Volkswagen Carevelle, para familias con muchos hijos
La búsqueda de un vehículo para una familia con más de tres hijos es toda una odisea, ya que los que tienen siete plazas pierden casi por completo el maletero, algo absurdo para realizar un viaje con maletas. De este vacío nace el Volkswagen Carevelle, un modelo cómodo como una berlina, pero con el que no tienes que renunciar a nada.
La única opción dentro del mundo de los coches con siete plazas y con un maletero digno es el Ssangyong Rodius, pero no a todo el mundo le convence y su gama es muy reducida.
Pero el Carevelle no es el único pez en el estanque, y cada vez más vehículos comerciales ofrecen versiones familiares de gran nivel, entre los que encontramos la Mercedes Clase V o el recién llegado Peugeot Traveller.
Diseño exterior del Volkswagen Carevelle
A primera vista cuesta bastante diferenciarla del Multivan, y es que las mayores diferencias entre ambas están en el interior.
El frontal sigue la línea de la marca, con una parrilla recta cromada y unos pilotos que recuerdan a otros modelos de la firma alemana. La forma del frontal es muy poco deportiva, a diferencia de la tendencia de sus competidores, con morros más agresivos.
Lateralmente no cabe duda de que estamos ante una furgoneta adaptada a pasajeros: sus formas cuadradas la delatan y la considerable altura la diferencia de un monovolumen.
La trasera es la parte más retro de la Volkswagen Carevelle, con unos pequeños pilotos y unas formas muy sencillas que hacen un guiño a sus orígenes.
Diseño interior y habitabilidad
El salpicadero de la Carevelle goza de una calidad envidiable para el resto de competidores, a excepción del Clase V. Cuenta con la típica sobriedad de Volkswagen, pero con una disposición de todos los mandos perfecta y un tacto de primera, aunque no cuente con plásticos blandos.
Puede tener hasta 9 plazas, en tres o cuatro filas de asientos, pero no puede contar con los raíles que recorren el suelo de la Multivan, y que permiten mover longitudinalmente los asientos de forma muy cómoda.
Aunque no tenga un interior tan lujoso como la Multivan, este modelo también brinda un nivel de confort muy elevado, con butacas individuales en la segunda fila y un espacio que no encontrarás en ningún coche.
El acceso al interior es muy cómodo gracias a las enormes puertas correderas traseras, pero para pasar a la tercera fila de asientos es un poco incómodo porque los asientos se abaten poco. El maletero con tres filas de asientos sigue siendo enorme, con capacidad suficiente como para alojar el equipaje de toda la familia.
Dinámica y motores
Aunque comparta chasis con la T5, el nuevo modelo ha actualizado las suspensiones y los sistemas de seguridad, cosa que se nota en marcha.
En vías rápidas es muy estable y ágil, soporta muy bien el viento lateral para las dimensiones que tiene y no requiere ninguna adaptación respecto a un coche convencional.
El sonido del motor llega al habitáculo más de lo deseado, pero no supone un inconveniente grave. Un Clase V está más insonorizado, pero mejora el dato de una Opel Vivaro.
En carreteras con curvas su defiende casi tan bien como un gran monovolumen, con unos balanceos evidentes pero controlables. Si optamos por la versión con tracción a las cuatro ruedas mejora sustancialmente la motricidad, aunque también aumenta ligeramente el consumo.
Mecánicamente, pone toda la confianza en el 2.0 TDI, con potencias de 84, 102, 150 o 204 CV. La Volkswagen Carevelle tiene una capacidad de carga considerable, por lo que, salvo que apenas salgas de ciudad y alrededores, son más aconsejables los dos motores más potentes.
Precios y conclusión
Parte de 26 452 euros que vale con el acabado básico Trendline y el motor de 84 CV hasta los 50 116 euros que pide la marca por el Caravelle Premium Largo 2.0 TDI 4MOTION de 204 CV.
Son precios más contenidos que los del Multivan y el Mercedes Clase V, pero un Citroën Jumpy Spacetourer es una media de 4 000 euros más económico, aunque esta diferencia queda equilibrada con una depreciación mucho mayor del modelo francés.