Marlboro y la competición, dupla de éxito durante décadas
En el mundo de la competición, hay un elemento estético que los aficionados recuerdan con suma facilidad. Incluso por delante de quienes eran los pilotos e incluso de qué equipo se trataba. Hablamos de la decoración, y en esto hay una marca destacada: Marlboro.
La afamada tabacalera ha sido la representante de muchos vehículos, y siempre ha estado relacionada al éxito dado a que sólo se ofrecía a los mejores. Lamentablemente, en los tiempos que corren la prohibición de este tipo de publicidad la ha relegado a un lugar casi testimonial.
La dupla formada por Marlboro y las carreras han ido de la mano durante décadas, con resultados realmente exitosos.
Llegada a la competición
La llegada a la competición de Marlboro se produjo durante la década de los setenta en la creciente y popular Fórmula 1. La categoría reina del automovilísmo se encontraba en un momento dulce y de bonanza gracias a la llegada de los patrocinadores pocos años antes.
Casi la totalidad de los equipos comenzaron a decorar sus coches con los colores corporativos de su nuevo patrocinador, que en su mayoría fueron tabacaleras. Sin darse cuenta, este sería el germen de un movimiento de una envergadura sin precedentes en la industria.
A los pocos años de su llegada, la tabacalera americana ya se asociaba al éxito, primero gracias a Ferrari y posteriormente a McLaren. Con los británicos pasaría casi tres décadas, formando una dupla tan exitosa como reconocible por sus colores (como la imagen que ilustra la portada de este artículo).
Expansión
Dado el éxito en la Fórmula 1, Marlboro comenzó un proceso de expansión mundial a todo tipo de competiciones, asociándose siempre con equipos punteros. También llegaría a promocionar a ‘equipos de segunda’, pero en estos casos lo haría de forma tímida y sin alardes.
La mítica decoración blanca y roja con las letras en negro se ha llegado a presenciar en deportes del motor de todo tipo, desde las cuatro a las dos ruedas. En el Mundial de Rallyes llegó a ser el patrocinador del Ford Sierra Cosworth pilotado por Carlos Sainz.
También se ha llegado a ver en la Resistencia, Turismos y Fórmulas menores, pero siempre ganando. Por otro lado, aprovechando el gran rendimiento de Ducati en Moto GP y el color rojo de la marca, Marlboro no dudó ni un segundo en patrocinar a este equipo.
En los últimos años de su permanencia en la competición, la publicidad de Marlboro se mantuvo a flote mediante el uso de campañas subliminales. Esto se conseguía con el uso de elementos que hacían referencia a la marca sin necesidad de usar el nombre ni el logo oficial. Sin embargo, en 2010 esta práctica también fue prohibida.
En 2018 Marlboro está presente en el Ferrari de Fórmula 1 mediante Philip Morris, los cuales decoran el monoplaza italiano con una simple línea gris similar a la utilizada en las cajetillas de tabaco.
Situación actual
Tanto la concienciación de la población como las numerosas prohibiciones han provocado la marcha de las tabacaleras como patrocinadores en prácticamente todo tipo de deporte. El deporte del motor puede haber sido el que más ha acusado esta perdida, y es que se pierden muchos millones de patrocinio.
Sin embargo, el lugar de las marcas de tabaco ha sido sustituido en los últimos años por una fuente un elemento que aumenta en ventas año tras año: las bebidas energéticas. Monster, Red Bull y Rockstar son las más conocidas, pero a lo largo y ancho del mundo podremos encontrar muchas más marcas patrocinando a alguien.
Con un cuestionable mensaje de ser productos inofensivos, este tipo de bebidas se ha ganado el hueco dejado por sus antecesoras y por lo que parece, su permanencia también será a largo plazo. No hay más que ver la proliferación de estas: Monster está en deportes de riesgo, Rockstar en el Campeonato de Drift, y Red Bull…bueno.
Red Bull se ha posicionado como la sustituta perfecta para Marlboro en la competición. Al igual que este, la marca austriaca tiene buen tino acerca de qué y a quién patrocinar, y es que donde veamos su logo lo más seguro es que veamos una victoria. Son sinónimo de éxito.
No hay más que destacar el caso del equipo Red Bull Racing en la Fórmula 1. Tras aterrizar en 1995 como un simple patrocinador del equipo Sauber, en diez años ya eran los propietarios de su propio equipo, y de 2010 a 2013 se hicieron con todos los títulos posibles tanto de pilotos como de equipos.
También han sido los pioneros en un sistema de reclutamiento de jóvenes pilotos con proyección. Ellos se encargan de todos los gastos de competir en diferentes categorías, y si el piloto apoyado da la talla, la recompensa será una oportunidad como piloto oficial de Fórmula 1.