Ferrari 408 4RM, ¿es sacrilegio un Ferrari 4x4?
La década de los 80 supuso un punto de inflexión en el mundo del automóvil. Durante estos años llegaron las primeras asistencias a la conducción y digitalización comenzaba a abrirse hueco. También hubo lugar para innovaciones varias, con protagonistas tan variopintos como el Ferrari 408 4RM, un intento de deportivo 4×4.
El auge del mundo del rally con los añorados Grupo B llevó a las marcas a explorar un mundo de coches de tracción total más allá de los todoterreno. En nuestras cabezas resuenan algunos como el Porsche 959 y el Audi Quattro. Siguiendo a los alemanes, Ferrari también se interesó por esta tecnología.
¿Alguien dijo Lotus Elan?
En primer lugar, vamos a analizar el diseño de este prototipo italiano. No podemos negar que el coche luce tal y como se espera de un deportivo de los ochenta. Siendo más concienzudo, podemos sacar similitudes con los inicios de Pagani, pero sobre todo nos recuerda al Lotus Elan de última generación.
Casualidad o no, el descapotable británico debutó tan solo dos años después que el Ferrari 408 4RM. Cabe la posibilidad de que tomasen inspiración, o incluso que alguno de los diseñadores fuese traspasado de un fabricante a otro. No son más que suposiciones, pero nunca se ha hablado de este tema en años.
El Ferrari 408 4RM debuto en 1987, mientras que el deportivo de Lotus hizo lo propio en 1989.
Lotus Elan vs Ferrari 408 4RM
La principal diferencia entre el italiano y el inglés es que este último era descapotable. Aun así, las formas del habitáculo son muy parecidas, lo que nos lleva a la marcada forma de cuña de su carrocería. Incluso el ancho y afilado frontal con faros escamoteables es compartido por ambos deportivos.
En el perfil del Ferrari 408 4RM destacan las branquias de ventilación en la propia puerta.
Siguiendo con las comparaciones, la zaga es prácticamente la misma. De formas más bien cuadradas, los dos cuentan con un alerón similar, una apertura en la zona inferior del parachoques y unos pilotos horizontales interrumpidos solo por el portamatrículas.
Por su parte, el habitáculo poco se desmarca del Lotus con un estilo puramente Ferrari. Todo forrado en cuero y gamuza, con un cuadro de fácil lectura y un volante bastante inclinado. El notable ángulo del volante era un mal necesario en los Ferrari de la época, ofreciendo más espacio para piernas y facilitando la entrada y salida del mismo.
Mecánicamente el Ferrari 408 4RM no andaba corto precisamente. En posición trasera longitudinal montaba un motor V8 4.0 atmosférico acoplado a una caja de cambios de 5 velocidades. Según la marca, ofrecía una potencia de 300 CV.
El precursor del Ferrari FF
Lo bueno se hace de esperar, y finalmente Ferrari cayó en la tentación de crear un deportivo con tracción a las cuatro ruedas. Lo hicieron tarde, por detrás de la Lamborghini moderna –Grupo VAG– y Audi R8, así como los Porsche 911 Carrera 4 y 4S.
El resultado no lo conocimos hasta 2011: el Ferrari FF.
Con la llegada del Ferrari FF, los de Maranello ponían sobre la mesa el coche más versátil de su historia. Se articulaba sobre el chasis de configuración de motor frontal longitudinal, utilizando un V12 de 660 CV. Además, contaba con cuatro plazas reales y un amplio maletero, una suerte de Ferrari familiar.
Sin embargo, la mayor novedad del FF fue la llegada de la tracción total, aunque bastante modificada. Con un reparto de par inteligente, el coche siempre prioriza la tracción trasera, pero es capaz de enviar el 50% del par al eje delantero si las condiciones lo requieren.
A día de hoy el FF no se comercializa. Ha sido sustituido por el Ferrari GTC4Lusso, un profundo restyling con el que además ganó una versión más económica. Bajo el nombre de GTC4Lusso T, sustituía el enorme V12 por un más frugal V8 biturbo.
¿Oportunidad perdida?
Puede parecer que Ferrari llegó a tener esperanza en el proyecto, ya que se llegaron a construir dos unidades completamente funcionales. Una de ellas la produjo la propia Ferrari, pero la segunda unidad la produjo una empresa canadiense. La diferencia entre ambos era el color y el chasis.
La unidad 100% Ferrari contaba con chasis de acero, por un chasis de aluminio del montado por terceros.
Lamentablemente, algún problema debieron encontrar para desechar un producto como el Ferrari 408 4RM. Cabe recordar que el Ferrari F40 competía directamente con el Porsche 959, por lo que el 4RM podría haber igualado aún más la batalla por ser el mejor coche del momento.