Develado el nuevo Hyundai i10 con la ausencia de la hibridación
Parece mentira, pero ya han pasado cuatro años desde que la tercera generación del Hyundai i10 llegó a las calles. Incluso una pandemia después, la firma coreana presenta la renovación de uno de los últimos combatientes en el segmento A, cada vez más desértico. Además, han confirmado que habrá otra generación.
Hyundai confirma una nueva generación de los i10, i20 e i30 gracias a su popularidad en Europa.
Como de costumbre, esta actualización de medio ciclo no suele traer grandes novedades, pero en el caso del pequeño i10 todo se resume a una puesta al día tecnológica. Visualmente, sigue fresco como el primer día, por lo que poco o nada hacía falta cambiar ahí, aunque los diseñadores también han retocado varios elementos.
Más presencia de LED y permanencia del N-Line
Como es habitual en este tipo de actualizaciones el foco de los cambios estéticos se centra en el frontal. Pese a todo, las novedades del nuevo i10 son más bien tímidas, en parte por ser innecesarias y, por otro lado, como medida de ahorro de costes de un coche en el que el margen de beneficio por unidad vendida es muy pequeño.
Estos cambios se reducen a un nuevo diseño y disposición de la firma lumínica LED de las luces diurnas. Siguen ubicándose en los extremos de la parrilla principal, pero pasan de ser un sencillo círculo a cuatro focos con forma de rombo horizontal de tipo panal de abeja. Además, los pilotos traseros también estrenan diseño con tecnología LED.
Más desaparecido pasan los nuevos diseños para las llantas de aleación de 15 pulgadas y los dos nuevos colores disponibles: Lumen Grey y Meta Blue, con los cuales se incrementan las opciones de personalización del modelo.
También se ha mantenido en la gama el acabado N-Line, un acabado pseudo-deportivo que se ofrece en casi todos los modelos de la firma coreana. Se diferencia del resto por estar más equipada que el resto y vestir un conjunto exterior más deportivo, con detalles en rojo, paragolpes específicos y llantas más grandes, de 16 pulgadas.
Mejoras de equipamiento
Donde se ha realizado el mayor esfuerzo de mejora ha sido en el apartado tecnológico y de seguridad, ofreciendo ciertos elementos y asistencias más propias de segmentos superiores y no de un segmento A. Como mandan los cánones actuales, la instrumentación pasa a ser digital, la cual se complementa con un sistema de infoentretenimiento de hasta 8 pulgadas.
Este sistema es compatible con Android Auto, Apple CarPlay, el sistema de la marca Bluelink y es capaz incluso de actualizarse mediante WiFi con actualizaciones OTA (Over The Air). Las conexiones de carga pasan a ser de tipo USB C.
La capacidad de carga del maletero se mantiene invariable, con 252 litros ampliables a 1.050 litros abatiendo los asientos traseros.
En cuanto a asistencias a la conducción (ADAS), el número se ha incrementado. Entre las tecnologías más destacadas encontramos asistente de mantenimiento de carril, alerta de ocupante trasero y detección de peatones y ciclistas como asistente para evitar colisiones y atropellos.
Oferta mecánica
Sorprendentemente, Hyundai no ha aplicado cambios aparentes a las mecánicas utilizadas en el Hyundai i10. En plena transición hacia lo eléctrico, todo aquel vehículo de combustión está introduciendo algún tipo de electrificación, como los microhíbridos. Nada de esto ha llegado al nuevo Hyundai i10.
Por tanto, la gama se nutrirá de los mismos 3 motores hasta ahora disponibles, todos ellos gasolina. La motorización de acceso es un sencillo 1.0 MPI de tres cilindros atmosférico de apenas 67 CV, un motor que se antoja escaso incluso para el i10. Pocas aventuras fuera de la ciudad puede ofrecer.
Por encima en un punto óptimo y con de cuatro cilindros está el 1.2 de 84 CV, cifra más que justa para unas prestaciones decentes. Por último y como motorización exclusiva del N-Line encontramos el 1.0 T-GDI, un tricilíndrico turboalimentado con 100 CV de potencia. Según la versión se podrá elegir entre un cambio manual o un automático.