Los coches más influyentes de la década
Durante la recién concluida década del decenio hemos asistido a la llegada de numerosos coches que por sí solos han instaurado nuevos segmentos o han llegado a cambiar la percepción del público ante tecnologías a las que eran reacios. Hemos reducido la lista a cuatro, los que pensamos que han sido los coches más influyentes de la década.
Cada uno, por sus razones, no se parecen en nada a los otros, y es que pertenecen a segmentos muy diferentes. Sin embargo, todos ellos comparten un detalle: significaron un antes y un después.
Nissan Juke
El Nissan Juke llegó en 2010 al mercado en una arriesgada apuesta del fabricante nipón. Su diseño te gusta o lo odias, y con la barrera del millón de unidades superada a mediados de 2018 queda claro que gustó y mucho. Con semejante éxito no dejó opción al resto de fabricantes: debían crear SUV pequeños de estética atractiva.
Con más de 1 millón de unidades vendidas y todo un segmento creado por él, le vale el título de ser uno de los coches más influyentes de la década.
Gracias a la exitosa carrera comercial del Juke, el segmento B-SUV ha sido uno de los más explotados en los últimos años, y es que ha experimentado un crecimiento pocas veces visto en la industria. Ahora la práctica totalidad de los fabricantes cuentan con al menos un integrante en este segmento, dos en algunos casos, como Hyundai con el Kona y el Venue.
Tesla Model S
Hablar de coches eléctricos lleva siempre a hablar de Tesla. Su segundo modelo en fabricarse en serie, el Tesla Model S, llegó al mercado en 2012 y cambió por completo la forma en la que se veían los coches eléctricos. No solo era bonito, sino que era práctico, lujoso, potente y con mucha más autonomía que cualquier otro eléctrico.
Cierto es que no es el más vendido. Este título va para el Nissan Leaf, el cual ha logrado mejores ventas gracias a un precio mucho más bajo.
Aun con todo, si hay un vehículo que cambió la mentalidad del público sobre este tipo de coches, ese es el Tesla Model S. También fue pionero en cuanto a las grandes pantallas y en las actualizaciones de software gratuitas vía WiFi.
Hay que recalcar que el éxito del Model S se ha visto frenado por la llegada de su hermano pequeño, el Tesla Model 3. Este se ha posicionado como el best seller del fabricante, y es que ha alcanzado el 80 % de las ventas globales de la marca californiana.
Mercedes Clase A
Puede parecer extraño que el Mercedes Clase A de tercera generación esté en esta lista, y del mismo modo lo hace su versión prestacional, el A45 AMG o AMG A 45, como pasó a conocerse tras el restyling. Con la llegada en 2012 de este compacto algo pasó en Mercedes, y es que sus diseños pasaron a ser más agresivos y juveniles.
El objetivo de esta estrategia era la de reducir la edad media de los compradores de la marca, algo que han conseguido sobradamente. En su versión AMG terminó ofreciendo hasta los 421 CV de la versión ‘S’, lo que instauró una guerra de potencias que aún se mantiene. Incluso Volkswagen coqueteó con la posibilidad de un Golf R de 400 CV.
Muchos han sido los compactos deportivos que han inflado sus cifras de potencias siguiendo los pasos del A45 AMG.
Ford Mustang
De todos los deportivos, el Ford Mustang ha sido uno de los coches más influyentes de la década. En su última generación, el pony car por excelencia pasó a ser un coche de carácter global para llegar a muchos mercados más allá del americano, entre ellos el nuestro.
No solo demostró que en Europa había mercado para este tipo de coches, pues lideró la lista de ventas de su segmento durante mucho tiempo. En su país local abrió los ojos a muchos, ya que técnicamente incorporaba soluciones para nada típicas de un coche americano.
Además, rompió el estigma de que un Mustang no utilice su mítico V8 5.0. Si bien el modelo de acceso siempre fue un V6, en esta generación pasó a utilizarse un bloque de cuatro cilindros Ecoboost de 2,3 litros. Considerado una herejía, ha terminado siendo un salvavidas que ha abierto las puertas de muchos aficionados que no quieren llevar una gasolinera consigo.