El Mazda MX-5 V8 por Flyin' Miata: potencia americana para el roadster
De aquello de que los americanos lo hacen todo a lo grande no quepa la menor duda. Y el Mazda MX-5 V8 de Flyin’ Miata es la mejor prueba de ello. Meter un motor de enorme cilindrada en un pequeño biplaza es una idea sensacional porque, más allá de algo peso extra, el Miata sigue siendo igual de divertido, probablemente incluso más.
Pero esta idea no es nueva. Y es que hay que remontarse a los años 60, cuando al preparador Carroll Shelby se le ocurrió introducir en el AC Cobra inglés un potente motor V8. Así, el roadster bautizado como Shelby Cobra llegó a contar con el propulsor Ford 427 de 7,0 litros y 425 CV o 485 CV (en competición) para un bólido de poco más de 1 000 kilos.
Se podría decir que el legado lo recoge el deportivo japonés, el cual ha sido dotado de motores V8 de gran potencia y cilindrada en todas sus generaciones –NA, NB, NC y ahora ND– gracias al reputado preparador Flyin’ Miata, que también lleva muchos años preparando Miatas atmosféricos, con compresor volumétrico o turbo.
Como si no fuera suficiente con los 184 CV del motor de 2,0 litros, o con los hasta 251 CV del Mazda MX-5 BBR Turbo, la compañía americana provee al Miata del propulsor de todo un Chevrolet Camaro de quinta generación, con dos niveles diferentes de potencia.
Extensas modificaciones
Claro que para incorporar el gran bloque motor, el Mazda MX-5 V8 precisa de una serie de modificaciones, entre las que vale la pena destacar:
- Suspensiones Fox, con las que se alcanza una fuerza de 1,07 G laterales.
- Neumáticos Bridgestone RE-71R en medida 245/40 sobre llantas 949 Racing específicas de 17 x 9 pulgadas, una sección necesaria para traccionar.
- Frenos Wilwood con pinzas de 4 pistones y grandes discos de 327 milímetros.
- Dirección asistida hidráulica tradicional en lugar de la nueva eléctrica que viene de serie por no haber suficiente espacio para el motor eléctrico y el nuevo propulsor. Así, se mejora el feeling de lo que ocurre por debajo de las ruedas.
Motor del Mazda MX-5 V8 de Flyin’ Miata
El motor de este Mazda MX-5 V8 es un LS3 de 6,2 litros asociado a una caja de cambios manual Tremec T-56 de 6 velocidades que está más reforzada –requiere mayor esfuerzo en su accionamiento– y cuyos pesos son de 220 y 62 kilos respectivamente. El motor 2.0 Skyactiv y la caja de cambios de origen pesan 131 y 43 kilos, respectivamente.
Al menos esos son los datos que recogieron las básculas de Flyin’ Miata: los componentes estaban completos e incluían hasta los litros de aceite necesarios. En teoría, el incremento de peso real en cuanto a motor y transmisión es de 108 kilos. Según el preparador, su bólido pesa en vacío 1 142 kilogramos, lo que no es mucho más que los 1 000 kilos del actual Mazda MX-5.
Si bien el V8 es más ancho, más pesado y un poco más largo, el reparto de pesos se queda en 53:47, lo que es solo un 1 % más de masa sobre el eje delantero. Ni se pierde el equilibrio, ni la agilidad propia de este deportivo tan corto de ejes.
En cuanto a la potencia, los números son escalofriantes. La opción básica desarrolla ‘solo’ 432 CV y 569 Nm, mientras que con árboles de levas diferentes se llega a 533 CV y 663 Nm. Con esta última opción, la aceleración de 0 a 100 km/h es de unos 3,5 segundos, un empuje simplemente brutal.
Con tal reserva de potencia, hacer drifting es pan comido y el coche es controlable al límite. Eso sí, este Mazda MX-5 V8 no cuenta con control de tracción ni de estabilidad, por lo que hay que tener cierta precaución con el pie derecho.
Precio del Mazda MX-5 V8 de Flyin’ Miata
La preparación parte de los 50 000 dólares (45 000 euros), a los que hay que sumar el coste del donante. El precio del Mazda MX-5 V8 de Flyin’ Miata de 532 CV es de 85 000 dólares (unos 75 000 euros). Bien podría estar firmado por Carroll Shelby y, si así fuera, se consideraría un auténtico chollo si se tiene en cuenta que se trata de un vehículo muy avanzado a nivel de chasis, suspensiones y seguridad.
Si nos gusta la estética retro, la misma conversión puede hacerse en el Fiat 124.