Rolls-Royce

Si pensamos en lujo y automóvil a la vez se nos viene a la mente la firma británica Rolls-Royce, cuyas creaciones son el máximo exponente de la elegancia y la ostentación; el símbolo de la marca –la esfinge que lleva en el morro– “representa el espíritu del éxtasis”, y es que la adquisición de una unidad cuesta la friolera de 600 000 euros en el caso del modelo Phanton, mientras que el récord de coche más caro del mundo –11,5 millones– fue para la única unidad del Sweptail, ensamblada bajo encargo.