Volvo V40, a la sombra de los alemanes
Competir en un segmento como el de los compactos no es tarea fácil, y es que en la actualidad hay infinidad de modelos a elegir, y casi todas las marcas premium cuentan con un representante de gran nivel. El Volvo V40 no es el más equilibrado de todos, pero es irresistible para ese comprador que busca un coche compacto, rutero y cómodo.
No es sencillo competir con modelos de la talla del BMW Serie 1, Mercedes Clase A o Audi A3, y lo cierto es que el V40 se ve superado en bastantes aspectos por sus competidores, así que quizás necesite algo más que un simple restyling.
Diseño exterior del Volvo V40
La primera impresión que transmite este V40 es la de exceso de sencillez en sus líneas: la parte frontal apenas tiene decoración, con unos discretos pero elegantes focos y una sobria parrilla. La idea minimalista que Volvo quiere plasmar en sus vehículos se lleva al extremo en el frontal de este compacto.
La línea lateral es muy similar a la de cualquier coche de su segmento, donde menos se diferencian unos de otros, con una caída pronunciada de la luna posterior y una línea que recorre de forma ascendente el lateral del coche.
La trasera es la parte más llamativa, con la forma típica de los pilotos en forma de boomerang que la marca sueca lleva utilizando unos cuantos años. Esta es la zona más trabajada del vehículo, con una original caída de la luna posterior y un paragolpes bastante alto.
Diseño interior y habitabilidad
El mismo espíritu de sencillez que envuelve a la carrocería lo podemos encontrar en el interior. El salpicadero, estrecho y sencillo, cuenta con un número de botones propio de coches de hace seis años, con un botón para cada función. Aunque esto puede resultar muy cómodo una vez te acostumbras a él, no deja la impresión de modernidad que transmite un Clase A.
El cuadro de instrumentos es digital, exceptuando el acabado básico, y se lleva todo el protagonismo del interior, con una serie de funciones y configuraciones que aportan ese aire tecnológico que le falta a la parte central del salpicadero.
La calidad de materiales es notable; no llega a la de un BMW serie 1, pero no se le puede recriminar nada. Además, la calidad de los ajustes está muy conseguida, con un tacto general muy agradable.
El espacio en las plazas delanteras es suficiente para que personas de talla alta se acomoden sin problema. El problema viene en las plazas traseras, donde luce cotas más propias de un utilitario que de un compacto, con una anchura a la altura de los hombros y una altura al techo muy justas.
El maletero tampoco puede alardear de capacidad, ya que con 335 litros capacidad es el peor compacto del mercado actual, y muchos coches más pequeños, como el nuevo Seat Ibiza, le ganan en este apartado.
Dinámica y motores
El Volvo V40 guarda su principal arma en su capacidad rutera. Es un coche extraordinariamente cómodo para hacer largos viajes gracias a unas suspensiones que aíslan muy bien las irregularidades del asfalto y una insonorización del habitáculo propia de una buena berlina.
En vías rápidas se mueve como pez en el agua, con un aplomo y una sensación de seguridad excelentes. Es en vías lentas con curvas pronunciadas no se encuentra tan cómodo. Se puede circular a ritmo elevado sin mayores problemas, pero no transmite el equilibrio de un Serie 1 o un Mazda 3.
El abanico mecánico cuenta con unos niveles de potencia que agradan a la mayoría de compradores, con unos escalonamientos muy bien pensados, aunque echamos de menos una variante híbrida o eléctrica.
- Gasolina: parte de un bloque turboalimentado de 122 CV, y por encima tenemos el mismo motor pero con 152 CV. Ambas opciones son muy aconsejables por el agrado de conducción y por ofrecer muy buenas prestaciones para la cifra de potencia. Como tope de gama, Volvo ofrece una interesante versión con 245 CV.
- Diésel: el motor menos potente que puede equipar el Volvo V40 es un 2,0 litros litros de 120 CV, con el que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos. Por encima, y con la misma cilindrada, la marca ofrece otros dos niveles de potencia: 150 y 190 CV.
Precio y conclusión
Parte de 25 100 € que cuesta con el acabado Kinetic y el motor gasolina de 122 CV, hasta los 40 342 € que la marca pide por el Volvo V40 con el acabado Inscription y 245 CV.
Son precios muy similares a sus competidores premium más directos, y ese es el motivo por el que le está costando destacar entre sus rivales. Modelos como el Audi A3 ofrecen un producto mucho más completo, así que esperemos que el nuevo V40 esté al caer, porque si no, lo va a tener realmente difícil.