Abarth: centrada en competición desde sus inicios
La automovilística Abarth es una filial de la gigante FCA Italy (Fiat Chrysler Automobiles Italy), junto a Fiat, Alfa Romeo y Lancia. Entre estas marcas, Abarth destaca por ofrecer vehículos de dinámicos y exclusivos, con un carácter, ante todo, deportivo.
El fabricante italiano ofrece, así, unos modelos interesantes para quienes buscan el atractivo italiano sin llegar al extremo de un Ferrari.
Los inicios de Abarth
Durante la Segunda Guerra Mundial, Carlo Abarth fundó junto a Ferdinard Porsche el equipo de carreras Cistalia, con Tazio Nuvolari como piloto.
En 1949 Abarth nace como escudería. Durante su primera década se dedica a producir carrocerías para Ferrari, ya que en esos años la fabricante de superdeportivos solo fabricaba el chasis, el motor y la transmisión de sus modelos.
Además de esto, la fabricante italiana comenzó a destacar en el desarrollo de motores de competición. De hecho, logró varias victorias en carreras de gran turismo durante los años 60. En estas competiciones se enfrentó a modelos como el Porsche 904 o el Ferrari Dino.
Éxito internacional y edad dorada
Con sus kits para vehículos de serie, Abarth innovó acercando los vehículos de competición a los coches de calle. En otra línea de investigación, comenzó a producir tubos de escape de alto rendimiento. De ahí diversificó su producción de coches de calle, para fabricar componentes para Fiat y asociarse con Porsche.
Destaca el desarrollo de su silenciador, válido para vehículos de cuatro ruedas y motocicletas. Además, la marca se expande por el mundo con sus diseños de coches de carreras. En los 50 se lanzan al mercado el Abarth 750 GT y el Fiat Abarth 750 GT, que bate récords de velocidad y resistencia.
La edad dorada de la fabricante italiana llega en los 60, con grandes ventas de kits y silenciadores. En estos años desarrolla el Porsche 356 Carrera GTL Abarth y el 850 TC, entre otros.
La incorporación a Fiat
Fue en 1971 cuando se integró en el grupo Fiat, para convertirse en la filial de competición de la fabricante italiana. Esta venta permite que Abarth se recupere de su difícil situación económica, debida a las altas inversiones en competición y a la filosofía de la marca en esos años, que dejaba de lado los beneficios.
En los años en que SEAT perteneció a Fiat, la filial italiana preparó modelos como el SEAT 600 Abarth, el 131, el 127 y el Panda Abarth. En materia de rallys desarrolló el Fiat 124 Abarth, el Fiat 131 Abarth, el Lancia Rally 037 o el Lancia Delta S4; bólidos icónicos con más de un título mundial en su haber.
Durante la década de los 80 se dedicó al diseño de las versiones de alto rendimiento de vehículos Fiat… Desde entonces, su nombre se fue olvidando hasta finales de siglo.
La compañía en la actualidad
Al inicio del nuevo milenio participó en el acabado del Fiat Stilo, con resultados que permitieron a la compañía recuperarse. En 2007, la marca fue relanzada con su desarrollo de un modelo utilitario como el Grande Punto Abarth.
Entre sus últimos modelos destaca el Grande Punto Abarth S2000, que ofrece un gran espectáculo en competición. Fue desarrollado en 2006, con 15 unidades iniciales. Estas han sufrido varias transformaciones en la carrocería para lograr incluir un sistema de amortiguación más duro que mejorase el agarre.
Ha logrado varias victorias en el International Rally Challenge, una cada año entre 2006 y 2009, como en el Rally de San Remo y el Rally Príncipe de Asturias en España.
Además, en Europa ha cosechado 17 victorias entre 2006 y 2011. La mayoría de estos éxitos van de la mano de los pilotos Giandomenico Baso y Luca Rossetti. Entre sus últimos modelos destaca el atractivo 124 Spider.
El modelo 500
En otra línea de negocio está el ‘utilitario’ Abarth 500, lanzado al mercado en 2008. Este pequeño tiene un espíritu deportivo que recuerda a los modelos de competición de los años 60.
Su cuidado aspecto exterior da lugar a un vehículo bonito, limpio y deportivo. Tiene mayor longitud que el 500 normal de Fiat, debido a un parachoques delantero más grande que pretende dejar espacio para el turbocompresor.
El diseño de los faros antiniebla aportan otro detalle deportivo, al igual que su entrada de aire adicional sobre la matrícula delantera. Las llantas de serie tienen 16 pulgadas, con opción de adquirir un juego de 17.
El color rojo aumenta el precio del modelo en 310 euros, y por 200 más se pueden añadir adhesivos laterales con el nombre de la marca. Estos detalles encantarán a los más nostálgicos, pues acercan al bólido a su aspecto clásico.
Los tubos de escape traseros se sitúan en los laterales y tienen un tamaño considerable; se puede ver el símbolo del escorpión sobre ellos como detalle de calidad. De nuevo, para asemejar el coche a los modelos de competición de los 60.
Este vehículo ha triunfado en muchos países, pues es una opción ideal para la conducción por ciudad que aporta una experiencia muy deportiva. Esta sensación es evidente, tanto al ver el vehículo desde fuera como al ponerse al volante.
Como variantes del 500 se pueden encontrar el modelo 595 y el 695. Además, más allá de los modelos estándar, pueden encontrarse variantes de edición limitada, como el Abarth 695 Biposto Record.