Lotus Evija, 2000 CV que valen el título de más potente del mundo
Mucho ha llovido desde la última vez que Lotus sorprendía con un nuevo lanzamiento. Han sido muchos años viviendo a base de pequeñas actualizaciones y ediciones limitadas de todo tipo. Con la llegada del nuevo Lotus Evija se rompe esta tendencia para bien y, dicho sea de paso, se le mete el miedo en el cuerpo a los rivales.
Su producción estará limitada a 130 unidades, a razón de 1,9 millones de euros cada una. Completamente personalizables, la tirada pronto se agotará, más cuando la firma británica dice admitir ya los primeros pedidos, previo depósito de 310 000 euros. Las entregas comenzarán en 2020.
Se trata del primer eléctrico de la marca, que se estrena a lo grande en el segmento.
Belleza dictada por la aerodinámica
Cuando se antepone la aerodinámica para el diseño de un deportivo pueden surgir bestias cuestionables como el McLaren Senna, muy bueno pero no especialmente bonito, o maravillas como el Aston Martin Valkyrie y el Lotus Evija que nos ocupa. Desde el primer vistazo, queda claro que el viento ha jugado un papel fundamental.
Sus sensuales curvas comparten protagonismo con las decenas de aperturas que tiene su carrocería, plagada de estratagemas pensadas para mejorar el flujo del aire y pegar el coche al asfalto. Las canalizaciones de su frontal y el perfil llegan hasta la zaga, en la cual destaca su gran difusor y sus minimalistas grupos ópticos.
Los retrovisores laterales son cámaras plegables, mientras que para el retrovisor central la cámara se sitúa sobre el portón trasero.
Desapercibido en parado, su alerón retráctil cuenta con la función DRS, una idea tomada de la Fórmula 1. La personalización también será importante. El jefe de diseño hace alusión a que podrán hasta aplicar elementos metálicos a la fibra de carbono poniendo de ejemplo los emblemas, los cuales no sobresalen de la carrocería.
El revolucionario interior del Lotus Evija
La espectacularidad del exterior se extiende al habitáculo, lo que nos mantiene las pulsaciones muy arriba. Junto con el Pininfarina Battista, el Lotus Evija es de los pocos eléctricos que de verdad nos han emocionado. No metemos en la comparativa al Tesla Roadster, ya que por el momento todo el proyecto se basa en promesas.
De vuelta al Lotus, su habitáculo deja claro que se ha recortado todo el peso posible, y es que se huye de elementos superfluos y se va a lo importante. Dos plazas, un volante, una delgada consola central flotante de botonera táctil, una transmisión controlada por botones y un llamativo display digital para el cuadro de mandos.
La ausencia de espacio para más controles es real, por lo que Lotus ha decidido montar una segunda consola en el techo.
2000 CV y 400 kilómetros de autonomía
Si hay algo que sorprende del Lotus Evija es su tren motriz. No solo por tratarse del primer vehículo eléctrico de la marca, sino por sus especificaciones, las cuales le valen el título del coche más potente del mundo. Su condición de eléctrico se suma al detalle de que cuenta con tracción total inteligente.
Dicho reparto de par entre todas las ruedas se debe a que hace uso de cuatro motores –uno por cada rueda– de 500 CV de potencia cada uno para un total de 2000 CV y unos escandalosos 1700 Nm de par. Con semejantes cifras, sus prestaciones son de infarto: 0-100 km/h en menos de 3 segundos y una punta de 320 km/h.
El peso del conjunto es de solo 1680 kilos, de los cuales 129 corresponden al monocasco de fibra de carbono.
Tratándose de un eléctrico de altas prestaciones, su peso es bastante reducido. Para lograrlo, ha jugado con materiales ligeros, así como con las baterías de su propulsor. Estas son de solo 70 kWh, poco para lo que se destila hoy en día; superar los 100 kWh es casi obligado… Tesla es el ejemplo perfecto.
Pese a la falta de capacidad frente a otras baterías, juega la baza de su menor peso, mientras que la autonomía no se ve mermada como podría esperarse, con 400 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP. Obviamente, para lograr estos registros habrá que conducir con mucho mimo, algo complicado con tantos caballos electrificados listos para atacar.
La carga del Lotus Evija
Otro punto que cabe destacar es la innovación en el sistema de carga de las baterías. Lotus se ha adelantado en el tiempo y ha desarrollado un equipo capaz de admitir cargas de 800 kW, cuando el máximo disponible a día de hoy es de 350 kW en los cargadores más capaces. Toda una proeza de los británicos, a quienes hay que reconocerles el trabajo.
Una vez se disponga de cargadores de 800 kW, el Lotus Evija podrá cargarse por completo en 9 minutos.
Ya con los pies en la tierra, con un cargador de 350 kW solo harán falta 18 minutos para completar la carga. Es de esperar que cuente con adaptadores para conexiones de menor potencia, pero la marca no ha facilitado datos al respecto.
El resurgir de Lotus gracias a China
En 2010 Lotus vivió un sueño con la presentación de hasta seis prototipos que adelantaban futuros modelos con los que cubrir casi todas las parcelas del mercado de los deportivos. Decimos ‘sueño’ porque todo aquello quedó en papel mojado y con una gran inversión perdida que casi termina con la marca.
Prácticamente una década después, la situación es muy diferente. Si bien la marca sigue viviendo a base de ventas testimoniales de modelos más que desfasados –aun siendo productos eficaces en sus quehaceres–, ahora cuentan con el apoyo y financiación de Geely, quien también son los dueños de Volvo.
La llegada de dinero supone mejoras en la investigación y desarrollo, y el Lotus Evija es el primer resultado. Más adelante, llegará el muy rumoreado –y denostado– SUV con el que pretenden rivalizar con el Lamborghini Urus, entre otros. Eléctrico, SUV, poco o nada tiene que ver con el pasado de la marca, y es que a partir de 2020 Lotus forjará una nueva historia.