Ford Focus ST 2019, el último compacto deportivo en unirse a la fiesta
Ford sigue ofreciendo en su gama algunos de los coches con mejor dinamismo del mercado. Es por ello que cuando los del óvalo azul presentan un nuevo modelo de corte deportivo, el mundo del motor se detiene, lo analiza y, casi con total seguridad, lo aplaudirá. Con el nuevo Ford Focus ST 2019 la historia se repite.
No hace ni un año que conocíamos a la cuarta generación del Ford Focus y, como adelanto para el Salón de Ginebra, la firma americana presenta la reinterpretación deportiva de este. Se suma así al popular segmento de los compactos deportivos, donde se codeará con veteranos en la materia –SEAT Leon Cupra– y novatos, como el Hyundi i30 N.
Estética del Ford Focus ST
Como sucedió anteriormente con el Ford Fiesta ST, las diferencias existentes entre un ST-Line y un ST de verdad se han reducido a su mínima expresión, especialmente en el frontal. Aun así, estamos hablando de que el nuevo Ford Focus va bien ataviado con un traje específico.
Las enormes parrillas estrenan entramado, mientras que el paragolpes, de formas similares a las del ST-Line, cuenta con zonas en color grafito que desembocan en una restilizada zona en la que se ubican los faros antiniebla. El conjunto se completa con unas sutiles pero bien rematadas taloneras laterales.
Monta llantas de 19 pulgadas, cuyo diseño es exclusivo para el Focus ST, al igual que las pinzas de freno pintadas en rojo.
Lamentablemente, ha perdido esa característica salida de escape central.
La zaga cuenta con un generoso spoiler y un difusor con elementos pintados en el color de la carrocería. Esta puede ir pintada en Ford Performance Blue, Orange Fury, Frozen White, Magnetic Grey, Race Red, Ruby Red y Shadow Black.
Para esta cuarta generación se ha desechado la controvertida salida de escape central a favor de una salida doble mucho más tradicional. Todavía peor, estas no destacan en absoluto al carecer de cromados en la cola final. También hay que destacar la supresión de los anagramas Focus, que dan protagonismo al logo ST.
Habitáculo sobrio y deportivo
El modelo convencional ganó un habitáculo muy bueno en esta última generación, por lo que las diferencias con este Focus ST son mínimas. Aun con pocos cambios, el espacio interior ha ganado en deportividad, aunque quizás el exceso de negro y el hecho de compartir molduras con el resto de los Focus lo hace más sobrio de lo deseado.
Las novedades se reducen a un volante más grueso y achatado en su parte inferior, con el logo impreso. A este se le suman unos estupendos asientos deportivos firmados por Recaro, con grandes orejeras para una mayor sujeción lateral. Su tapizado en cuero los hace pasar más desapercibidos, pero son el punto fuerte del habitáculo.
La pantalla central de 8 pulgadas con SYNC 3 aquí forma parte del equipamiento de serie.
280 CV y diferencial eLSD
Tal y como viene ocurriendo en generaciones previas, el Ford Focus ST podrá estar motorizado por mecánicas gasolina y diésel. De este último solo se conoce que se trata de un 2.0 EcoBlue de 190 CV y cuatro cilindros. Sin datos en la mano, parece una actualización del usado anteriormente, con una ganancia de 5 CV.
De la motorización que Ford sí ha hablado largo y tendido es la de gasolina, la más interesante. Sobre la base de un bloque de cuatro cilindros de 2.3 litros EcoBoost, tenemos a nuestra disposición 280 CV de potencia y un par motor de 420 Nm.
La ganancia de potencia ha sido de 5 CV en el ST diésel y de 30 CV en el ST gasolina.
Promete un 0-100 km/h inferior a los seis segundos, pero no se conoce la cifra exacta. Ambos podrán equipar un cambio de doble embrague de 7 velocidades, pero de serie vendrá con un –recomendable para conducción deportiva– cambio manual de 6 relaciones.
Es con esta última caja de cambios cuando podremos disfrutar de un sistema que hará la maniobra punta-tacón de forma automática. También incluye un sistema antilag para el turbo, una herramienta que ya vimos sin salir de la casa, en el Ford GT.
Las llantas de 19 pulgadas vienen calzadas con unos Michelin Pilot Sport 4S ¡de serie!, y recubren discos de freno de 330 milímetros.
Al igual que el incremento de potencia, otra de las novedades más importantes del Ford Focus ST 2019 nos lleva a hablar del diferencial autoblocante. Ford lo ha apodado eLSD, un sistema que, gracias a varios discos de embrague puede enviar toda la potencia a una sola rueda del eje delantero.
Con el eLSD Ford ha ganado motricidad y dinamismo en carreteras reviradas, algo a lo que también contribuye la nueva suspensión adaptativa CCD, cuya respuesta a las irregularidades se produce cada dos milésimas.
Futuro alentador
Quedará por ver si Ford se atreve a ofrecer una variante todavía más prestacional del Ford Focus ST dentro de un tiempo. Es una tendencia en el segmento de los compactos deportivos el ofrecer varios niveles de potencia e incluso modelos completamente diferenciados.
En el caso del americano puede que esto no ocurra por temor a canibalizar las ventas del futuro Ford Focus RS, del que apenas se conocen datos a día de hoy. Sin embargo, otros como el Volkswagen Golf sí que dividen su gama deportiva en varios niveles.
El Volkswagen Golf GTI haría las veces de Ford Focus ST, mientras que el Volkswagen Golf R hace lo propio con el Ford Focus RS. Hasta aquí todo bien, pero los alemanes ofrecen el Volkswagen Golf GTI Clubsport, a medio camino de los otros dos: se acerca en cuanto a potencia al R, pero mantiene la tracción delantera.
¿Se atreverá Ford a desarrollar un Ford Focus a medio camino del ST y el RS?
Hasta que se aclaren las cosas sobre el futuro deportivo del Ford Focus, nos quedamos con los precios para España. Por el momento, son necesarios 35 150 euros para un Focus ST EcoBoost de 280 CV y cambio manual. Quedamos pues, pendientes de saber las tarifas de los ST diésel.