Toyota Supra A80, no es el primero, pero es el que todos quieren
La tan esperada quinta generación del Toyota Supra ya está aquí, así que es el momento perfecto de analizar la que fue la anterior versión. El Toyota Supra A80, la cuarta generación del deportivo japonés, se ha posicionado como el clásico moderno definitivo y, pese a no ser el original, es el que todos quieren tener.
Sin duda alguna, los 90 fueron la edad de oro para los deportivos japoneses. Grandes diseños, multitud de opciones de todas las marcas y altas dosis de potencia y fiabilidad. Muchos añoramos aquellos años, una etapa en la que el Toyota Supra se posicionó como uno de los mejores junto al Nissan Skyline GT-R.
Un diseño para el que no pasan los años
Muchos critican el diseño de este Toyota Supra por ser anodino, simple y, en general, poco agresivo. Sin embargo, el tiempo les ha quitado la razón, y es que las curvas de esta generación han pasado a la historia como uno de los mejores diseños salidos de Japón. No se parecía a nada visto anteriormente.
Tan bien diseñado y proporcionado es el coche, que 26 años después de comenzar su producción en 1993, luce más fresco y atractivo que coches vendidos actualmente. Estuvo disponible en carrocería cupé y targa, este último menos cotizado por el hecho de perder rigidez estructural.
Los círculos fueron clave para el diseño exterior del Supra. Sus amplios grupos ópticos delanteros cuentan con tres focos redondos, mientras que sus horizontales pilotos traseros se componen de cuatro círculos. Círculos que se extienden hasta la toma de aire lateral y a la curvada forma de su enorme alerón posterior.
Su silueta y características luces traseras se han convertido en iconos del mundo del automóvil.
Por su parte, el habitáculo se desmarcaba de toda su competencia con un diseño inspirado en el de un caza. Todo queda orientado hacia al conductor y, como era de esperar dado su alto precio, su calidad y equipamiento eran de lo mejor. Cuero, climatizador, control de crucero y radio-CD eran parte de la dotación de serie.
Ingeniería sobredesarrollada
Pero si en algo destacaba el Toyota Supra A80 era en su gama de motores. Bajo el capó se podían encontrar dos motorizaciones de seis cilindros en línea, los famosos bloques 2JZ de 3,0 litros. Disponibles en versiones GE –atmosférico– y GTE, con doble turbo, son unos motores sobredesarrollados.
Los motores del Supra son muy prestados a preparaciones, pues son la base perfecta para muchos proyectos.
Este sobredesarrollo se debe al pacto de caballeros que limitaba la potencia a 280 CV en todos los coches fabricados en Japón. A modo de protección, los ingenieros crearon un motor capaz de aguantar mucha más potencia. Así, si algún rival se saltaba el acuerdo, tenían un motor preparado para ganar potencia.
Otra de las razones por las que se creó un motor tan resistente se debe a que, por aquel entonces, la moneda nipona estaba muy depreciada con respecto a otras economías. Esta diferencia benefició a Toyota, quienes amortizarían rápido una gran inversión en el grupo motor del Toyota Supra.
Las unidades con cambio manual son las más buscadas, y es que el automático no permite extraer todo su potencial.
El motor 2JZ-GE ofrece unos ‘asmáticos’ 223 CV y 280 Nm de par. Por su parte, el 2JZ-GTE Twin Turbo ofrece 330 CV y 431 Nm de par. Se dice que en Japón, debido al acuerdo, la versión GTE ofrecía la misma potencia que en el resto de mercados pese a que en ficha no marcaba más de 280 CV.
El Toyota Supra en competición
Tan bueno en carretera como fuera de ella, en los circuitos más concretamente. La historia del Toyota Supra en competición va ligada al éxito. Ha participado en campeonatos de turismos nipones, la IMSA americana e incluso el Mundial de Resistencia, incluidas las 24 Horas de Le Mans.
Cabe destacar que en 2007, años después de haber sido descatalogado, se convirtió en el primer coche híbrido en ganar una carrera oficial. Lo hizo el Toyota Supra HR-V, equipado con un V8 UZ de 4,5 litros y 480 CV al que se le acoplaba un motor eléctrico trasero y dos delanteros, con el que se alcanzaban más de 700 CV con tracción total.
El Toyota Supra HR-V se hizo con la victoria en las 24 Horas de Tokaichi, una importante prueba regional de resistencia.
Fast&Furious y el salto a la fama
La historia del Toyota Supra de cuarta generación no habría sido la misma de no ser por su aparición estelar en la primera entrega de la saga Fast&Furious (A Todo Gas). Su desenfadado aspecto tuneado, y el hecho de ser el coche del protagonista, elevaron la fama del Supra hasta cotas inimaginables.
Slo le quedaba un año a la venta cuando la película fue estrenada, por lo que la mayoría de aficionados tuvo que recurrir al mercado de segunda mano. Más recientemente, el Toyota Supra de cuarta generación ha sido víctima de una escalada de precios notable, lo que lo posiciona como uno de los coches más rentables a día de hoy.
Un claro ejemplo de esto ocurrió en diciembre de 2018, cuando una unidad americana de 1994, con el motor Twin-Turbo y apenas 11 000 kilómetros, salía a subasta. En impecable estado de conservación, fue vendido por 121 000 dolares, 105 500 euros al cambio actual. ¿Alguien ha dicho burbuja de clásicos?