Repasamos las siete generaciones del Porsche 911 Turbo
Dentro de la gama del Porsche 911, hay un modelo que destaca sobre los demás: el Turbo. El Porsche 911 Turbo lleva con nosotros desde 1970 con el mítico 930. Desde entonces, han sido 7 las generaciones comercializadas, cada una más potente y precisa que la anterior, al punto que han llegado a ser casi insuperables por la competencia.
Hoy en día, la repercusión del Porsche 911 Turbo no es la misma que experimentó previamente, ya que toda la gama del «nueveonce» es turboalimentada. Aun así, sigue siendo la referencia del segmento, combinando a la perfección prestaciones a raudales y el lujo alemán. Sigue leyendo para que conozcas las transformaciones de este emblemático coche.
Muchos seríamos muy felices con un Porsche 911 Turbo de segunda generación, en blanco, si es posible.
1. 930 Turbo (1975-1977)
El primero de los 911 Turbo fue el conocido como 930, de la serie G correspondiente a la saga del modelo. Su propulsor bóxer de seis cilindros aumentaba su potencia exponencialmente, ofreciendo unos rabiosos 260 CV de potencia entregados a las ruedas traseras, a través de un cambio manual de cuatro velocidades.
Su bajo peso, combinado con su excelente rendimiento, lo convirtió en una máquina complicada de conducir. Al límite, solo estaba al alcance de los conductores más experimentados. Entre los detalles que han pasado a la historia destacan el enorme alerón posterior y el uso de las míticas llantas Fuchs.
Fue la primera vez que se usó una carrocería ensanchada en el 911, algo que se ha mantenido en todos los Turbo posteriores.
2. 964 Turbo (1990-1994)
El éxito del primer modelo llevó a que las versiones más modestas del 911 se beneficiasen del look del Turbo durante la década de los 80. Esto, sumado al hecho de que la marca pensaba en eliminar al 911 de su gama, dado el pensamiento de que el modelo no podía dar más de sí, provocó un retraso considerable en la llegada del 964 Turbo, y del 964 en general.
Fue el renacer del mito, con un kit aerodinámico aún más escalofriante. Se dejaron de lado las llantas Fuchs, por unas ligeras de cinco palos, y los paragolpes de goma, por unos paragolpes integrados en la carrocería, lo que dotaba al modelo de una imagen más moderna. En las versiones más potentes, se añadió una toma de aire lateral.
Un prototipo mucho más civilizado, que ofrecía ABS y dirección asistida, entre otros elementos de confort.
En un primer momento, se comercializó con el mismo propulsor 3.3 litros del modelo previo, por lo que no presentó un salto cualitativo en cuanto a prestaciones. Este salto llegó cuando, posteriormente, se introdujo una nueva variante de 3.6 litros, con 360 CV de potencia.
3. 993 Turbo (1995-1997)
El que para muchos es el mejor Porsche 911 de la historia fue de los que menos tiempo tuvo en cartera una variante Turbo. De hecho, la generación 993 no se mantuvo muchos años en el mercado. La última versión de la receta original del 911 traía la tracción total a la gama Turbo por primera vez, tras estrenarse previamente en el 964 Carrera 4.
La introducción de este elemento técnico se debía a que durante el desarrollo se dieron cuenta de que no sería posible controlar los 410 CV de potencia de su motor trasero sin tracción total. Por tanto, tras muchas pruebas, se optó por su integración. El aumento de potencia se debió principalmente por la adopción de un segundo turbocompresor.
Visualmente, se caracterizaba por el gran alerón plano de los Turbo, y en esta generación 993, por el notable ensanche del eje trasero. Era especialmente visible en el 993 porque este suavizó las líneas de las aletas para actualizar la imagen del deportivo germano con respecto a su antecesor. En el caso del Turbo, rompía por completo con las nuevas líneas.
Control de crucero, luces de xenón y un eje trasero Weissach eran algunas de las novedades del Porsche 911 Turbo 993.
