Ford EcoSport Active, con extra de espíritu aventurero
El efecto aventurero y la imagen aspiracional de todo vehículo tipo SUV está llevando al mercado a crear versiones de este corte bajo cualquier modelo y segmento, desde pequeños urbanos sobreelevados hasta grandes furgonetas 4×4, sin olvidar a los todocaminos de lujo. Ford ha entrado en el juego con su gama Active, a la que se suma el nuevo EcoSport Active.
Es fácil detectar el impacto de esta moda cuando, además de los SUV, se crean versiones destinadas al campo de estos modelos. En el caso de la variante EcoSport, los cambios y modificaciones parecen haber sido incentivados por una razón concreta más allá del tránsito forestal: aumentar las ventas.
Desde el lanzamiento del restyling, el Ford EcoSport ha gozado de un buen nivel de ventas, pero tras la llegada del Ford Puma —como un producto más actualizado y atractivo—, ha quedado relegado. Para diferenciarse del Puma, Ford ha creado la versión Active, tomando como referencia los pasos de los exitosos Fiesta Active y Focus Active.
Se han vendido más de 55 000 Ford Fiesta Active, mientras que la quinta parte de los Focus vendidos también son Active, aunque repartidos entre el compacto y el familiar.
Exterior camperizado
Los coches de aspecto aventurero son el último grito en la industria automotriz, incluso si estos no están nada preparados para dejar el asfalto. Por suerte, el Ford EcoSport Active sí que puede permitirse escapadas por terrenos arenosos, así que al menos hace honor a su gama.
Con motivo del acabado Active, se han introducido elementos estéticos en el modelo que enfatizan su carácter aventurero aún más. Por este mismo motivo, resulta curioso que no monte la rueda de repuesto expuesta en el portón trasero, pues se trata de un detalle que encajaría perfectamente en esta versión.
El acabado Active aporta una carrocería ensanchada con nuevos pasos de rueda, de color plástico y más voluminosos que antes. Las llantas son de 17 pulgadas y de diseño específico, así como las barras del techo o los protectores de los bajos. El modelo se puede elegir con carrocería bitono, con techo y retrovisores en color negro.
Sea cual sea la combinación cromática bitono elegida, son 6 las opciones disponibles: Blanco, Plata Solar, Amarillo Luxe, Azul Derest Island, Rojo Fantastic y Gris Matter. En el interior, el EcoSport Active se diferencia del resto de modelos con una nueva tapicería de cuero y vinilo, con costuras en azul y la letra A cosida en el asiento.
Equipamiento del EcoSport Active
Ford ofrecerá 3 paquetes de equipamiento, en los que se engloban numerosos elementos. Por separado, solo podrán encargarse una bola de remolque desmontable y los faros LED. Los paquetes de extras son: X, Seguridad e Invierno.
El paquete X incluye retrovisores plegables eléctricamente, calefactados y con luces de bienvenida. Por otro lado, destacan la entrada y arranque sin llave y, por último, el sistema de infoentretenimiento Sync3, con navegador y 10 altavoces —9+1 subwoofer— B&O, DAB y módem integrado.
El paquete Seguridad incluye sensores de parking delanteros, cámara de visión trasera, detector de fatiga, encendido automático de luces —con control de largas y cortas— y detector de ángulos muertos. Por último, el paquete Invierno añade los asientos delanteros, volante y parabrisas calefactados.
Única combinación mecánica
Mecánicamente, solo se podrá combinar el acabado Active con una única motorización. Se trata del boque de gasolina 1.0 EcoBoost en su versión de 125 CV. Es el motor más exitoso y polivalente de la marca en los últimos años, con potencias por debajo de los 100 CV y superiores a los 150, según el modelo.
Para las dimensiones y orientación del EcoSport Active, la versión de 125 CV es más que suficiente. Además, se combina con un cambio manual de 6 velocidades, encargado de transmitir la potencia al eje delantero. De todas formas, cuesta entender el motivo por el cual se prescinde de la tracción total para esta versión.
Por último, el modelo tiene un precio base de 24 100 euros con un impuesto de matriculación del 0 %, según las emisiones de CO2 en el ciclo NEDC. Sin embargo, desde 2021 solo se valora la homologación WLTP, que en este caso promete 137 gramos/kilómetro de CO2.
Esto supondrá un incremento en las tarifas, al superar los 120 gramos/kilómetro que marca el límite para ahorrarse el impuesto.