Estafas de los talleres mecánicos
Las estafas de los talleres mecánicos existen y todos los usuarios debemos cuidarnos de ellas. Procedimientos mal ejecutados, exageración en el precio y cambios inadecuados de piezas, resumen la conducta inapropiada del mecánico deshonesto. El objetivo de estas acciones es sacar algún provecho económico ilícito.
El principal fraude consiste en realizar reparaciones que no son necesarias
Un coche que no arranca y tiene el motor bien, puede tener problemas con el suministro de gasolina. Un cambio de fusible podría ser suficiente, pero el mecánico fraudulento recurre a cambiar toda la bomba.
En este caso del vehículo que no arranca, el coste de esta reparación varía de una factura de unos pocos euros a una suma importante. Ganar más dinero es el principal motivo del timo.
Siguiendo esta línea, se pueden poner muchos ejemplos. Un fallo de energía puede ser originado simplemente por un pequeño fusible; pero en un taller de malas prácticas podrían incluso colocarnos un alternador nuevo, lo cual costará entre 300 y 400 €.
Otra de las trampas más comunes y costosas es la de la reprogramación total. El automóvil deja de encender debido a fallos en la batería, y el mecánico decide reprogramar todo el sistema de ordenador de a bordo. Existen formas de prevenir esto, pero en medio de un timo podrían cobrarnos más de 1000 €.
Estafas de los talleres mecánicos: cuidado con las compañías independientes
Los talleres independientes suelen ser más baratos pero en muchos de ellos se generan fraudes. La ley contempla su existencia, pero debemos tener especial cuidado al acudir a este tipo de negocios.
Lo primero que debemos hacer es verificar la placa que contiene su número de registro legal; una cosa es ir a un sitio independiente y otra muy diferente a uno clandestino.
Además, esta identificación deberá indicar cuál es la especialidad a la que se dedica el negocio: carrocería y pintura, neumáticos, sistema eléctrico, etc. No fijarnos en esto es arriesgarnos a un procedimiento que genere una avería mayor.
Según la normativa, los talleres independientes deben tener estándares de calidad similares a los servicios técnicos oficiales privados y de fabricantes. Cuando se pase la revisión, se debe firmar la garantía donde se especifican los servicios realizados.
Firmando el resguardo del depósito
Los riesgos de fraude son mucho mayores cuando tenemos que dejar el coche dentro del establecimiento. En estos casos, la mejor garantía que tenemos es el resguardo del depósito. Con este documento, queda constancia de que se ha dejado el vehículo para su revisión y la elaboración del presupuesto.
El papel tiene dos duplicados: uno para el taller y otro para el cliente. En caso de robo, este documento sirva para hacer la reclamación respectiva, por el valor del automóvil a precio de mercado.
Se recomienda hacer una copia a este escrito, porque cuando vayamos a recoger el coche debemos entregar el mismo a la empesa propietaria del taller.
Si después de terminar la reparación, el problema del vehículo no se resuelve, el documento nos servirá también para formalizar la reclamación. La idea es que después de la transacción comercial, podamos tener aquello por lo que hemos pagado.
Otras estafas de los talleres mecánicos
Este tipo de reparaciones incrementadas, no solo son la única trampa existente. Algunos talleres utilizan piezas que no están homologadas, que pueden presentar anomalías o no ser de buena calidad. Lo correcto es que los componentes sustitutos tengan la marca del fabricante con las siglas ECE.
Otro timo de los más comunes es la colocación de piezas utilizadas o averiadas. En ocasiones, estas provienen de vehículos que han sido calificados como siniestros. En este caso, el mecánico no solo podría cobrar un servicio más caro, sino quitarnos un componente que está en buenas condiciones.
Añadido a todo esto, debemos recordar que las reparaciones tienen un tiempo de garantía. La misma es de tres meses o sus efectos reconstructivos deben durar al menos 2000 km recorridos; los componentes que no sufren de desgaste natural tendrán hasta dos años de garantía.
En resumen, hay que entender que las estafas de los talleres mecánicos son una realidad. Sin embargo, existen algunos trucos y pautas con los que podemos asegurar un servicio justo y correcto.