Nissan 370Z, un veterano que sigue mereciendo la pena
En marzo hará una década desde que el Nissan 370Z irrumpiera en el mercado para sustituir al 350Z. A pesar de sus años de veteranía, sigue siendo un deportivo muy recomendable si lo que se busca es una alta relación potencia-precio y un comportamiento noble gracias a la distribución de pesos propia de un coche de propulsión y motor delantero, y a que es atmosférico.
Además, su diseño es de esos que envejecen muy bien. El paso de los años no convierte al Nissan 370Z en un coche desfasado. Ni mucho menos. Y es que su clásico aspecto cupé apenas ha variado tras las sutiles actualizaciones que ha recibido, y que dieron lugar a los modelos 2013, 2015 y 2018. Además, hay disponible una versión a cielo descubierto.
Estética atemporal
Como decíamos, la estética del Nissan 370Z puede considerarse atemporal. Tras casi 10 años en el mercado, sigue resultando atractivo. Quizás no llama tanto la atención como cuando salió al mercado en 2009, pero para los que son aficionados a las cuatro ruedas y a los deportivos –una gran minoría– sigue valiendo la pena girarse para seguir mirándolo.
Para quien no esté tan pendiente del mundo de la automoción, quizás pasa más desapercibido en estos días. Puede ser una ventaja para quienes valoran –dentro de lo que cabe cuando se tiene un deportivo– la discreción: la envidia es muy mala y los actos vandálicos están a la orden del día.
Centrándonos en su estética, y empezando por el frontal, el capó termina directamente en la entrada de aire del paragolpes, sin que haya una calandra de por medio: es algo que ocurre en coches como el Mazda MX-5, uno de sus competidores por así decirlo. Los faros presentan un diseño peculiar y original: su forma parece, en cierta media, una ‘L’.
Lo que es inconfundible es la caída de un techo hasta atrás del todo para integrarse en el portón trasero, adornado con un pequeño alerón. Así, la zaga presenta un diseño sin estridencias, continuista con respecto al resto del coche: los pilotos hacen lo propio y conforman la ‘L’ vista en el morro. Un discreto difusor recoge las dos salidas de escape.
Los pasos de ruedas, no demasiado prominentes y sí bastante proporcionados, casan a la perfección con el resto de la carrocería. Estos contienen generosas ruedas en medidas 225/50 delante –llantas de 18″ x 8″– y 245/45 detrás –llantas de 18″ x 9″– para la versión de acceso. La variante GT presenta unas 245/40 delante –llantas de 19″ x 9″– y unas enormes 275/35 –llantas de 19″ x 9″– detrás.
Los cambios introducidos en el Nissan 370Z 2018 se ciñen al modelo cupé: detalles en negro en los tiradores de las puertas y el citado difusor, y oscurecimiento de faros y pilotos. El diseño de las llantas de 19 pulgadas también es nuevo, así como la pintura roja metalizada denominada Red Metallic.
Interior del Nissan 370Z
El habitáculo del Nissan 370Z es amplio para tratarse de un deportivo biplaza, y es que el espacio a lo ancho es bastante grande, lo que es un plus en confort si los pasajeros son corpulentos. Con sus 4,25 metros, su maletero de 235 litros no es muy voluminoso, pero será suficiente para irse de vacaciones si no somos de llevarnos la casa a cuestas.
La postura de conducción es baja, con las piernas bastante estiradas, y el volante permite regulación en altura, aunque no en profundidad. A pesar de que los asientos recogen bien el cuerpo en las curvas, no resultan incómodos a la hora de subirse o bajarse del coche; es un punto a favor para los que ya no están tan ágiles.
Donde peca el Nissan 370Z es un diseño interior tirando a espartano, con evidente presencia de plásticos duros que no le hacen justicia. Pero es que ya tiene 10 años…
Pensado para la conducción
Donde sí brilla el Nissan 370Z es en su comportamiento dinámico. A su reparto de pesos 50:50, propio de su configuración de motor delantero y tracción trasera, se suma su exquisito sistema de suspensión independiente, con doble triángulo delante y multibrazo detrás; favorecen las geometrías para una pisada más eficaz y reacciones predecibles.
Su diferencial autoblocante garantiza más motricidad y mayor control durante el sobreviraje al transferir más par de la rueda que patina a la que tiene más agarre (de la interior a la exterior).
También contribuye en ese control su motor atmosférico, con un tacto directo del pedal del acelerador y una entrega de potencia progresiva, pero contundente. Lo bueno de no recurrir a la sobrealimentación mediante turbocompresor es que este propulsor viene a ser como los de la vieja escuela: con buenos bajos y fácil estirada hasta las 7 500 rpm.
El motor del Nissan 370Z es un V6 de 3,7 litros que rinde 328 CV a 7 000 rpm y un par de 363 Nm a 5 200 rpm para un 0-100 km/h en solo 5,3 segundos. No está nada mal, sobre todo si tenemos en cuenta que no es ligero, ya que en vacío para la báscula cerca de los 1 500 kilos.
El propulsor va asociado de serie a una caja de cambios manual de seis velocidades, que parece la más indicada por prestaciones y por el feedback que otorga la clásica palanca al conductor. Tiene la opción de equipar el denominado SynchroRev Control, que hace la sincronización automática de la técnica de conducción deportiva conocida como punta-tacón.
Por su parte, la transmisión automática de 7 marchas se comporta igual que la manual cuando pisamos el acelerador, como un cambio secuencial con grandes levas detrás del volante; lastra el 0-100 km/h en solamente 0,3 segundos.
Podemos esperar medias de consumo por encima de los 10 l / 100 km dado su peso, su cilindrada y la inyección indirecta. Más si nos pesa el pie derecho…
Alta relación dinamismo-precio
A pesar de que no es especialmente eficiente, ni tampoco muy refinado a nivel de interiores con respecto a lo que se estila hoy en día, el Nissan 370Z es una grandísima opción para los que quieran un deportivo de altas prestaciones, con buen comportamiento y a un coste muy razonable.
Si nos ceñimos a modelos con su misma disposición mecánica y de precio similar, o incluso algo más económicos, las alternativas serían las siguientes:
- Subaru BRZ / Toyota GT86 2.0 200 CV desde 29 900 euros.
- Mazda MX-5 2.0 184 CV desde 28 320 euros.
- Abarth 124 1.4 170 CV desde 34 300 euros.
Pese al contenido peso de sus rivales, el 0-100 km/h ronda los 7,0 segundos.
Por lo tanto, se podría decir que el Nissan 370Z, con un precio de salida de 34 330 euros, es el único deportivo de esta clase con un gran empuje en línea recta y a un coste tan reducido. Y es que un Porsche 718, de motor central eso sí, parte por casi el doble que el japonés, con un precio de 61 318 euros y un 0-100 km/h solo 0,2 segundos más rápido.