Ford Explorer EV, desarrollado en Europa para los europeos
El Ford Explorer EV es la novedad más reciente dentro del plan de la marca Ford de introducir hasta nueve nuevos modelos 100 % eléctricos antes de acabar 2024. Es parte de la estrategia de alcanzar los 2 millones de coches eléctricos vendidos en todo el mundo de cara a 2026 y ofrecer una gama por completo eléctrica en Europa para 2035.
Todo esto tiene un coste, del orden de 50 000 millones de dólares, por lo que en el caso del Ford Explorer EV han compartido gastos. Sigue leyendo para que conozcas más sobre las particularidades de este SUV eléctrico.
Al gusto europeo
Para comenzar, vale señalar que para este modelo han tomado del repertorio tecnológico de Volkswagen la plataforma modular eléctrica MEB, que ya utiliza el ID.4, y han creado el Explorer más europeo y compacto. Forma parte de la colaboración llevada entre ambas empresas, de las que también han surgido la Ford Ranger y la Volkswagen Caddy, por citar algunos.
Durante muchos años, el Ford Explorer ha sido el SUV más grande de la firma americana, con el permiso del Expedition vendido a principios de los 2000. Era el claro ejemplo de lo diferente que eran los coches al otro lado del charco respecto a los nuestros. Sin embargo, Ford probó suerte con la última generación, adaptándola a nuestro mercado con una mecánica híbrida enchufable.
No obstante, el coche era demasiado grande, demasiado americano. Ahora, con la ayuda de Volkswagen, el Explorer es más europeo que nunca, habiéndose desarrollado en Europa para los europeos. Aunque lo han modificado al gusto europeo con líneas fluidas y estilizadas, el Ford Explorer EV no renuncia a los rasgos americanos que se presuponen de la denominación Explorer.
En la parte frontal se pueden encontrar tres componentes esenciales. Primero, una nueva parrilla con forma de escudo para resaltar el logotipo de Ford; segundo, grupos ópticos que se entrelazan por encima del escudo frontal, y, finalmente, un elemento decorativo inferior en forma de U, destinado a aumentar la sensación de ancho y dar soporte visual a las cortinillas de aire laterales.
En la vista lateral se recurre al truco de un techo flotante, con un pilar C decorado por un gráfico grabado en el vidrio. Las llantas, parcialmente carenadas, están disponibles en 19, 20 y 21 pulgadas. Los pilotos verticales se conectan por un elemento negro donde aparece el nombre Explorer. Como en el frontal, permite ensanchar estéticamente la zaga.
De igual manera, en el paragolpes se repite el gesto en forma de U, logrando un equilibrio visual al mostrar cierta simetría frontal-zaga. La paleta de colores se compone de las opciones Vibrant Blue My Mind, Frozen White, Magnetic Grey, Agate Black, Lucid Red y Artic Blue.
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15 pulgadas de pantalla
El Explorer EV presenta una consola central por completo diferente a la del otro Ford eléctrico, el Mustang Mach-E, aunque también cuenta con una pantalla de tamaño considerable: 15 pulgadas.
La pantalla táctil se alimenta del sistema multimedia SYNC Move1. Su característica más interesante es su capacidad para subir y bajar suavemente en un arco de más de 30 grados, revelando un espacio oculto para guardar objetos.
Los asientos calefactables, por su parte, están acabados en material sintético Sensico con efecto cuero y proporcionan un alto nivel de confort al conductor. También cuentan con ajuste eléctrico de 12 posiciones, así como función de masaje lumbar. En cuanto a la parte trasera, el nivel de confort mejora gracias al amplio espacio para cabeza y piernas, salidas de aire y puertos USB en el mueble central.
El portón trasero cuenta con apertura manos libres. La capacidad del maletero es de 450 litros, que pueden aumentar hasta 1400 litros plegando los asientos. Además, cuenta con un doble fondo bastante útil para cargar objetos más voluminosos. Este doble fondo también sirve para guardar la bandeja del maletero.
3 motorizaciones eléctricas
El Ford Explorer EV dispondrá de dos versiones: Explorer y Explorer Premium. Ofrecerá tres motorizaciones eléctricas con autonomías inferiores a los 500 kilómetros en todos los casos. La baja autonomía se debe al uso de los mismos motores que los Volkswagen ID.4 y compañía, los cuales no destacan precisamente por los kilómetros que puede exprimir su batería.
Las motorizaciones básicas, de 170 CV, e intermedia, de 286 CV, serán de propulsión al usar tan solo un motor en el eje trasero. La más capaz, de 340 CV, contará con tracción total al implementar un segundo motor en el eje delantero.
En todas las versiones se dispondrá de cuatro modos de conducción (Normal, Sport, Eco e Individual). Para el modelo de 340 CV se añade un quinto modo: el Traction.
La conducción semiautónoma es posible gracias a 12 sensores ultrasónicos, 3 radares y cinco cámaras.
En cuanto al apartado de las ADAS, estas ayudas permiten al conductor una experiencia más tranquila y segura. Asistencias como el cambio de carril asistido, el control de crucero capaz de detener el vehículo y reiniciar la marcha, detector de ángulo muerto, asistente de salida de aparcamiento y aparcamiento activo sirven para que la conducción sea lo menos estresante posible.