Ferrari Purosangue, el primer SUV de Maranello llega con corazón V12
“Nosotros no fabricaremos un SUV” dijo Ferrari cuando el éxito de este tipo de vehículos ya obligaba a todo fabricante a contar con uno. No fueron los únicos en mostrar su rechazo, pero si han sido los últimos en sucumbir. Lamborghini con el Urus, Bentley con el Bentayga y ahora el Ferrari Purosangue se une a la lista.
Supone la mayor ruptura con lo conocido en el fabricante italiano en sus 75 años de historia. En efecto, será el modelo más caro de la gama sin contar ediciones limitadas. También supondrá el fin del conocido propulsor V12 atmosférico. Un todocamino muy enfocado a la carretera que ridiculizará sin dudarlo a más de un deportivo.
Con un precio de partida que roza los 400.000 euros, será fácil configurar unidades de medio millón.
Un SUV de carretera
Con la boca abierta ha dejado Ferrari a todo el mundo en su presentación. Fácilmente identificable como un Ferrari, el Purosangue presume de un excelente trabajo de diseño que combina con tino el último lenguaje estético de la marca con las proporciones y formas de un SUV.
Sustituto del Ferrari GTC4 Lusso, evoluciona el concepto estrenado por este. Mientras que el Lusso era un Shooting Brake de 3 puertas y cuatro plazas, el Purosangue añade dos puertas más con la gracia de tener apertura suicida. La silueta también es más baja y afilada que en otros SUV deportivos, con un frontal mucho más separado de la cabina.
Los marcados pasos de rueda en ambos ejes denotan la fuerza que ofrece la tracción total.
Como buen Ferrari, el trabajo aerodinámico ha sido una parte importante en el diseño, con numerosas aberturas para la refrigeración de la mecánica y para redirigir el aire y reducir la resistencia. Los elementos más destacados en este aspecto son la apertura del capó y la aleta, el spoiler sobre el portón y el generosísimo difusor posterior.
Cuatro plazas individuales
Una vez nos adentramos en el exquisito habitáculo del Ferrari Purosangue vemos como abraza la línea de diseño ya vista en el SF90 Stradale, con todos los controles táctiles. El cambio más notable aplicado aquí es la puesta en escena de un salpicadero simétrico para piloto y copiloto. Entre ambos módulos se encuentran los controles de la climatización.
Ferrari habla de Dual Cockpit, y es que mientras que el conductor cuenta con su instrumentación digital tras el volante, el copiloto cuenta con otra pantalla de 10,2 pulgadas. Esta recoge todas las funciones que reuniría un sistema de infoentretenimiento tradicional además de otras funciones relativas a mostrar información de la conducción al copiloto.
El habitáculo siempre será de un estricto 4 plazas, replicando los asientos delanteros en la segunda fila. Dividiéndolos queda una consola central destinada a dejar objetos. La sujeción de estos asientos y la configuración de su posición no distará de las plazas frontales, con numerosos ajustes.
El último hurra del V12
El Ferrari Purosangue se monta sobre la última plataforma diseñada por la marca, la FMD de motor central delantero. Fabricada en aluminio y carbono fue estrenada en el esbelto Ferrari Roma. Para la mejor distribución de pesos, el motor se sitúa tras el eje delantero, mientras que la transmisión queda montada en el eje posterior.
Durante el desarrollo del modelo se han probado diferentes configuraciones mecánicas; sin ir más lejos el Roma usa un V8 turboalimentado. Sin embargo, Ferrari se ha terminado decantando por su motor estrella, un V12 atmosférico de 6.5 litros. Pura vieja escuela, será el último modelo sin turboalimentar o electrificar.
Ofrece la impresionante cifra de 725 CV, por encima de todos sus rivales directos: Urus, Cayenne, DBX y más en el lujo, Bentayga y Cullinan. El par, de 716 Nm estará disponible en un 80% desde las 2.200 vueltas. Pese a sus dos toneladas en vacío, es capaz de firmar un 0-100 km/h en 3,3 segundos y alcanzar una punta de 310 km/h.
La transmisión de doble embrague tiene 8 velocidades, como la utilizada en Fórmula 1.
Aunque se trata de un SUV, tiene la vista puesta en el asfalto, con una baja altura al suelo. La suspensión activa cuenta con motores eléctricos de 48V para ofrecer un comportamiento independiente en cada amortiguador. Tampoco renuncia a la tracción total 4RM-S.
Este sistema prioriza el eje posterior, pero a través de un diferencial electrónico puede desviar hasta el 50% del par al eje delantero. Fue estrenado por el Ferrari FF en 2012 y mejorado en su actualización, el GTC4 Lusso, del cual toma prestado el Purosangue. Sin embargo, el sistema data originalmente de los años ochenta, del Ferrari 408 4RM prototipo.