Seat 1400 Sport Serra, icono español
El Seat 1400 es un icono de los inicios de la marca española. Se produjo bajo licencia Fiat entre los años 1953 y 1964, y es exactamente el mismo coche que el Fiat 1400. El Seat 1400 Sport Serra apareció en el año 1956, con un diseño 100% americano que dejó con la boca abierta al público de la época.
Fue diseñado por el recientemente fallecido Pedro Serra Vidal, un famoso diseñador y carrocero barcelonés. Tenía una forma peculiar de trabajar, ya que no se han conocido dibujos con prototipos ni nada por el estilo. Afirmaba que trabajaba directamente sobre la chapa y el chasis, a mano y martillo iba dando forma a sus ideas con rigurosa exactitud.
Se inspiraba mucho en las tendencias europeas, sobre todo las de corte deportivo, pero también se apoyó en líneas americanas, con sus inconfundibles ruedas con la banda en blanco, numerosos cromados y extravagantes líneas.
SEAT 1400 Sport, la creación del mito
Por petición popular, el Seat 1400 B debía tener una variante descapotable, y Pedro Serra era el encargado de tal tarea. No era fácil modificar un vehículo que ya había sido modificado y adaptado, pero el resultado final fue increíblemente atractivo.
Una de las partes más llamativas del 1400 era la curvatura del techo. Con el modelo cabriolet esto desaparece, lo que le da al coche una apariencia mucho más deportiva, con un centro de gravedad más bajo.
La parte trasera fue totalmente rediseñada, y adquirió una apariencia mucho más americana. La cantidad de cromados aumentó y el coche daba un aspecto mucho más alargado y dinámico. Los pilotos eran alargados y estaban colocados en posición horizontal. La matrícula, al igual que los pilotos, estaba rodeada con un bonito marco cromado.
La parte frontal también fue modificada por Serra, donde incluyó unas llamativas formas que fueron la seña de identidad del coche. Se trataba de unas protuberancias que salían hacia delante, y separaba cada uno de los dos focos con los que contaba el coche en cada lado.
Unos grandes paragolpes delantero y trasero con acabado cromado cerraban un conjunto con ese toque de ostentosidad tan propio de vehículos del otro lado del charco.
La vista lateral está marcada por una línea descendente que parte del foco delantero y acababa en el piloto trasero, unos enormes huecos para las ruedas y un parabrisas colocado en posición muy vertical, algo típico en la época y que poco a poco se fue perdiendo por la mala aerodinámica que generaban.
Otro detalle característico del coche son las aletas que lleva en posición horizontal en la zona lateral posterior del coche. No sabemos si cumplían algún tipo de función o eran meramente estéticas, pero daban un plus de vistosidad al Seat 1400 Sport Serra.
El interior también llevaba la firma del genio Pedro Serra, con modificaciones en el conjunto de relojes del salpicadero y otros detalles de acabado que daban un aire más lujoso y cuidado al coche.
Apartado mecánico
El Seat 1400 B Sport Serra disponía de una mecánica muy simple y fiable. La serie B, al igual que la A, tenía un starter manual, a diferencia del starter automático con el que posteriormente contó la versión C.
El corazón era un bloque de cuatro cilindros y 1 395 centímetros cúbicos. Rendía 44, 50 o 58 CV según la versión y disponía de carburador Solex.
El cambio es de cuatro relaciones, con las tres últimas sincronizadas y la marcha atrás con la palanca situada en la columna de dirección.
Con un sistema de frenos con tambores en las cuatro ruedas, como el resto de sus competidores, la capacidad de frenada era solo correcta.
La suspensión delantera tenía dobles triángulos formando un paralelogramo deformable, amortiguadores hidráulicos de doble efecto, muelles helicoidales como resorte y barra estabilizadora.
El sistema de suspensión trasero era más sencillo, con un eje rígido con ballestines, doble barra de guiado del tren y amortiguadores hidráulicos de doble efecto.
Digno de restauración
No es fácil encontrar un Seat 1400 Sport Serra en un estado medianamente decente para iniciar una restauración, y que además no alcance cifras desorbitadas.
Los ejemplares ya restaurados suelen ser muy apreciados por sus dueños y alcanzan un precio bastante elevado. Lo que puedes tener claro es que es un clásico que nunca perderá valor, y si eres un amante de los coches antiguos, este Seat con la firma del mítico Pedro Serra, es una base muy interesante donde descargar tu pasión.