Hyundai Kona N, el primer SUV deportivo de la marca es todo un acierto
Hyundai refuerza su oferta de modelos deportivos y de altas prestaciones con el tercer integrante —al menos en España— de su gama N. Tras el Hyundai i30 N del segmento C y el nuevo Hyundai i20 N del segmento B, llega el Hyundai Kona N del segmento B SUV. Este modelo aterriza en el mercado pisando fuerte, al nivel de un segmento superior.
Hace años, esta sección era territorio exclusivo del Nissan Juke Nismo y Nismo RS, pero en la actualidad el único SUV deportivo pequeño es el Ford Puma ST. Sin embargo, el nuevo Kona N lo supera en todos los registros, de tal forma que parece jugar en otra liga. Por ejemplo, la diferencia de potencia entre ellos es de 80 CV.
El Hyundai Kona N llega tan preparado que puede poner las cosas difíciles incluso a un Cupra Formentor.
Kit estético exclusivo
Visualmente, el Hyundai Kona N se deja ver vestido con un kit de carrocería exclusivo, con el que la longitud total se incrementa en 10 milímetros. De todas formas, sorprende que no se haya llevado a cabo una reducción de altura para una apariencia aún más deportiva —y al mismo tiempo mejorar el comportamiento dinámico—.
Visto de frente, el paragolpes presenta unas formas completamente diferentes, con parrillas más grandes pintadas en negro brillante, un sutil splitter en los bajos con acentos en rojo y una triple abertura opaca entre los focos de iluminación diurna. Este último detalle parece tomado prestado de los últimos lanzamientos de Audi.
Los acentos rojos se extienden a lo largo de las taloneras y también en el gran difusor posterior, el cual recoge sendas salidas de escape “de las de verdad” de generoso tamaño. Por su parte, el doble alerón esconde la tercera luz de freno, que como de costumbre en los Hyundai N, es triangular.
Las llantas forjadas son de 19 pulgadas de serie y se montan en neumáticos Pirelli P-Zero 235/40R19.
Interior deportivo
Si desde el exterior el modelo es fácilmente identificable como la versión más deportiva de la gama, el habitáculo tan solo se diferencia por pequeños detalles que, si eres afín a la marca, reconocerás de inmediato. Esto se debe a que los ingenieros no han innovado en absoluto, pues han optado por integrar los mismos cambios ya vistos en el resto de modelos N.
Estas novedades pasan por un volante deportivo de 3 radios con botón de arranque y selectores de modo de conducción. Además, tras el aro incorpora las levas del cambio, realizadas en aluminio. Parcialmente tapizado en cuero perforado, también se puede encontrar este material en el freno de mano.
Los asientos de corte deportivo combinan un tapizado de tela, cuero y alcántara con detalles como las costuras en Performance Blue.
Una de cal y otra de arena
Los coreanos han puesto toda la carne en el asador en el caso del Hyundai Kona N, así que han dejado el listón muy alto para tratarse de su primer intento en el segmento. Pese a todo, el conjunto adolece de un pequeño problema y es la ausencia de tracción total. Esta característica ni está ni se espera, lo que a nuestro parecer es un gran fallo.
¿Por qué? Dicho de forma rápida, por el nivel de potencia y prestaciones que presenta junto al hecho de ser un SUV. En el caso del i30 N ser delantera no es problema; en un Kona es diferente. Hablando del i30, comparte con este el propulsor de 2.0 litros T-GDi de 280 CV de potencia y 392 Nm de par máximo, con lo que iguala al i30 N Performance.
Además de montar la especificación más potente de este motor, este modelo también equipa de serie la transmisión automática N DCT de 8 relaciones y doble embrague de tipo húmedo. De nuevo era un opcional en el i30, de serie en el Kona. Dicha transmisión ofrece 3 modos de uso; N Power, N Grid y N Track Sense.
El modelo cuenta con Launch Control y un modo Creep Off que elimina el movimiento cuando la palanca está en D.
A los 3 modos de uso de la caja de cambios hay que sumar los 5 modos de conducción del coche —Eco, Normal, Sport, N y Custom para personalizarlo al gusto— y otros 4 del control de tracción para conducción en Nieve, Barro, Arena y Asfalto.
Por último, desde el menú de configuración del sistema multimedia se controlan todos estos parámetros, pero no son los únicos. Tanto suspensión como dirección pueden ajustarse para aumentar la rigidez de la amortiguación, así como la firmeza de la dirección. Los modos disponibles son Normal, Sport y Sport+.