Infiniti Project Black S
El Infiniti Project Black S es la síntesis de lo que aspira conseguir la automotriz nipona con todos sus modelos a partir de 2021. Desde ese año, todos los coches de la casa deberán estar electrificados parcial (híbridos) o totalmente.
Pero más allá de lo anterior, es una declaración de principios sobre lo que promete para el futuro la marca, que nació en 1989 como una división de autos de lujo de Nissan.
Se trata de una compañía de la que hoy en día participan Renault, además de Mitsubishi. Toda la tecnología de punta desarrollada por estas tres casas motoras, a disposición de un modelo del máximo nivel.
Adicionalmente, de su concepción también formaron parte los ingenieros y diseñadores el equipo Renault Sport de la Fórmula 1. Por lo que se espera que cuando esté en la calle, en algún momento de 2020, se convierta en el primer coche comercial en valerse de tecnología híbrida. Esta tecnología ha sido hasta ahora exclusiva de la máxima categoría del automovilismo.
Mucho más que un Q60
La base del Infinity Project Black S es el Q60. Un coupé de espíritu deportivo, dueño de una gran arquitectura de diseño de automóvil. En conjunto con las líneas finas y estilizadas propias de la marca.
El prototipo mantiene el motor biturbo 3.0 V6 y 405 caballos de potencia. Añade tres generadores eléctricos (MGU) que extraen su poder del funcionamiento del propio coche.
El primero de los generadores utiliza una tecnología bastante extendida. Esta es similar a los sistemas de recuperación de energía cinética tipo KERS. Aprovecha la fricción de la frenada para recargar el paquete de baterías de iones de 4.4 kilovatios-hora (kWh).
Por otro lado, los otros dos generadores se valen de un novedoso equipo. Funciona tomando la energía del calor resultante de los gases del escape generados cada vez que el conductor pisa el acelerador. En conjunto, los cuatro motores ofrecen 571 CV. Así como la promesa de pasar de 0 a 100 Km/h en menos de cuatro segundos.
Mucha fibra de carbono
Los componentes híbridos del Infiniti Project Black S añaden al sistema mecánico heredado del Infiniti Q60 unos 200 kilogramos adicionales. Con el propósito de equilibrar este exceso, los responsables del coche echaron mano de mucha fibra de carbono para sustituir los componentes menos ligeros.
La renovación incluyó al tope del maletero y el capó de acero. También al guardabarros y el techo en su totalidad.
En el exterior sobresale un elemento destinado a optimizar el comportamiento dinámico del auto. Se trata de un imponente alerón trasero. Basado en el utilizado sobre los monoplazas del Team Renault de Fórmula 1 en el circuito de Monza. Dotarlo con una mayor estabilidad en las rectas y tracción mejorada en las curvas. Esta es la misión de este complemento, que como valor añadido acentúa el espíritu deportivo del modelo.
Infiniti Project Black S: lujo y prestaciones elevadas
Desde que Nissan decidió dar luz verde a su división de coches de lujo, los valores de Infiniti Project Black S han permanecido inquebrantables. Su línea ofrece altas prestaciones que parten de una gama de motores dotados con tecnología de punta.
Por otro lado, su estética persigue mucho más que simplemente deslumbrar. También busca optimizar el rendimiento y el comportamiento dinámico de todos sus modelos.
Esta filosofía le ha permitido a la compañía hacerse un hueco dentro de un segmento repleto de pesos pesados. Ni decir tiene que no resulta fácil competir con ellos. Hablamos de fabricantes históricos como Mercedes-Benz, BMW, Lincoln, Cadillac, Volvo o Audi. Aparte encontramos los Acura y Lexus, apuestas similares desarrolladas por las también japonesas Honda y Toyota.
De allí que la misión del Infiniti Project Black S no sea otra que la de elevar aún más el listón de calidad.
Sus componentes de lujo (como la utilización de fibra de carbono) tienen un papel específico y de vital importancia dentro del funcionamiento y el rendimiento del auto. Lo mismo que su ostentoso alerón trasero.
Más detalles que cuentan
Cuando en definitiva este coupé ocupe su lugar sobre el asfalto, lo hará apoyándose en unos neumáticos exclusivos desarrollados por la italiana Pirelli. Rodamientos que irán coronados por un también exclusivo juego de llantas de aleación de 21 pulgadas.
Se espera que al igual que en su modelo base, el Infiniti Q60, su motor vaya combinado con una caja de cambios automática de siete relaciones. Así como con un sistema de cuatro ruedas motrices.