BMW 3.0 CSL, el retorno del mito, limitado a 50 unidades
En 2023, BMW M cumplió 50 años desde aquel momento en que nació como la división de competición de la marca germana, la cual se dio con la creación del BMW 3.0 CSL de 1973 del Campeonato Europeo de Turismos.
Apodado como batmóvil, se caracterizaba por su prominente spoiler frontal, aletas ensanchadas y un gran alerón trasero, además de una librea tan limpia como mítica: blanco con franjas de color BMW M. Para celebrar tal aniversario, se diseñó un nuevo modelo del 3.0 CSL.
Ya en 2015 se había fabricado un prototipo funcional, el 3.0 Hommage R, que sirvió de base en cuanto a diseño para la versión 2023 del 3.0 CSL, aunque la plataforma de la que deriva es la del BMW M4 Competition. Sigue leyendo para que conozcas todos los detalles de este modelo conmemorativo del 3.0 CSL.
Recreado a base de carbono
Muchos se han decepcionado por los cambios efectuados entre el prototipo de 2015 y el modelo final, perdiendo gran parte de la espectacularidad del primero. Y eso que toda la carrocería está realizada en fibra de carbono con nuevos paneles que requieren un montaje casi artesanal.
Para ser más precisos, toda la carrocería es de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP), aunque elementos como el techo, capó, maletero y faldones sí son 100 % de carbono. Igualmente, las fijaciones para los paneles laterales ensanchados, el umbral de la puerta, alerón y difusor también son de carbono, en parte por la escasa tirada a producir y también por reducir el peso al máximo.
Todas las unidades visten la misma decoración blanca con franjas M y llantas doradas.
Vale recordar que si en algo se diferenciaba el 3.0 CSL original del 3.0 CS del que se partía, era en la estricta dieta a la que se sometía. En el caso de la reinterpretación actual, el peso se ha reducido en más de 100 kg respecto al modelo de base, aunque se desconoce la cifra exacta. Los nuevos pasos de rueda anchos permiten montar mayores llantas, de 20 y 21 pulgadas y diseño específico.
Otros puntos donde se ha logrado reducir el peso es con un escape de titanio, casi 5 kg más ligero, y un habitáculo donde de nuevo domina la fibra de carbono. Los asientos tipo baquet cuentan con una estructura con este material, al igual que toda la consola central y las molduras de todo el espacio interior. Por último, se ha prescindido de los asientos traseros.
El 3.0 CSL, de patito feo a obra de arte
En los años 70, BMW estaba en plena reconstrucción como marca de lujo deportiva, tras un periodo en el que casi caen en bancarrota. Su máximo exponente era el precioso BMW 3.0 CS, el antecesor de lo que serían la Serie 6 y Serie 8. Toda la belleza y lujo se arrancó de cuajo con el desarrollo de la variante CSL, ya que el objetivo era claro: ser el mejor coche de carreras.
El kit estético tan agresivo le sirvió para ganarse el apodo de batmóvil y eliminaba de facto todo resquicio de belleza del modelo CS. No obstante, los resultados fueron los que le dieron la razón a una recién creada BMW M, cosechando numerosas victorias y títulos. Las siglas CSL (Coupé Sport Ligero) pasarían a significar éxito, deportividad y ligereza.
Como suele ocurrir en el mundo de la competición, se cumple el dicho de que el coche que gana siempre es bonito. Y es que de un tiempo a esta parte el 3.0 CSL se ha convertido en una exquisita obra de arte para el ojo de los coleccionistas.
El BMW M4 más potente de todos
Las semejanzas con el BMW 3.0 CSL original también tienen lugar en el apartado mecánico. Como ya lo era el original en su época, el nuevo 3.0 es el modelo M más potente, con un motor de seis cilindros en línea que está dotado por unos 560 CV y 550 Nm, cifras que superan por mucho al M4 del que deriva. Para contextualizar, el CSL original apenas ofrecía 210 CV de potencia.
El aumento en potencia se debe al uso de un nuevo cárter, un cigüeñal más ligero y un sistema de refrigeración optimizado. Mantiene una transmisión manual de seis velocidades y un diferencial autoblocante trasero capaz de bloquear el 100 % del par. De la mano del diferencial trabaja el control de estabilidad DSC para un bloqueo más preciso según las necesidades.
El control de tracción M dispone de 10 niveles de intervención, además de la desactivación completa.
En cuanto a suspensiones y frenos, cuenta con un eje posterior específico M, amortiguadores adaptativos de control electrónico, dirección eléctrica M y discos de freno carbocerámicos de 400 mm delante y 380 mm detrás. Desde el sistema de infoentretenimiento se puede ajustar el mordiente de las pinzas para lograr la mejor puesta a punto en cada circuito.
Una obra de arte limitada
Como suele suceder con muchos placeres de la vida, el BMW 3.0 CSL tuvo una producción limitada a tan solo 50 unidades, las cuales tuvieron un precio superior a los 800.000 euros antes de impuestos. Sobra decir que cada una de ellas ya tenía dueño incluso antes de la presentación al público. De hecho, una de ellas encontró cobijo en España.
Así pues, solo existen 50 afortunados que se han dado el lujo de obtener un ejemplar de este prototipo conmemorativo, el cual recuerda a aquel bólido de carreras que cautivó a muchos y que se sigue considerando como una réplica del batmóvil.