capacidad, tampoco destaca. La forma de la carrocería desde el pilar B hacia atrás no beneficia el espacio interior, Mazda ha prevalecido la belleza por encima de la utilidad.

Dinámica

Este Mazda CX-3 se conduce igual que un compacto, la altura demás no se le nota al volante y esto es lo mejor que se le puede decir a un SUV.

En carreteras amplias, el Mazda se mueve con aplomo y una estabilidad lineal que hace que pasar horas al volante no sea cansado.

En carreteras con curvas pronunciadas la puesta a punto del chasis y la suspensión hacen que el coche gire bastante plano para tratarse de un coche con sus características. La suspensión es firme pero cómoda, no compromete el confort de los pasajeros pero sujeta muy bien la carrocería del coche y apenas balancea.

Motores

El abanico de motores es bastante reducido si lo comparamos con sus competidores, contando con un total de tres opciones entre diésel y gasolina.

Motor del Mazda CX-3 Skyactive.
  • Gasolina: la marca japonesa pone su confianza en el bloque de dos litros, con dos niveles de potencia disponibles: 120 y 150 CV. Cualquiera de los dos es plenamente satisfactorio por prestaciones y el primero es mejor en consumo (5,9 litros a los 100 km frente a 6,4 litros el de mayor potencia). Siguiendo la filosofía de Mazda, los motores gasolina no disponen de turbo.
  • Diésel: Mazda solo nos ofrece el motor de 1,5 litros diésel con 105 CV de potencia. Con tracción a dos o cuatro ruedas, este motor mueve con dignidad al Mazda CX-3, pasando de 0 a 100 km/h en 10,1 segundos con cambio manual y tracción delantera.

La opción que más nos gusta para este modelo es el gasolina de 120 CV, pero cualquiera de las tres es muy buena opción.

Precios

Parte de los 20 345 € que cuesta el 2.0 litros de 120 CV con el acabado Style hasta los 28 080 € que vale el 2.0 de 150 CV gasolina con el acabado Luxury, cambio automático y tracción a las cuatro ruedas.

Son precios altos para el tipo de vehículo, la mayoría de sus rivales son más económicos. Su equipamiento de serie es abundante pero no justifica la diferencia de precio.

Imagen trasera del Mazda CX-3.

Conclusión

Bajo nuestro punto de vista, y esto es totalmente personal, es el SUV urbano más atractivo del mercado. En este tipo de coches, la estética es muy importante; tanto, que estamos dispuestos a pagar más por prácticamente lo mismo que nos ofrece un utilitario del segmento B.

Este Mazda CX-3 tiene lo que buscas si lo que te gusta es atraer las miradas y disfrutar de una buena dinámica en carretera, pero deja de lado otros apartados como la practicidad. Reflexiona sobre lo que necesitas, y si te encaja, no lo dudes, es un buen coche.