4. 996 Turbo (2001-2005)
Tras un breve lapso en el que el nuevo 996 se establecía en el mercado, llegaba la correspondiente variante Turbo. A día de hoy, es el Turbo más asequible en el mercado de segunda mano, y aun cuando la estética le ha jugado una mala pasada, con el tiempo, ha ganado muchos enteros.
Supuso una ruptura total con lo conocido hasta entonces. Desechaba el motor refrigerado por aire por uno refrigerado por líquido, el cual, en la versión Turbo, carecía de la problemática del IMS de la generación 996. Este nuevo propulsor ofrecía 420 CV de potencia y, por primera vez, la opción del cambio automático Tiptronic.
Traídos directamente desde la competición, los frenos carbocerámicos hacían acto de presencia en el 996.
Al margen de gustos estéticos, el 996 Turbo recuperaba la toma de aire lateral, más presente que nunca y mantenida hasta el día de hoy. Curiosamente, para esta generación del 911, se podía encargar un 911 cualquiera con el kit estético del Turbo, a excepción del alerón trasero.
5. 997 Turbo (2006-2012)
Este modelo se convirtió en el segundo Turbo en montar las nuevas mecánicas refrigeradas por líquido. Fue una vuelta al pasado, en lo que a estética se refiere, con ópticas circulares acompañadas de antinieblas e intermitentes en el paragolpes.
Sin embargo, fue este Porsche 911 Turbo el que metió el miedo en el cuerpo a la competencia. Como el Nissan GT-R, era todo un matagigantes. La tracción total lo pegaba al asfalto como una lapa y su motor —de hasta 500 CV en el restyling—, acoplado al nuevo cambio automático PDK de doble embrague, devoraba kilómetros que daba miedo.
El 997 Turbo ofrecía un equilibrio perfecto entre modernidad y sensaciones analógicas.
6. 991 Turbo (2013-2019)
Con el tiempo, el 911 no ha dejado de crecer, y para seguir la mejora periódica que se espera de un deportivo de la talla del 911 Turbo, la fórmula tenía que refinarse a base de técnica. La generación 911 introdujo elementos como la dirección de asistencia eléctrica, un eje trasero direccional y más potencia, llegando hasta 560 CV en los Turbo S.
Su diseño se regía por la funcionalidad: pasos de rueda más anchos, para acomodar mayores ruedas, y mayores tomas de aire, para aportar más refrigeración al propulsor. Así de simple. Los alemanes y el riesgo no suelen ir de la mano, razón por la que el 911 Turbo de esta generación apenas cambiaba.
7. 992 Turbo (desde 2020)
Así pues, llegamos a la generación 992, presentada en 2020. Esta fue objeto de estudio porque, sin previo aviso, obtuvo un gran salto de potencia respecto a su predecesor. De 560 CV, se pasó a 650 CV, casi una quinta parte.
La explicación de los ingenieros de la marca fue que decidieron aportar mucha más potencia porque, si de una generación a otra la mejora es de 10-20 CV, el cliente, a la hora de la verdad, no nota diferencia alguna. Por tanto, optaron por ofrecer mucha más potencia, para que no hubiese dudas de que el nuevo modelo es superior al previo.
En carreras de aceleración, el 911 Turbo 992 se ha coronado como el nuevo rey.
Un prototipo para la historia
Si algo ha quedado claro en este recuento histórico del Porche 911 Turbo, es que este coche es un ícono del mundo automotor, el cual seguramente seguirá adecuándose para seguir sorprendiendo a propios y extraños.
Desde su primera versión, el 930, hasta la última reseñada, el 992, las generaciones de este modelo de la marca Porsche han sabido impactar positivamente a muchos amantes de la velocidad, quienes le recuerdan con aprecio y le consideran un vehículo de antología.
Créditos de imagen principal: Eddy Kramer Premium Cars