Gumpert Nathalie: la esperanza de la pila de metanol
¿Un vehículo eléctrico que funciona con pila de metanol, con 820 kilómetros de autonomía y que acelera de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos? Sí, eso existe, y se llama Gumpert Nathalie, un deportivo que ha dado mucho de qué hablar.
La solución de la pila de metanol parece la respuesta a muchos de los inconvenientes de los coches eléctricos actuales, como el tiempo de recarga o la logística, aunque el precio que hay que pagar por este prodigio tecnológico esté al alcance de solo unos pocos afortunados.
Con la intención de que tengas una mejor noción del funcionamiento de este coche y de su diseño, te invitamos a que revises el contenido de este artículo, en el que el Gumpert Nathalie es el principal protagonista.
Motor del Gumpert Nathalie
Para ser más precisos, debemos hablar de motores, ya que cuenta con cuatro eléctricos, uno en cada rueda. Para dar energía a todos ellos, se alimenta de una celda de combustible de metanol de 15 kW, realizada por la mismísima Serenergy.
Todo este complejo sistema de energía tiene, básicamente, dos funciones: producir hidrógeno, a partir de metanol, y convertirlo en electricidad. Con ello, la potencia total que es capaz de generar es de 544 CV, con un brutal par motor de 1000 Nm, una cifra más propia de deportivos con bastante más potencia.
En cuanto a la autonomía declarada por la marca, consigue resultados que le acercan a los vehículos diésel convencionales, con nada menos que 820 km entre repostajes, y con unas prestaciones de auténtico superdeportivo, ya que alcanza los 300 km/h e iguala en aceleración al mismísimo Bugatti Chiron.
Otro punto para tener en cuenta de este prodigio de la ingeniería es que su tanque de 65 litros de capacidad solo necesita unos tres minutos para ser rellenado. Por tanto, solo necesita alcohol para funcionar. Además, la marca asegura que este combustible es bastante fácil de transportar, almacenar y distribuir, incluso es menos peligroso que la gasolina convencional, razón por la que cualquier estación de servicio podría suministrarlo sin grandes adaptaciones.
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Diseño exterior
A primera vista, cuesta sacarle parentesco con otros vehículos, aunque esos finos faros con las aberturas en vertical a los extremos nos han recordado ligeramente al Porsche Taycan.
El Gumpert Nathalie tiene un aspecto amenazante lo mires por donde lo mires, pero sin la radical silueta de un superdeportivo. Más bien, parece un cupé compacto, por lo menos hasta que echas un vistazo a la parte trasera.
Los pilotos están unidos por una banda central y van acompañados de tres tiras horizontales de LED blancas a cada lado, una solución que no encaja mucho con las normativas actuales. No obstante, le dan un aire futurista al modelo.
Lateralmente, tampoco se queda atrás, con unos pasos de rueda extragrandes, unas líneas de carrocería bastante marcadas y unos faldones de los más deportivos. Además, todo el perímetro inferior está adornado con una tira azul muy favorecedora.
Interior del Gumpert Nathalie
Como ocurre en el exterior, el habitáculo del Nathalie tampoco pasa desapercibido, con una jaula antivuelco aprobada por la FIA —en lugar de una banqueta trasera— y un sinfín de soluciones. Todo esto lo hace un coche ideal para pasar una jornada estupenda corriendo por un circuito y llamar la atención de todo el mundo con sus espectaculares puertas de tipo tijera.
Aunque está homologado para circular por las vías públicas, cada centímetro del Gumpert Nathalie está diseñado para correr más y más en pista. Eso sí, no por ello ha renunciado a elementos de confort, como hasta tres grandes pantallas repartidas entre el cuadro de instrumentos (por completo digital) y otras dos en la parte central del salpicadero.
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Precio del Gumpert Nathalie
Al momento de su lanzamiento, el precio final de este deportivo ecológico fue de 407 000 €, y su producción estuvo limitada a 500 unidades.
Créditos de imagen principal: gumpert-automobile.com.