Nissan Leaf, por fin es tan atractivo como eficiente
El Nissan Leaf es uno de los vehículos eléctricos más vendidos del mundo. Lleva siéndolo muchos años, y eso que el anterior modelo era un coche francamente difícil de mirar. Y, aunque sobre gustos no hay nada escrito, poca gente lo veía con buenos ojos.
Aun así, la estética nunca fue un inconveniente para arrasar en los rankings de ventas para la anterior generación. Con el cambio radical que ha sufrido –a mejor– y las mejoras en cuanto a autonomía y prestaciones, nada puede salir mal…
Diseño exterior del Nissan Leaf
El nuevo diseño del Nissan Leaf se ha acercado mucho más a sus compañeros de marca, con un frontal que sigue las líneas de los nuevos Nissan Qashqai y Micra, diseños con mucha más personalidad y muy aceptados por la mayoría.
Las formas ahora son angulosas y afiladas, muy al estilo japonés. En la calandra delantera va alojado el enchufe de recarga y sus formas son más decorativas que funcionales. Es de color negro brillante, igual que los retrovisores y algún que otro detalle de la parte trasera; la silueta general es mucho más compacta y ahora compite de tú a tú en el segmento C.
La parte trasera es la más llamativa, con una pieza en color negro brillante que une los pilotos y rompe esa monotonía de la trasera de los hatchback. Los pilotos en forma de boomerang se adentran en el lateral del coche y dan mucha fluidez a sus líneas.
Diseño interior del Nissan Leaf
El interior del Nissan Leaf es todo lo moderno y tecnológico que esperas de un coche eléctrico, pero es un estilo más convencional que el del anterior modelo. Se parece más al interior de sus hermanos de marca, con ese toque futurista que solo los eléctricos tienen.
El cuadro de instrumentos es parcialmente digital y, salvo la velocidad, todo aparece a través de una pantalla. A esta hay que sumar otra de corte más convencional situada en el centro del salpicadero, desde donde se controlan la mayoría de funciones del interior, aunque las derivadas del motor y autonomía solo se reflejan en el cuadro de instrumentos.
El espacio disponible en las plazas delanteras es muy parecido al que encuentras en un Volkswagen Golf o un SEAT León. Es amplio y cómodo, con una altura libre al techo muy generosa. Detrás, dos adultos viajan de forma cómoda y sosegada, sobre todo por el silencio de marcha, pero un tercero entra demasiado justo. La altura al techo en estas plazas también es buena a pesar de ubicar las baterías bajo el suelo del habitáculo.
El maletero tiene unos generosos 420 litros, un buen dato para tratarse de un eléctrico de 4,48 metros de longitud; es ligeramente superior a la media del segmento. El enorme portón trasero y las formas cúbicas del maletero lo hacen apto para una pequeña familia.
Dos opciones de motorización
El Nissan Leaf está disponible con dos niveles de potencia. Los dos propulsores son eléctricos y hacen de este un coche realmente rápido. El motor de partida es capaz de desarrollar 150 CV, una cifra de partida muy elevada, pero que sienta como un guante al compacto japonés.
La batería con este motor es de 40 kWh y tiene una autonomía de 270 kilómetros según el ciclo WLTP, por lo que no distará mucho de la realidad. El anterior modelo tenía una batería de 30 kWh y 20 kilómetros menos de autonomía, según las optimistas mediciones que se hacían entonces mediante el ciclo NEDC.
Las prestaciones con esta configuración son muy buenas, ya que solo necesita 7,9 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y alcanza una velocidad punta de 144 km/h, un dato bastante normal para un eléctrico.
Con el motor superior, denominado e+, aumenta tanto la potencia como la autonomía disponible, con 218 CV y 385 kilómetros, respectivamente. Las diferencias son notables, y solo el precio hace que la versión más potente genere alguna duda con respecto al más modesto.
La batería tiene una capacidad de 62 kWh y las prestaciones mejoran, aunque no tanto como se puede esperar. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanza los 157 km/h. En realidad, la autonomía es la virtud más importante del e+.
Dinámicamente es mucho más coche que antes: ahora es más ligero y firme, y apenas se notan esos kilogramos de más respecto a un compacto de combustión. El chasis soporta con soltura los 1 505 kilogramos de peso y, aunque tiene una conducción un poco artificial, es sencillo mantener ritmos elevados.
Precio del Nissan Leaf
El precio de partida es de 34 450 euros, un dato idéntico al de un Hyundai Ioniq en la versión 100 % eléctrica. El coreano es su principal rival, y lo cierto es que son coches muy parecidos. En nuestro país ya se deja ver por la calle este Nissan Leaf, y es que pocos coches son tan eficientes como este para la vida urbana.