Cuidados para la pintura del coche
Hacer de ellos un hábito generará beneficios. Los cuidados para la pintura del coche lo mantendrán a salvo de los daños ambientales y de los ocasionados por el uso cotidiano. No se trata solo de la apariencia, sino de la preservación en el tiempo del vehículo.
A la sombra es mejor
Evitar la exposición a los rayos del sol es una regla. Estacionar el vehículo en un sitio techado protege el automóvil de los rayos ultravioleta o la lluvia. Estos afectan en especial a los vehículos de colores vivos como el amarillo, azul o rojo. Otros colores adquieren tonos mate que afean y dañan la pintura del coche.
Si el automóvil va a estar estacionado en la calle por mucho tiempo, hay que protegerlo del intenso sol. Hacerlo a la sombra de los árboles no es conveniente, entre otras cosas porque desprenden resinas difíciles de eliminar con el lavado.
Los excrementos de aves e insectos, el polen y las hojas son peligrosos. U na cubierta de tela especial para vehículos es lo ideal.
Cuando el estacionamiento está en un sótano, se debe estar atento a tuberías dañadas que goteen, pues manchan la pintura del coche. También se deben evitar los charcos.
En espacios amplios
Al aparcar en sitios públicos se debe revisar el tamaño del lugar donde se estacionará. Si es muy estrecho, aumentan las posibilidades de que otros conductores dañen la pintura del coche al golpearla con la puerta. También hay mayor riesgo de choques. Lo conveniente es buscar espacios más amplios.
El agitado ritmo de vida en las grandes ciudades obliga a estacionar en el primer lugar disponible. Pero muchas veces hacerlo puede tener consecuencias. Cuanto más lejos de aglomeraciones de vehículos y gente menor será el riesgo, aunque esto implique caminar un poco más.
Lavado, a mano y una vez al mes
Una vez al mes es conveniente lavar el coche. Se eliminan partículas dañinas que se pegan a diario, como el alquitrán del asfalto, aceites o excrementos de aves. Después de un viaje largo es indispensable remover restos de insectos y sal que se acumulan en la pintura del coche. Los perjuicios que ocasionan son graves.
A mano y con los productos adecuados para carrocerías, el lavado será más efectivo. Las esponjas viejas, trapos o cepillos de barrer rayan la pintura. Los lavaplatos o el amoníaco causan manchas muy visibles. El Ph del champú para carrocerías es el adecuado y no causará daños. Las bayetas o toallas de microfibra tampoco.
De arriba a abajo
Lavar el vehículo de arriba hacia abajo garantizará que todo el sucio escurra y no queden restos que se peguen a la pintura. Los residuos se retiran con agua y no con trapos.
El jabón se esparce con una esponja, desde el techo, cuidando que no queden sobrantes del detergente. Se enjuaga con bastante agua y se seca con un paño de microfibra para evitar rayones.
Tome en cuenta que el coche se lava a la sombra. El sol puede secar el champú y manchar la pintura. Los guardafangos y neumáticos también deben limpiarse.
Cuidado con los autolavados
No es aconsejable acudir a los autolavados. Los cepillos y las cerdas de los rodillos que golpean la pintura causan abrasiones que luego pasarán factura. Si el establecimiento es viejo o está en mal estado, los daños serán mayores y es indispensable el servicio profesional.
Descontaminación, encerado y pulitura
Como parte de los cuidados para la pintura del coche se recomienda descontaminar y encerar la pintura cada tres o seis meses. Es un proceso de eliminación de residuos atmosféricos, resinas, oxidación, que se acumulan con el uso cotidiano.
El encerado aportará una película de bajo espesor que, además de protegerlo del agua y el sucio, le devolverá el brillo.
Cada 2 o tres años, también dependiendo del uso, es recomendable pulir la pintura del coche. Una pasta abrasiva y una pulidora eliminarán la capa superficial de la pintura y con ella los arañazos y las manchas. Los daños más profundos requerirán una nueva capa de pintura. El vehículo quedará más brillante.
Reparación rápida
Cuando se produzcan daños de consideración en la pintura del coche, es recomendable repararlos de inmediato. Esperar a acumular varios genera consecuencias que terminan siendo costosas. La principal es que la porción dañada se oxida y afecta la carrocería.
Si los daños son pequeños, el mismo propietario puede repararlos y tendrá un ahorro sustancial de dinero.