¿Cómo usar bien el aire acondicionado en tus viajes?
El uso adecuado del aire acondicionado es clave para tener un viaje placentero. Además, su correcta manipulación permite evitar gastos innecesarios en combustible y reposiciones.
Los sistemas de calefacción son fabricados y adaptados para cada modelo. Sin embargo, la mayoría de usuarios comete errores en su uso y mantenimiento.
La cantidad de funciones de las que están provistos estos sistemas han sido pensadas para el mejor confort. Por lo tanto, conocer sus detalles es fundamental para cuidar la salud y el bolsillo. Incluso viajar con una temperatura agradable disminuye muchas causas de accidentes; el conductor necesita sentirse descansado y cómodo para tener las mejores reacciones.
Claves para usar bien el aire acondicionado y lograr viajes placenteros
Estas son algunas pautas importantes a seguir para un buen uso del aire acondicionado:
Aparcar en los lugares más frescos
Como medida previa, siempre hay que buscar las zonas donde el sol no actúe de forma directa sobre el coche; pero está claro que eso no siempre es posible.
Para ayudar al aire acondicionado, son efectivos los protectores del sol que se colocan en los cristales. Esto ayuda a disminuir el recalentamiento; como consecuencia, el esfuerzo que realiza el sistema de ventilación es menor.
Ventilación ambiente del vehículo
Durante algunos minutos es recomendable abrir todas las ventanillas para que el aire estanco circule. Esta tarea puede realizarse con el vehículo parado o apenas comienza a andar, lo que también favorece el mejor rendimiento del aire acondicionado.
Con este tipo de acciones, la temperatura ideal se consigue más rápido y con menos exigencias. Al arrancar el vehículo, hay que cerciorarse de que todas las ventanillas estén bien cerradas.
Temperatura ideal en el momento adecuado
Uno de los graves y principales errores que se cometen es encender el aire al máximo antes de arrancar la marcha; estos malos hábitos pueden ocasionar daños al sistema de enfriamiento. Para usar bien el aire acondicionado, el coche debe estar en marcha.
Al inicio es recomendable que el aire acondicionado funcione con una temperatura normal. Es importante mantener una temperatura de 22 a 25 grados, que propicia un ambiente que posibilita un traslado placentero. Una temperatura inferior puede tener riesgos para la salud de los ocupantes del coche.
Dirección de las rejillas
En los días de temperaturas muy elevadas suele ser una tentación dirigir las rejillas directamente a la persona. Sin embargo, es un acto que trae aparejados más riesgos de los que se suponen. Los difusores de aire tienen que estar hacia arriba; con esa ubicación la circulación es homogénea en todo el ambiente.
Una buena idea es direccionar las rejillas laterales hacia las ventanas del vehículo. De esa forma, el efecto del calor del sol se disminuye de forma considerable. Utilizar la función ‘auto’ también está ahí para usar bien el aire acondicionado.
Mantenimiento básico para usar bien el aire acondicionado
Hay que revisar de manera periódica los conductos del aire. Muchas partículas y otros residuos se acumulan allí y provocan anomalías en el funcionamiento; a su vez, salen despedidas por las rejillas y pueden generar reacciones alérgicas.
Los recambios de filtros se realizan cada año y es un trabajo muy sencillo y económico. Quizá los mismos usuarios puedan hacer este mantenimiento.
Sin embargo, el compresor y las tuberías requieren de un control más profundo. Al igual que otras partes del vehículo, cada uno o dos años, dependiendo del modelo, necesitan la revisión de un profesional.
Otro punto clave para mantener el aire acondicionado en buen estado es su uso continuo. Es verdad que todos le damos la importancia para nuestros traslados y viajes durante el verano.
Asimismo, en otras épocas del año es necesario también ponerlo en funcionamiento; es la forma de mantener el sistema lubricado y evitar averías por el tiempo sin uso.
Consejos finales para usar bien el aire acondicionado
Hay que recordar que se trata de un elemento para combatir las altas temperaturas. Su uso continuo por el simple hábito de encenderlo genera mayor consumo de combustible.
En algunos sistemas, la función de ‘recirculación’ que impide la entrada de aire del exterior se utiliza solo en casos especiales: en zonas con altos niveles de contaminación ambiental o detrás de un coche con emisión de humo. De lo contrario, es mejor dejarlo desactivado para evitar cristales empañados.