Lotus Evora 400: efectividad inglesa
Presentado por primera vez en el Salón del Automóvil de Ginebra del año 2015, el Lotus Evora 400 se convirtió en el modelo más potente de la historia de la marca, sin perder ni un ápice del elevado nivel de sensaciones deportivas de las que hace gala la firma inglesa.
Respecto al modelo anterior, la marca ha sometido al 400 a una pequeña dieta de adelgazamiento en la que se ha logrado bajar 22 kilogramos el peso total del coche. Parece poca cosa, pero en este tipo de vehículos cada gramo cuenta, y eso se nota en los tiempos realizados en diferentes circuitos conocidos, la carta de presentación más utilizada hoy día.
Esa es la idea que todos tenemos de la marca británica, pero el Lotus Evora 400 es mucho más que eso, aparte de ser un coche excepcional en circuito y ser capaz de transmitir al conductor tanto como sus hermanos, cuenta con una serie de lujos que hacen que su uso a diario sea mínimamente factible. Hablamos de cámara trasera, asientos calefactables, etc.
Esto hace que sus rivales pasen a ser coches de la talla del Porsche 718 Cayman o el Jaguar F-Type. Quitar ventas al 718 Cayman es algo complicado, pero el público que busca un Lotus es alguien que mira un paso más allá y un auténtico apasionado del mundo del automóvil.
Diseño del Lotus Evora 400
Con solo 4,38 metros de longitud, exactamente lo mismo que el Cayman, estamos ante un deportivo compacto. Pero esa sensación se ve incrementada por su baja altura, que con 1,22 metros parece que vayamos sentados en el suelo.
El frontal, con un afilado paragolpes delantero, da un aspecto de robustez y agresividad al 400; el capó y los focos revelan el enorme trabajo aerodinámico que lleva este deportivo, con líneas fluidas pero discretas.
La parte trasera es mucho más radical: presenta una cintura muy alta con una línea ascendente para mejorar el apoyo aerodinámico en el eje posterior. Los pilotos redondos, tan característicos de la marca, encajan a la perfección con la filosofía deportiva del coche.
Un enorme tubo de escape central remata una imagen amenazadora. Por lo general, las líneas son menos extremas que las de un Exige Sport, pero mucho más deportivas que las de un Cayman.
Interior
Una vez dentro te das cuenta de que el Lotus Evora 400 es más cómodo de lo que parece, lo asientos deportivos recogen el cuerpo a la perfección y el salpicadero viene con una cantidad de gadgets considerable.
Las dos butacas van colocadas muy abajo y la posición de conducción es muy deportiva, con las piernas muy estiradas y el volante casi vertical. Volante, por cierto, con unas proporciones y un tacto perfectos.
Entre el habitáculo y el pequeño maletero se encuentra perfectamente integrado el motor, en una posición central muy baja, ideal para equilibrar el reparto de pesos y reducir el centro de gravedad. Y sí, cada vez que abres el maletero, dejas al descubierto el precioso motor.
Dinámica y motores
El Lotus Evora 400 monta una mecánica sobrealimentada de 3,5 litros y 6 cilindros en V. Con él, el Lotus Evora 400 consigue 405 CV de potencia y un par motor de 410 Nm entre 3 500 y 6 000 revoluciones por minuto.
Con semejantes ingredientes no es de extrañar que pase de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y que alcance los 300 km/h en la versión con cambio manual; con la transmisión automática esta última cifra se queda en 280 km/h.
El paso por curva es asombroso, capaz de girar totalmente plano y provocarle un subviraje es una tarea complicada. El guiado es sencillo y muy obediente hasta con la más mínima indicación del volante. Para enviar toda esa potencia al suelo de forma efectiva cuenta con unos generosos neumáticos de 235/35/R19 delante y 285/30/R19 detrás.
El elemento que más condiciona la efectividad en su paso por curva es el nuevo diferencial de deslizamiento limitado, que junto con la mejora del sistema de frenos, hace que le Evora sea mucho más efectivo en circuito de lo que era su antecesor.
Precio
Parte de 109 512 €, una cuantía que lo coloca cara a cara con todo un Porsche 911. Es complicado ver un Lotus Evora 400 por la calle, pero no lo es tanto en circuito, donde este coche se siente como en casa.
Rivales no le van a faltar, pero siempre habrá un público para Lotus, marca que lleva muchos años dando placer a los amantes de la conducción.